El secretario general de la ONU, António Guterres, ha dirigido una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para exponer sus preocupaciones respecto a las implicaciones del Derecho Internacional que surgen tras la reciente prohibición, por parte del Parlamento israelí, de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en Israel y en los territorios palestinos. En una rueda de prensa, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, confirmó la existencia de la carta y subrayó que hay un periodo de 90 días antes de que la normativa entre en vigor. Durante su intervención, Dujarric lamentó que, "de aplicarse, está claro que tendrá un impacto devastador en la situación humanitaria de los palestinos en los territorios ocupados".
Tanto Guterres como el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, han establecido contacto con la Asamblea General para mantener al organismo al tanto de la situación, ya que el mandato de la misión proviene de la Asamblea General. Según han señalado, "por supuesto, pediremos orientación a la Asamblea General en caso de que se aplique esta ley".
The vote by the Israeli Parliament (Knesset) against @UNRWA this evening is unprecedented and sets a dangerous precedent. It opposes the UN Charter and violates the State of Israel’s obligations under international law.
— Philippe Lazzarini (@UNLazzarini) October 28, 2024
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El Parlamento de Israel aprueba la prohibición de la UNRWA
El jefe de la ONU defendió la labor "esencial" de la UNRWA tras la aprobación de la ley en la Knesset que prohíbe su actividad. Guterres enfatizó que "no hay alternativa a la UNRWA", destacando la relevancia de la agencia en la región. Además, hizo un llamamiento a las autoridades israelíes para actuar "de forma coherente" con sus obligaciones según la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Este llamado busca asegurar el cumplimiento de las normativas internacionales.
El secretario general también subrayó que la legislación nacional "no puede alterar esas obligaciones", reiterando la necesidad de que las leyes internas de un país se alineen con los compromisos internacionales asumidos. Esta declaración pone de manifiesto la tensión entre las legislaciones nacionales y las obligaciones internacionales, un tema recurrente en el ámbito diplomático. La comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos para evaluar sus posibles repercusiones.
