Desde su defenestración, el exlíder del PP, Pablo Casado, ha ocupado un lugar muy discreto sin realizar declaraciones ni prodigarse en apariciones públicas. Ahora, sorpresivamente para el PP nacional, conocemos que ha sido invitado a participar en la próxima sesión anual del influyente Club Bilderberg a la que acuden aproximadamente las 130 personas más influyentes del mundo.

Banqueros, políticos relevantes, jefes de Estado, financieros internacionales o dueños de los principales medios de comunicación, son algunos de los perfiles que reciben la exclusivísima invitación reservada para la élite mundial. Algo que sin duda habrá agradado a Casado, mucho más tras la cruel humillación recibida y traiciones sufridas, pero, al mismo tiempo, una invitación que en el Partido Popular y sus dirigentes no ha sido bien recibida.

Casado participó este pasado jueves y estará presente como invitado este próximo domingo en Washington, lugar donde el Club Bilderberg organiza este año su sesión. En esta edición la reunión toma más importancia si se tiene en cuenta que lleva sin celebrarse dos anualidades debido a la pandemia. El Covid obligó a suspender los cónclaves de 2020 y 2021 y ahora se reanuda con esta sesión, que será la número 68.

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¿Qué es y cómo funciona el exclusivo e influyente Club Bilderberg?

El llamado “Gobierno de Gobiernos” es una conferencia, grupo o foro creado en 1954 y que desde esa fecha se reúne una vez al año en complejos de gran lujo con sede en Europa, Norteamérica y Asia occidental para analizar los grandes temas internacionales y que afectan al mundo. Este foro es privado y casi secreto y, quizás, la organización secreta más controvertida del mundo. Como curiosidad valgan estos dos datos, la prensa no tiene acceso a las reuniones ni sus miembros y participantes pueden revelar detalles sobre los importantes asuntos que se analizan y debaten en su seno. El nombre de este club hace alusión al hotel de los Países Bajos en el que se desarrolló su primera reunión. Los asistentes e invitados son aproximadamente 130 que representan a 24 países. Su oficina está en Leiden (Holanda).

Sus inicios en Holanda de la mano de un dirigente polaco

El 29 y 30 mayo de 1954, en plena Guerra Fría, el consejero político polaco Joseph Retinger, a causa del antiamericanismo que estaba provocando el Plan Marshall en Europa, impulsó junto al exministro belga Paul Van Zeelandun, el príncipe Bernardo de Holanda y el banquero y multimillonario David Rockefeller, un encuentro de las personas más influyentes y poderosas del mundo. En principio fueron dos representantes por cada país intentando que hubiese un reflejo diverso de las distintas ideas, uno de tendencia conservadora y otro de corte progresista. Dicha primera reunión fundacional se celebró en Oosterbeek, cerca de Arnhem (Países Bajos) en el Hotel de Bilderberg, que dio nombre al club.

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Tras el éxito y consensos acordados en Oosterbeek, se decide que se consolide el club con una reunión anual en distintas ciudades europeas mandatando al propio Joseph Retinger, para su gestión y nombrándolo secretario permanente. Al mismo tiempo se crea un Comité de dirección de Club Bilderberg y que organiza una red de personajes que se podrían invitar unos a otros de manera privada. Hasta 2004, fecha de su fallecimiento, su fue el príncipe Bernardo de Holanda.

Fundacionalmente se define el objetivo del club: “Hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo”. También, en la medida de lo posible, “controlar la economía mundial” entre los miembros del club. Sus deliberaciones son secretas y no se levanta ningún acta ni documento de lo que allí se habla.

¿Quién paga la lujosa y costosa reunión del Club Bilderberg?

La mayor cuantía de los fastos recae sobre el Estado anfitrión y el resto forma parte de los varios secretos que rodean a este foro. Aún se recuerda la indignación que causó en 2013 en la opinión pública de Reino Unido, la difusión del gasto que había significado para el erario público. Se supo que la reunión del club había costado a los contribuyentes británicos casi 2 millones de libras en 2013.
Las medidas de seguridad que se adoptan durante los cuatro días que duran las reuniones son enormes. Se establecen dispositivos policiales asimilables a cumbres políticas de alto nivel.

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El Club y la reunión de Sitges

España acogió en 2010 la reunión del Club Bilderberg en el hotel Dolce de la localidad barcelonesa de Sitges. Participaron la entonces Reina Sofía aunque en calidad de oyente. José Luis Rodríguez Zapatero asistió como invitado al ser presidente del gobierno del país anfitrión. A dicho cónclave acudió también el presidente de Microsoft, Bill Gates, Eric Schmidt, presidente de Google, Peter Sutherland, presidente de Goldman Sachs International o el ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger.

Los asistentes españoles a la reunión de Bilderberg celebrada en Sitges fueron César Alierta, Joaquín Almunia, Jaime Carvajal Urquijo, Juan Luis Cebrián, Gustavo A. Cisneros,José María Entrecanales, Bernardino León, Juan María Nin, Ignacio Polanco, Matías Rodríguez Inciarte, Ana Patricia Botín y Javier Solana, además de la ya mencionada Reina Sofía y entonces Presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Daniel Estulin, un exespía y experto que ha logrado romper el silencio que rodea las reuniones del club más exclusivo del planeta, mantiene en su libro crítico con este foro, “La verdadera historia del Club Bilderberg”, que en sus reuniones de cuatro días se toman las grandes decisiones que mueven el mundo. Piensa Estulin que en esas sesiones se mueven los hilos de los organismos internacionales. Pese a que el club siempre ha planteado como objetivo impulsar mayores cotas de entendimiento entre Norteamérica y Europa tras la Segunda Guerra Mundial, en opinión de sus críticos, en este caso de Estulin, piensa que es la defensa de los intereses de una casta integrada por élites blancas de Europa y Norteamérica para mantener los privilegios que estuvieron en peligro tras el proceso de descolonización.  

Sin embargo, actualmente y con el deseo de hacer más transparentes sus actuaciones y objetivos, el club Bilderberg se ha dotado de una página web que, aunque escueta, informa de su historia y objetivos, así como hace pública las listas de invitados a las reuniones y los puntos tratados.