Maite Morao fue jefa de Planificación Urbanística en el Ayuntamiento de Sabadell durante 10 años, es funcionaria con 20 años de trabajo en las administraciones públicas. En 2015, el  Gobierno en ese Consistorio le pidió que firmara una recalificación de unos locales en un complejo situado en una de las avenidas más importantes de la ciudad para cederlo, “a dedo” a un colectivo de Arran, las juventudes de la CUP, que forma parte del Equipo municipal. Pretendían que aprobara, saltándose la normativa, "una concesión por 30 años". Ella se negó y lo denunció a sus superiores.

Entesa, CUP, Podemos, ICV y Guayem
“Actualmente mi Ayuntamiento está gobernado por "una amalgama de partidos políticos, entre ellos la Crida, integrada por L'Entesa (partido local) y CUP; ERC, Podemos, ICV y otro grupo local, Guayem", explica esta funcionaria de Sabadell, cuyo alcalde es Maties Serracant Camps, de la Entesa, aunque "todos los partidos estaban enterados". Serracant Camps era el máximo responsable de Urbanismo cuando sucedieron los hechos.


“Me exigieron que recalificara unos suelos expropiados con cargo al Presupuesto municipal y que se adjudicara de manera directa, sin que mediara concurso público, a un colectivo vinculado a un partido político. Además, estaban muy apurados porque podían perder una subvención cuantiosa que habían obtenido de la Administración”, continúa narrando Maite Morao, que añade que el plan incluía la habilitación y reforma de los locales, situados en un edificio en una de las avenidas más importantes de Sabadell.

"Me pidieron falsear el planeamiento"
Nos pidieron que falseáramos el planeamiento, cuando esto estaba expresamente prohibido. Me negué yo y se negó mi equipo. Fui destituida y mi cargo fue ocupado por el funcionario que se atrevió a firmar el informe favorable”, afirma Maite Morao, antes de subrayar que el alcalde le advirtió de la represalia a la que se enfrentaría, y que esto serviría de “escarmiento” para los que se negaran a cumplir sus decisiones, “que están por encima de la ley”.

Sus jefes estaban enterados
Falsearon el relato de los hechos y documentos. Me acusaron de una causa que investigaba la aprobación de un un plan especial, cuando yo no era la responsable de Urbanismo. Una acusación falsa porque yo no había hecho el plan especial; yo había hecho todo lo contrario, me había negado con un plan durísimo, que habíamos llevado a ratificar el Pleno. Consiguieron mi imputación inmediata”, explica la exresponsable de Planificación Urbanística en Sabadell. “Yo acudí a mis superiores. Llegué al juzgado penal y ellos vistieron un relato en el que ellos eran las víctimas por ‘su lucha contra la corrupción’, y yo la corrupta”, según dijeron.


“A partir de aquí, empezaron las camisetas con la frase ‘Luchar contra la corrupción no es delito’, que se las siguen poniendo en los plenos; las manifestaciones para yo retirara mi denuncia; las pintadas en mi casa… Esto que os parece una tontería, si tienes hijos… (Maite se muestra en este punto de la entrevista muy afectada); calderadas semanales. Durante estos dos últimos años ha sido un auténtico calvario”, narra Maite Morao, que ha tenido que invertir unos 20.000 euros en su defensa legal. “Afortunadamente tenía mis ahorros de toda la vida…”.

“Caí en una depresión, no salía de casa, perdí mi puesto de trabajo, estaba en un proceso penal en el que estaban las personas que yo había denunciado, mis superiores. No sería capaz de explicarlo…”, dice.

La Justicia le dio la razón, según explica. “Los Mossos, los jueces, los fiscales dieron luz a lo que para mí era un túnel y la causa falsa que hicieron contra mí se encuentra archivada y todos mis superiores, imputados actualmente”.

Preguntada por los beneficiaros de la recalificación de los locales, Maite Morao responde que “todo el mundo en el municipio conoce cuál es el destino de esta concesión, un colectivo que tiene sus funciones y sus ideales, que son legítimos", pero según explica, la ley no lo permitía. Aunque Maite Morao no lo ha dicho expresamente, el favorecido con la cesión de los locales es un colectivo de Arran, las juventudes de la CUP, de carácter independentista. Ella no quiere que su información se utilice de manera partidista, en medio de la crisis política en Cataluña.