Hay quien se ha sorprendido por los guiños y palabras cariñosas del diputado de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta a la ultraderechista Vox. Una formación, la de Albert Rivera, que nació como socialdemócrata, que luego mutó a liberal y ahora a “liberal ibérico” trufado con tintes azules de muleta del PP con pactos con Vox en varias comunidades y ayuntamientos.

En cualquier país europeo un partido bisagra y que se reclamase de los principios liberales hubiera puesto en marcha un cordón sanitario y aislado a la ultraderecha. Hubiera también facilitado un gobierno socialdemócrata y alejado del bloqueo institucional. En España ha sucedido al revés y uno de los que han defendido con mayor vehemencia el pacto con Vox y ha sido comprensivo con el partido de Abascal ha sido precisamente Girauta.

Y es que Juan Carlos Girauta tiene uno de los currículums políticos de mayor reconversión y adaptabilidad al medio ideológico en función de los intereses personales. Por eso sus piropos ahora a Vox y de estos a Girauta se ven como un posible paso futuro en caso de que los naranjas quedaran sepultados electoralmente víctimas de sus propias contradicciones y vaivenes.

Vaivenes que nadie como Girauta representa en el amplio campo de la fauna política española. Sus orígenes mediáticos hay que anclarlos en los soportes más conservadores como tertuliano en medios como COPE, o EsRadio y colaboraciones en ABC o Libertad Digital.

De ultraizquierdista al PP pasando por el PSC

Políticamente es un ser promiscuo. De joven se afilió a la Joven Guardia Roja, formación comunista de extrema izquierda y rama juvenil del Partido del Trabajo de inspiración maoísta. Poco más tarde moderó sus ínfulas revolucionarias y halló cobijo y militancia en el Partido Socialista de Cataluña hasta 1986. Posteriormente deja el PSC y da el salto al conservadurismo y es candidato -así sin anestesia- por el Partido Popular en las elecciones municipales de 2003 en Castelló d'Empuries. Más tarde repite con el PP siendo candidato a diputado del Parlamento de Cataluña por Gerona en 2003 y en 2004 insiste y se presenta también por los populares al Congreso de los Diputados por la circunscripción de Gerona. Su paso por la política, hasta ese momento, resultó huero pues en ninguna de las tentativas electorales resultó elegido.

Pero como quien persiste logra el objetivo y como dijo Camilo José Cela “quien resiste, gana”, consume una estación más en su reversible viaje político que lo lleva a Ciudadanos y, ahora sí, consigue un escaño al figurar como números dos de lista a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014. Luego, ya se sabe, logró ascender en su carrera encabezando la lista naranja por Barcelona obteniendo el acta al Congreso de Diputados.

En una decisión que resultó ser controvertida y cuestionada, el 25 de febrero de 2019 Girauta se presentó a las primarias para ser candidato de Ciudadanos por Toledo para las elecciones generales del 28 de abril ganándolas al votar solo un 49 por ciento del censo y con bajas de algún afiliado o dimisiones en bloque como las de la agrupación de Talavera.

Puede perder su escaño

En unos momentos complejos para los naranjas como los de ahora, Girauta vuelve a encabezar la lista por Toledo pero no las tiene todas consigo. Las encuestas coinciden en que su escaño “baila” entre salir o no y la situación es susceptible de empeorar de aquí al 10 de noviembre. El periodista-diputado que huyó de Barcelona alegando “Me he hecho de Toledo porque no quiero ver más a los independentistas" puede que haya cavado su tumba precisamente en el escenario que eligió como lugar de confort y a solo 30 minutos en AVE de Madrid ¿Dónde quedaron aquellas frases envalentonadas tanto de Arrimadas y Girauta en el sentido de que lo valiente era quedarse en Catalunya para combatir al independentismo? Puede volver al mismo escenario de cuando se presentaba por el PP en Barcelona y no obtenía acta de nada.

Invitaciones para irse a Vox

Con este contexto peligroso para obtener escaño unido al bagaje y mochila política de Juan Carlos Girauta, algunos han visto en las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, durante una entrevista que concedió en “El Hormiguero” recientemente, una invitación a cambiar de nuevo de bando. Abascal al ser preguntado por Pablo Motos que si pudiera fichar a un político a quien elegiría, este respondió que sería Juan Carlos Girauta. En este sentido el candidato por Toledo de Ciudadanos no ha rechazado la propuesta sino que se le recuerda ahora sus declaraciones en 2014 elogiando el carácter de miembros de Voz y reconociendo su amistad con muchos de sus diputados. Y es que el ex diputado por Toledo aseguró públicamente que no encontraba diferencias entre Ciudadanos y Vox. A la pregunta de qué les diferenciaba, Girauta respondió que “muy pocas cosas. Le digo, con absoluta sinceridad, que jamás hablamos de las diferencias con ellos; solo de las coincidencias. Yo no sabría decirle qué nos separa de estos partidos... Yo tengo amistad con varias de ellas y me parecen gente estupenda. Alejo Vidal-Quadras no solo es un amigo sino un referente político. Santi Abascal es un buen hombre y muy valiente. He hablado mucho con él y no he encontrado las diferencias”.

Con estos precedentes, su biografía y declaraciones de simpatía como estas cabría preguntarse ¿Estará abriendo nuevos horizontes Girauta en vista de los nubarrones que se ciernen sobre su futuro? Solo el tiempo lo dirá pero sería una muesca más en su haber, solo eso.