En clave de geopolítica internacional, este sábado se celebra la Cumbre del G20 en Johanesburgo (Sudáfrica), donde distintos líderes mundiales, como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, asistirán a la cita. Aunque la misma se celebrará con ausencias de calado: desde los presidentes de China, Xi Jinping; Rusia, Vladimir Putin; Argentina, Javier Milei; México, Claudia Sheinbaum; hasta Estados Unidos, Donald Trump.

Previsiblemente, la cita acabaría sin acuerdo entre los países asistentes, tampoco hay sobre la mesa avances importantes. Sobre este escenario, y por su parte, Sánchez defenderá que, al menos, no se den pasos atrás en las materias que más interesan a España, como la lucha contra el cambio climático o el refuerzo del multilateralismo. Por primera vez, la Casa Blanca no enviará representante, ni Trump ni ningún sucedáneo, dejando la silla de Estados Unidos vacía pese a la alta relevancia de esta cita en clave internacional.

Según trasladan fuentes gubernamentales, la cumbre no concluirá con una declaración que recoja acuerdos entre todos los asistentes ante la imposibilidad de llegar a un consenso. El G20, apuntan, refleja el estado del mundo y en esta ocasión la posición estadounidense ha hecho imposible conseguir una declaración acordada. En su lugar, la presidencia sudafricana presentará un resumen donde volcará su visión de los asuntos abordados en el último año, pero se trata de un documento no vinculante que no compromete a nada a los estados.

España, “invitado permanente”

El peso que denotará el Gobierno de Sánchez en la cumbre del G20 será relevante en esta ocasión, puesto que las fuentes de Moncloa han avanzado que la sintonía con el Ejecutivo sudafricano ha permitido incorporar la visión del Ejecutivo de Sánchez en puntos importantes de este texto. Motivo por el cual, España es partidaria de obtener un resultado más conservador, pero que al menos no incluya pasos atrás en materias clave como el refuerzo del sistema multilateral, el respeto a la legalidad internacional, la defensa del comercio internacional y la lucha contra el cambio climático.

Las temáticas centrales del debate entre las distintas potencias mundiales se centrarán en la solidaridad, la igualdad y la sostenibilidad, aunque el contexto actual ha impedido llevar a cabo discusiones a fondo. A su vez, se presentarán otros documentos de índole secundaria, además de otro informe sobre el proceso de revisión del funcionamiento del G20, con algunas propuestas para mejorar la coordinación y la continuidad entre presidencias y consolidar la presencia de organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI) de los que el G20 se nutre.

El Gobierno de Sánchez espera que de este informe aparezca una mención escrita al estatus de España en este foro, donde acude no como miembro sino como "invitado permanente".

Con estos puntos encima de la mesa de discusión, Sánchez acude este sábado a la cumbre con la intención de defender las posiciones previamente defendidas ante la ONU, que no se dé ni un paso atrás en la defensa del sistema multilateral y la lucha contra el cambio climático y que la lucha contra la pobreza y la desigualdad continúen siendo una prioridad internacional.

Durante la duración de la cumbre este fin de semana, Sánchez intervendrá en las sesiones 'Un crecimiento económico sostenible e inclusivo que no deje a nadie atrás' y 'Un futuro justo y equitativo para todos'. Asistirá, sin intervenir, a la jornada sobre 'Un futuro justo y equitativo para todos'. Asimismo, el domingo comparecerá ante los medios de comunicación y posteriormente pondrá rumbo a Luanda (Angola) para acudir a la cumbre Unión Africana - Unión Europea.

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