El segundo trimestre del año ha terminado en Galicia con 18.600 personas más ocupadas que en el trimestre anterior y con 13.500 paradas menos. Se trata, según ha valorado la Confederación Intersindical Galega, del peor dato de ocupación de los últimos años, ya que esta había crecido en 25.700 en el mismo período de 2018. Además, la mayor parte de los nuevos contratos han tenido carácter temporal, superando el 90%, y fueron firmados por hombres, concretamente, han señalado desde CIG, el 74,2%, lo que hace aumentar de nuevo la diferencia entre las tasas de paro masculina y femenina

Nos encontramos “delante de una tendencia positiva propia de este período al incluir parte de las contrataciones de la época estival”, han aseverado desde el sindicato. Las características del empleo creado también marcan una tendencia continuista, ya que los puestos de trabajo fueron mayoritariamente por cuenta ajena, es decir, asalariadas y asalariados en el 60% de los casos, y de carácter temporal, específicamente el 91% de las nuevas personas asalariadas.

Asimismo han destacando que el crecimiento ha afectado en mayor medida al sector servicios, en el que se han registrado 7100 ocupados más, y a la industria, con 5800 nuevas contrataciones; aunque todos los sectores han tenido una evolución positiva.

Principales variables de la EPA

En lo que concierne al sexo, la mayoría del empleo creado ha sido entre los hombres (74,2%), lo que provoca que vuelva a crecer la diferencia entre los índices de desempleo de hombres y mujeres. En las etapas de destrucción de empleo estas se equipararon, llegando incluso la masculina a superar a la femenina, pero cuando el empleo se ha recuperado mínimamente vuelven a aumentar las diferencias, lo que para la CIG demuestra “el papel secundario que las mujeres siguen teniendo en el mercado laboral”. La tasa de paro se situó en este período en el 11,3%: la de los hombres bajó hasta el 10,7% y la de las mujeres continúa en el 12%.

El crecimiento de la ocupación también mejoró la situación de algunos hogares que contaban con todos sus miembros en paro. Aún así, se registraron un número muy elevado de hogares (52.200) con algún miembro activo, en el que la mayoría están parados.

En resumen, han concluido, los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre de 2019 muestran una continuidad de la tendencia ya conocida: aumento de la ocupación de carácter estacional y por lo tanto temporal. Al mismo tiempo, reflejan que el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no ha provocado un aumento de la destrucción de empleo, por lo que desde CIG han considerado necesario “ahondar en ese sentido y apostar por la derogación de las reformas laborales que están detrás de la creciente precarización del empleo”, han rematado.