Tras un debate lleno de tensión y mucha incertidumbre en el Senado, Giuseppe Conte ha superado la votación de confianza con 154 votos, pero con una mayoría relativa por debajo de la absoluta situada en los 161. Para ello ha contado con el apoyo de tres diputados de Fuerza Italia, el partido de Berlusconi, que ha causado las iras de su actual líder parlamentario Antonio Tajani. Por votar a favor han sido expulsados del partido.

Esta partida es decisiva para el futuro de Italia. Conte sí obtuvo el lunes la mayoría absoluta de la Cámara de diputados con 321 a favor y 259 en contra. Pero la mayoría relativa tan escasa deja al gobierno en una situación de debilidad, a la espera de que el primer ministro consiga el apoyo de algunos parlamentarios de centro, tras unas negociaciones.

Además estas decisiones son claves ya que si Renzi no llega a abandonar el parlamento en el momento de la votación, es decir: se han abstenido, Conte hubiera tenido que dimitir al no obtener la mayoría simple del parlamento. No obstante, Conte deberá tendrá que acudir al palacio del Quirinal y explicar sus planes a Sergio Mattarella, quien valorará la situación política.

Votación de la moción de confianza de Conte. Diario Corriere della Sera.
Votación de la moción de confianza de Conte. Diario Corriere della Sera.

Conte ha buscado el apoyo de los centristas

Durante su discurso, Conte aseguraba que "nada será como antes", después de la crisis de Gobierno abierta hace seis días por el líder de Italia Viva, Matteo Renzi, que decidió abandonar la coalición. En este momento el Gobierno italiano está formado por el Movimiento 5 Estrellas, Partido Democrático y Libres e Iguales.

También ha querido cargar contra Renzi. "Les aseguro que es complicado gobernar con quienes continuamente socavan un equilibrio político logrado pacientemente por las fuerzas mayoritarias. Necesitamos mujeres y hombres capaces de huir del egoísmo. Que sean personas dispuestas a reconocer la importancia de la política. Cuando la política desaparece, se corre el riesgo de quedar al margen o, peor aún, llevar a la rabia o al enfrentamiento violento", decía durante su discurso a los senadores.

Una crisis que solo aporta mala imagen

La crisis provocada en el seno del Gobierno de Italia es entendida por pocos, teniendo en cuenta el contexto en el que se produce debido a la pandemia y la recesión económica. "¿Realmente había necesidad de esta crisis? Con esta crisis toda la clase política corre el riesgo de perder el contacto con la realidad", decía muy duro Conte en referencia a la Unión Europea.

El discurso del primer ministro se ha centrado en pedir la confianza a los parlamentarios, que "tienen en el corazón el destino e Italia". En concreto, Conte pensaba en diputados y senadores que en los próximos días podrían abandonar sus respectivos grupos parlamentarios y formar una nueva fuerza política para apoyar al Gobierno.

Para ello ha prometido una ley electoral proporcional, destinada a los parlamentarios de centro que se mueven en partidos pequeños. Incluso Giuseppe Conte podría formar su propio partido, denominado "Insieme" (juntos). Las encuestas le darían hoy entre el 10 y el 12% de votos, si las elecciones se celebraran hoy, en detrimento del Partido Democrático y Movimiento 5 Estrellas.

Renzi, Salvini y Meloni, muy duros contra Conte

Matteo Renzi, la persona que abrió la crisis en el Gobierno con el argumento de que el primer ministro no ha sabido presentar un adecuado plan para el Fondo de Reconstrucción, ha asegurado que el primer ministro "sirve un ejecutivo más fuerte, ponga al centro las ideas y no en la poltrona; el país no se merece este mercado indecoroso", por la búsqueda de votos del primer ministro.

El líder de la Liga, Matteo Salvini ha dicho que "hay un escuálido baile de compraventa de senadores", a la vez que "el país está en crisis". Además, junto a la líder de Hermanos de Italia, Georgia Meloni, exigían elecciones anticipadas.