El regreso de los talibanes al poder en Afganistán significa el regreso también de una larga serie de restricciones en la libertad y derechos de las mujeres. El grupo radical ha expresado que respetará los derechos de las mujeres, aunque bajo lo que dicta la ley islámica. La lucha incesante de la población femenina durante años para recuperar sus derechos sigue hoy en día. Shamsia Hassani es una de estas mujeres activistas y artistas contra los talibanes, que reivindica sus derechos y libertades a través del arte callejero.

Shamsia Hassani nació en 1988 en Teherán (Irán) de padres originarios de Kandahar, ya que emigraron a causa de la guerra. Desde muy joven mostró interés por el arte y la pintura, aunque no se le permitió estudiar Bellas Artes porque era un ámbito de estudios prohibido para estudiantes originarias de Afganistán​.

No obstante, en 2005 regresó a Kabul para estudiar arte tradicional en la Universidad de Kabul y posteriormente se incorporó como profesora de esta institución. También fundó el colectivo de arte contemporáneo Rosht.

Fue en 2010 cuando Hassani se integró al mundo del grafiti gracias a un curso organizado por el artista grafitero de Reino Unido Chu. Fue así como se convirtió en la primera mujer grafitera del país. A partir de ese momento, las calles de Kabul se han ido llenando con sus obras, las cuales hace en muy poco tiempo para evitar el hostigamiento al ser una mujer grafitera en un espacio público.

Sus obras tienen todas un elemento en común, que es la mujer. Con ellas muestra la precaria situación que viven las mujeres y niñas en la sociedad afgana, dominada por hombres. Por eso, en cada obra muestra y retrata situaciones de diferentes mujeres, dando a sus personajes un rostro diferente: de poder, ambiciones y voluntad de futuro. Su lema deja claro cuál es su intención y lucha: “El arte cambia la mente de las personas y las personas cambian el mundo”.