La justicia de Japón ha liberado este jueves a Iwao Hakamata, un exboxeador profesional de 88 años, quien había pasado más de cinco décadas en el corredor de la muerte por un asesinato múltiple ocurrido en 1966, un crimen que siempre negó haber cometido. Este fallo judicial representa una absolución histórica, especialmente después de que se descubriera que los investigadores a cargo del caso falsificaron pruebas relevantes. Hakamata es el preso que más tiempo ha estado bajo pena capital en la historia de Japón, con 58 años en el corredor de la muerte.
El nuevo juicio contra Hakamata comenzó en octubre del año pasado en la prefectura de Shizuoka, situada en el este del país. A pesar de que fue excarcelado en 2014 tras presentarse nuevas pruebas, los fiscales insistían en su condena a muerte por el asesinato de cuatro personas. Durante el juicio, se reveló que las pruebas contra él, incluyendo cinco prendas de ropa que supuestamente llevaba puestas durante el asesinato, habían sido manipuladas.
Es el reo que más tiempo ha pasado en el corredor de la muerte de Japón
Los defensores de Hakamata han celebrado la decisión judicial, que además señaló que la confesión del acusado fue obtenida bajo tortura. Los abogados del exboxeador argumentaron que la información nueva demostraba su inocencia, mientras que los fiscales mantenían que había suficientes indicios para su ejecución. Las prendas en cuestión fueron encontradas en un tanque de miso de la fábrica donde trabajaba, cerca del lugar de los asesinatos, 14 meses después del crimen.
Hakamata fue detenido en 1966 por el presunto asesinato del director general de la empresa donde trabajaba, su esposa y dos de sus hijos, encontrados muertos por heridas de arma blanca en su casa, que además había sido incendiada. A pesar de haber confesado durante un intenso interrogatorio, Hakamata no reconoció los crímenes durante el juicio posterior.
Amnistía Internacional pide abolir la pena de muerte tras la liberación de Hakamata
Amnistía Internacional ha aplaudido la decisión de la justicia japonesa y ha destacado que este caso subraya la "profunda injusticia" que Hakamada soportó durante casi medio siglo de encarcelamiento injusto. Boram Jang, investigador de la ONG para Asia Oriental, ha recordado que Hakamada esperó diez años la celebración de un nuevo juicio, una lucha que también fue apoyada por su hermana Hideko y sus seguidores.
Al celebrar este día de justicia para Hakamata, Amnistía Internacional ha reiterado su llamado a Japón para que aboliera la pena de muerte. La organización insiste en que solo la abolición completa de la pena capital garantizará que errores tan graves nunca se repitan y que no se prive a personas de la vida de manera irreversible y arbitraria. Amnistía Internacional seguirá presionando por la abolición de la pena de muerte y por reformas que garanticen equidad y justicia para todos.