El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, confirmó este viernes que el Gobierno evacuará al personal de la Embajada Española en Sudán y aseguró que se esperará a que se produzca una "tregua efectiva" de la violencia y "no simplemente nominal" para iniciar las operaciones de evacuación.

El ministro apuntó, durante la tarde del viernes en una rueda de prensa en Berlín junto a su homóloga alemana, Annalena Baerbock, que España tiene istos dos aviones militares en Yibuti, a unos 1.000km de Jartum, para proceder a la evacuación de los españoles que se encuentran en Sudán una vez se den las condiciones para ello.

"Como siempre, el embajador será el último español en salir del país, tal y como ya ocurrió en Afganistán", ha asegurado Albares. "La Embajada está plenamente operativa pero ya no puede prestar servicio público a los ciudadanos", ha añadido. "No podemos poner en riesgo a nuestros funcionarios diplomáticos. El personal está desplazado hasta una ubicación que no podemos desvelar por motivos de seguridad", ha asegurado.

En total, los españoles esperando ser evacuados del país son 60, en una operación que, en palabras de Albares a la Cadena SER, "desgraciadamente no ha podido comenzar aún". "Aunque los aviones están preposicionados para iniciar las labores de evacuación del país, es imposible saber cuándo va a empezar esta operación, dada la dureza y la frecuencia de los combates", ha explicado.

"Estamos esperando a una tregua efectiva"

"Estamos esperando a una tregua que sea efectiva, no simplemente nominal, porque ya se ha anunciado alguna tregua, pero no se ha cumplido", ha señalado Albares, que también ha declarado que España ya ha iniciado "las operaciones de reagrupamiento" de los españoles que estaban en Sudán para salir desde Jartum, la capital del país.

A su vez, Albares ha asegurado que "España va a ser solidaria" al ser preguntado por si el Gobierno también va a evacuar a ciudadanos de otros países. Polonia, Brasil y México, entre otras naciones, han solicitado la repatriación de sus ciudadanos. "En estos momentos tan complejos tenemos que ayudarnos y tenemos la fortuna de tener unos aviones militares que tienen una capacidad para transportar a esos 60 españoles y al resto de los nacionales que nos han pedido ayuda hasta ahora", ha afirmado Albares, quien también ha dicho que mantuvo conversaciones con el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, "por si era necesario ayudar" desde España "al personal de la delegación de la Unión Europea".

Contexto de guerra en Sudán

La tercera guerra civil sudanesa estalló el 15 de abril de 2023, con la disputa de combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar apoyado por Rusia y por el Ejército Nacional Libio que, tras una semana de conflicto oficializado, controla toda la falda del sudoeste del país y el corredor central del mismo. Esta guerra surge como rescoldo de un conflicto que se prolonga ya desde 2011, cuando se produjo la secesión de Sudán del Sur después de que el expresidente Omar al Bashir estuviera al mando durante un conflicto en la región de Darfur (oeste del país), llevando a cabo una violencia estatal que le acarreó cargos de crímenes de guerra y genocidio.

En 2019, al Bashir fue derrocado y los militares tomaron el poder, instaurando un Consejo Militar Transitorio. La situación del país, con una economía en estado crítico y con elevada tensión bélica, motivó que los militares acordaran entregar la autoridad a un gobierno civil, acordando la constitución del mismo a fecha 6 de abril de 2023 mediante un acuerdo formal.​Acuerdo que nunca llegó a materializarse: las tensiones entre los líderes militares, el general Abdelfatah al Burhan, actual jefe de Estado de facto y presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), y el comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido y vicepresidente del CST, el general Mohamed Hamdan Dagalo, frustraron las negociaciones. ​

Hamdan Dagalo ha hablado este sábado con el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre el deterioro de la situación política y humanitaria en Sudán, y han coincidido en la necesidad de un alto el fuego completo y de ofrecer protección a trabajadores humanitarios y médicos.

"Hoy recibí una llamada telefónica del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, durante la cual discutimos todos los temas relacionados con la crisis actual, a la luz de la tregua humanitaria, y la importancia de abrir pasajes seguros para ciudadanos y residentes y facilitar su circulación para obtener una posible asistencia", ha publicado el líder de las RSF en su cuenta de Twitter.

"Le agradezco a Guterres su interés en la seguridad y estabilidad de Sudán, y solicito a la ONU que agudice sus esfuerzos en los aspectos humanitarios para mitigar los efectos de la crisis en la población civil", ha añadido.

 

El Ejército de Sudán anunció este viernes que aceptaba la tregua de tres días de duración ofrecida por las RSF con motivo del fin del Ramadán. Sin embargo, escasas horas después de este anuncio ambos contendientes han vuelto a acusarse mutuamente de violar la tregua anunciada.

Las hostilidades estallaron el pasado sábado en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la reforma del aparato de seguridad y la integración de la fuerza paramilitar. Una de las principales razones de esta disputa, además del largo contexto de este país en su frontera sur y en el oeste, es la insistencia de las RSF de ser incorporadas en el ejército en un plazo de diez años, mientras que el propio ejército desea que esta adhesión se produzca en un plazo de dos años.

Por el momento, la tregua está en la mesa a pesar de las acusaciones mutuas, y la evacuación de los ciudadanos extranjeros dependerá de la correcta aplicación de este armisticio temporal, aunque, como ya indicó Albares, "es imposible saber cuándo van a poder comenzarse las labores de evacuación". ​​