El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mantenido la primera llamada telefónica con el presidente de China, Xi Jinping, desde el inicio de su mandato para continuar con las negociaciones sobre sus relaciones comerciales. Medios nacionales chinos han confirmado que la llamada se ha llevado a cabo de acuerdo con la solicitud de Washington y Trump ha afirmado que ha sido una conversación con resultados “muy positivos”.

“Acabo de concluir una muy buena llamada con el presidente Xi, de China, donde se han discutido algunas de las complejidades del acuerdo comercial que se ha hecho y acordado recientemente”, ha señalado el presidente estadounidense en su red social, Truth Social. Ha confirmado que la conversación ha tenido una duración de una hora y media y que “ya no debería haber más preguntas con respecto a las complejidades de productos de tierras raras”.

Además de destacar que la conversación se ha “enfocado casi exclusivamente sobre el comercio”, el dirigente del país norteamericano ha detallado que “no se ha discutido nada con respecto a Rusia/Ucrania o Irán”. Ambos gobiernos han estado sufriendo una escalada de tensiones públicas en el último mes, donde se han anunciado aumentos agresivos de aranceles y la prohibición de la expedición de visados a estudiantes chinos. A pesar de ello, Trump ha reiterado que tenía muy buena relación con el presidente chino. Sin embargo, este miércoles criticó que: “Me gusta el presidente Xi de China, siempre ha sido así y lo seguirá siendo, pero es muy arduo, ¡¡¡es muy difícil conseguir un acuerdo!!!”.

No obstante, el dirigente de Washington ha señalado este jueves que: “Durante la conversación, el presidente Xi me ha invitado con cortesía a mí, junto con la primera dama para visitar China y yo he correspondido”. No se ha hecho oficial la fecha de esta reunión, pero Trump ha afirmado que será “pronto”.

Pese a la reducción de aranceles durante 90 días por parte de Estados Unidos del 145% al 30% y su homólogo redujo sus gravámenes del 125% al 10%, Pekín y Washington han denunciado la violación de este acuerdo. Por ello, junto con otras dificultades en sus relaciones comerciales, la conversación entre Trump y Xi contemplaba reducir la tensión, objetivo que parece haberse cumplido.

Paralelamente, el portavoz del Ministerio de Exteriores del gobierno chino, Lin Jian, ha hecho un llamamiento este jueves para que el gobierno estadounidense “defienda los principios del mercado y de la competición justa, que deje de politizar asuntos comerciales y que provea un ambiente justo y sin discriminación para negocios chinos y otros negocios extranjeros”. “China hará lo que sea necesario para defender los intereses legítimos y legales de negocios chinos”, ha añadido el portavoz.

Trump ha confirmado que la próxima reunión entre delegaciones chinas y estadounidenses será “pronto en una localización por determinar”. También ha señalado que el equipo estadounidense “estará representado por el secretario de Tesorería, Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante de Comercio de Estados Unidos, el embajador Jamieson Greer”.

En esta misma línea, fuentes de Político cercanas a las negociaciones comerciales de la Casa Blanca señalaron a principios de la semana que “Pekín es muy bueno detectando debilidades, y a pesar de todo su bravuconería, Trump está señalando entusiasmo, incluso desesperación, para conseguir un acuerdo directamente con Xi”.  También remarcaron que la presión ejercida sobre la administración por el bloqueo chino en su exportación de minerales críticos enseña, a su consideración, que “Xi no está especialmente interesado en exportar más minerales raros o imanes a Estados Unidos”. Pese a la mención de Trump a este asunto, no ha detallado por qué no “debería haber más preguntas” con respecto a este tema.

La restricción de visados a estudiantes chinos

La solicitud de visas para estudiantes chinos en Estados Unidos está relacionada con las tensiones comerciales entre ambas superpotencias. Al mismo tiempo que Trump acusó a China de violar el acuerdo alcanzado en mayo, la Casa Blanca anunció su intención de iniciar la retirada de visas a estudiantes chinos. El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó la semana pasada que el Departamento de Estado “trabajará con el Departamento de Seguridad Nacional para revocar agresivamente los visados para estudiantes chinos, incluyendo aquellos con conexiones con el Partido Comunista chino o que están estudiando áreas críticas”.

Rubio también añadió que se revisará “los criterios” para la solicitud de visados para “mejorar el escrutinio para toda aplicación de visado futuro” del país. La conversación telefónica entre Trump y Xi no ha abordado este tema y el portavoz del ministerio de Exteriores chino ha criticado la medida: “La cooperación educativa entre China y Estados Unidos beneficia a ambos lados. Lo que ha hecho Estados Unidos va a dañar su propia imagen y reputación”.

Por ello, Jian ha zanjado que el gobierno chino “se opone a la politización de la cooperación educativa” y que “defiende firmemente los derechos e intereses de estudiantes y académicos chinos”.

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