Las autoridades libanesas han decidido prolongar el cierre de todos los centros educativos del país, incluyendo colegios, guarderías y universidades, al menos hasta el final de esta semana. Esta decisión se ha tomado como medida de precaución debido a los recientes ataques perpetrados por Israel en el sur de Líbano, que han resultado en la trágica pérdida de más de 550 vidas.
El ministro de Educación de Líbano, Abbas Halabi, ha manifestado a través de un comunicado que la medida busca proteger la seguridad de los estudiantes y el personal docente frente a la escalada de violencia. Halabi ha señalado que el cierre afectará tanto a instituciones públicas como privadas, y ha explicado que más de un centenar de edificios escolares están siendo utilizados actualmente como refugios para acoger a las miles de personas desplazadas por los bombardeos.
Sube el número de desplazados
El número de desplazados internos en Líbano ya asciende a al menos 16.500, según los datos proporcionados por el Gobierno libanés. Estas cifras reflejan la dura realidad que enfrenta el país en medio de este recrudecimiento del conflicto.
En medio de esta situación crítica, el primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, ha viajado este martes a Nueva York. Su objetivo es participar en el período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. A pesar de la creciente tensión en la región de Oriente Próximo, Mikati busca atraer la atención internacional hacia la grave situación que enfrenta su país y obtener apoyo para manejar la crisis humanitaria que se está desarrollando.