El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha calificado el desafío de Marruecos como la “mayor crisis diplomática de nuestra historia” con los vecinos del sur. El dirigente popular parece obviar el conflicto geopolítico acaecido en la Isla de Prejil, considerada la primera disputa bélica de España en el siglo XXI y la más grave de nuestra historia contemporánea. 

Las relaciones con Marruecos no solo pendían de un hilo y/o estaban rotas, sino que además, España, bajo el Gobierno de José María Aznar, protagonizó un conflicto armado que duró nueve días y se solventó con la intervención de Estados Unidos.

Todo comenzó el 11 de julio del año 2002, cuando un grupo de marinos marroquíes, en concreto 12 militares, desembarcaron en Perejil y plantaron su bandera. Gesto al que sucedió la instalación de tiendas de campaña.

La Guardia Civil se acercó a la zona y conminó a los asaltantes a abandonar el territorio. “Marchaos de aquí, esto no es tierra española” fue la respuesta que obtuvieron.

Fue entonces cuando los ánimos se caldearon y la fuerte discusión dejó paso una escena más propia de una película: los soldados marroquíes encañonaron a la Guardia Civil que no pudo sino abandonar la zona e informar a sus superiores.

La Armada Española y un refuerzo de la Guardia Civil regresaron ante el aviso de sus compañeros, pero ante la insistente negativa de los invasores, optan por quedarse cerca de la zona. Es entonces cuando arranca un conflicto bélico que duró nueve días.

Marruecos justificó la invasión argumentando que se trataba de una operación antidroga y aprovecharon para reclamar el territorio. Asimismo, exigió al Ejecutivo de Aznar un montante que ascendía a los 90 millones al mes para poder navegar por sus aguas.

España obtuvo el respaldo de la Unión Europea y la OTAN. Fue la intervención diplomática de Estados Unidos la que puso punto y final al conflicto y el día 20 de julio unos helicópteros españoles aterrizan en lo alto del islote y colocan la bandera nacional.

El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, compareció ante la comisión del Congreso para informar de que “al alba y con viento de levante, con fuerte levante, salieron cinco helicópteros que llegaron a la isla de Perejil para que entregasen sus armas los militares marroquíes”.

Tal y como se puede ver en el fragmento de El Intermedio, el actual jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, aplaudió aquella expresión. “El ministro Trillo puso el énfasis oportuno”, precisó.

“Aquello eran 10 señores con escopetas y unas cabras al lado, pero la soberanía nacional también se mide en las cosas pequeñas”, consideró Rodríguez.

Por su parte, en el mismo vídeo, José María Aznar explica que “hay cosas que no se hacen para ser una anécdota”, sino que “era una prueba para España, a ver hasta dónde éramos capaces de reaccionar”.

Por su parte, Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno de Zapatero, tildó la gestión de aquello de “un episodio chusco”.

En contraposición, Gustavo de Arístegui, entonces diputado del PP en el Congreso, destacó que “volvería a recomendar al presidente del Gobierno, como en su día hice, que tomara las medidas de contundencia que se tomaron”.