El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado en redes sociales una posible reducción en los aranceles sobre China tras el anuncio de este jueves de un viaje diplomático al país asiático para entablar negociaciones sobre sus respectivas políticas arancelarias. Esto marca el primer paso en la normalización del comercio entre Estados Unidos y China tras una escalada agresiva en sus respectivos aranceles en abril.

“¡Aranceles del 80% para China parece correcto!”, ha comentado el presidente estadounidense este viernes en su red social, Truth Social. Aun así, no se han publicado detalles sobre esta reducción y Trump ha señalado que es “cosa de Scott B.”, refiriéndose al secretario de Tesorería estadounidense, Scott Bessent.

Haciendo eco de comentarios que había hecho ayer en el Despacho Oval tras una rueda de prensa con el primer ministro británico, Keir Starmer, Trump ha exigido que: “China debe abrir sus mercados a Estados Unidos”. “Será muy bueno para ellos”, ha señalado este miércoles, allanando el terreno para la reunión con la delegación china este sábado.

Además del anuncio del primer acuerdo comercial alcanzado desde la pausa de 90 días en la guerra comercial de la administración de Trump, el presidente estadounidense afirmó que hay “¡muchos más acuerdos, en fases serias de negociación, por venir!”.También ha apuntado a que  se “mantenga la atención” para los próximos anuncios y que es la "edad dorada" de Estados Unidos.

La ministra de Exteriores de China, Hua Chunying, ha comentado frente a un grupo de periodistas este viernes, un día antes de la reunión entre Pekín y Washington, que: “No tenemos miedo”. El portavoz del ministerio de Exteriores, Lin Jian, ha señalado que la reunión sobre “asuntos comerciales” fue “solicitada por el lado estadounidense” y que Washington ha repetido en varias ocasiones que “quiere negociar con China”. No obstante, Lin ha sido muy crítico hacia Washington en las últimas semanas por su política arancelaria y por “crear confusión” con respecto a una supuesta apertura de negociaciones; al mismo tiempo, ha aclarado que las “puertas” de China “están abiertas” para negociar.

A pesar de una escalada en tensiones entre ambos países, donde Estados Unidos tiene un impuesto de 145% sobre importaciones chinas -aunque algunos productos están sujetos a gravámenes más altos- y el país asiático ha puesto en marcha gravámenes del 125%, Trump ha afirmado que la reunión entre ambas delegaciones va a ser “muy amigable”. Ha reafirmado que los aranceles bajarán y que mantiene muy buenas relaciones con el presidente chino, Xi Jinping: “Nos llevamos muy bien”.

“Esta guerra arancelaria fue iniciada por Estados Unidos. China opone firmemente las subidas de los aranceles de Estados Unidos”, comentó Lin en redes sociales este miércoles, asegurando que “presionar y coaccionar a China de cualquier manera simplemente no funciona”. “Protegeremos nuestros intereses legítimos de forma determinada y sostendremos la equidad y justicia internacional”, zanjó el portavoz de Exteriores.

Frente a la primera reunión oficial y presencial entre el país asiático y el norteamericano, Trump ha reiterado que hay: “Muchos más acuerdos comerciales por anunciarse, ¡todos buenos (¡fantásticos!)!”. Entre ellos, ha señalado que está actualmente en conversaciones con la Unión Europea y que se va a reunir con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en pocos días.

La presión económica de la guerra comercial

La reunión en Suiza de este sábado podría marcar los primeros pasos hacia la normalización en las relaciones entre ambos gobiernos, aunque ni las cifras se han confirmado ni se han dado detalles sobre los objetivos. Los aranceles altos con uno de los principales socios comerciales estadounidenses, según lo señalado por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, podría ser contraproducente para el proyecto de Trump de revivir la industria estadounidense. Al mismo tiempo, las consecuencias a largo plazo no están claras dado la volatilidad de los anuncios y de la aplicación de gravámenes.    

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado en su informe de abril que la predicción para el crecimiento económico estadounidense se ha tenido que revisar y reducir a raíz de la política comercial de Trump. Indica que tanto los aranceles como los cambios impredecibles de estos como el principal motivo por el que la proyección ha caído del 2,7% al 1,8%. Además de dar lugar a una rueda de prensa con críticas por parte de Bessent al FMI por “quedarse corto”, la oficina de Análisis Económico de Estados Unidos ha señalado que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se ha encogido un 0,3% en el primer trimestre.  

Aparte del daño que se podría haber causado en las relaciones diplomáticas entre Pekín y Washington, aunque Trump ha confirmado que se “lleva muy bien” con Xi, datos de la administración aduanera china han señalado que sus exportaciones en abril han aumentado un 0,6% con respecto al mes anterior y un aumento del 8,1% en comparación con abril del año pasado, motivado por su acceso a otros mercados.

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