El periódico estadounidense The Washigton Post reveló el pasado 6 de abril unas filtraciones de documentos del Pentágono acerca de los planes de la Casa Blanca y los Estados miembro de la OTAN conforme a la guerra de Ucrania. Una semana después, el mismo rotativo apunta a que el presunto autor de la operación habría sido un joven trabajador de una base militar.
Este trabajador habría compartido a través de la plataforma de mensajería Discord el pasado 28 de febrero los documentos altamente confidenciales, punto desde el que se expandieron llegando cada vez a más usuarios, pese a que los Servicios de Inteligencia no llegaron a detectarlo hasta un mes después.
Contenido confidencial sobre la guerra de Ucrania
Las informaciones que no han tardado en llegar a todos los rincones del mundo apuntan a datos específicos sobre la ayuda que la Alianza Atlántica pretende prestar a las tropas de Ucrania.
También se revelan que las fuerzas de Volodímir Zelenski estarían, a estas alturas de la guerra, que cumple más de un año, sin material armamentístico suficiente de los sistemas de defensa S-300 de origen soviético.
Asimismo, y sobre la contraofensiva que prepara Ucrania para los próximos meses, los documentos filtrados adelantan que esta operación podría verse afectada por las dificultades de Kiev para reunificar “tropas, municiones y equipos” en mitad del violento pulso con Moscú. De este modo, el Pentágono apunta a que esta misión podría quedar, como resultado y de ejecutarse con estos términos, “muy por debajo” a lo esperado.
No obstante, la ‘cara B’ de las filtraciones apuntan al espionaje estadounidense sobre otros países aliados. Dichos archivos señalan que el Departamento de Defensa de EE.UU habría mantenido bajo vigilancia a Israel, Corea del Sur e incluso a Ucrania. En el caso del primer país, cabe destacar que el servicio de espionaje Mosad podría haber sido uno de los motores potenciales de las masivas protestas ciudadanas contra la reforma judicial de Netanyahu y que puso entre las cuerdas a su Gobierno. En cuanto a Corea del Sur, se recogen conversaciones entre autoridades de ambos países por las presiones que recibió la nación asiática para apoyar militarmente a Ucrania.
Cronología de la filtración
Fue a mediados de marzo cuando el principal sospechoso dejó de compartir estos escritos y documentos gráficos y, con el salto de la filtración a la esfera mediática y pública, los primeros implicados decidieron dejar de hablar por la primera plataforma para pasarse a un segundo servidor, donde el principal señalado confesó sentirse “confuso y perdido sobre qué hacer a continuación” debido a la magnitud de las consecuencias.
En este chat online, que se creó durante la pandemia, había en torno a una veintena de personas, algunos de ellos menores de edad y la mayoría hombres. Todos ellos compartían una ideología de derechas, religiosa y afín al uso de las armas. El presunto autor, según han desvelado los medios estadounidenses, se jactó en estas conversaciones de estar revelando informaciones que “el Gobierno no quiere que se sepan”.
Hasta la fecha, se desconoce quién está detrás y cuál sería el origen de la filtración, pero expertos ya apuntan a que esta sería considerada la más grave que está viviendo el Gobierno estadounidense desde 2013, cuando salieron a la luz los programas de espionaje que impulsó la potencia americana tras el atentado de las Torres Gemelas del 11-S de 2001.
La filtración de los documentos llega en un momento clave del conflicto, en el que se espera, tal y como señalan las informaciones, que Ucrania dé un paso al frente con una potente contraofensiva hacia las tropas de Vladimir Putin. Mientras, Europa continúa trabajando en el soporte y apoyo hacia Kiev y en la búsqueda de una solución diplomática que, en más de un año de conflicto, no ha dado resultado.
La estrategia de Putin está siendo blindar la frontera sur del país, rearmando sus defensas antiaéreas ante la posibilidad de un inminente ataque ucraniano. Motivo por el cual Rusia estaría en un punto de inflexión traslúcido en cuanto a sus próximos movimientos.
Respuesta de Estados Unidos
Por el momento, Estados Unidos ha optado por estudiar este escenario con lupa. El Departamento de Justicia ya ha abierto una investigación penal al respecto, mientras que el Pentágono analiza contrarreloj los daños de la filtración y la veracidad de los documentos que ahora todo el mundo conoce. El Departamento de Defensa estadounidense, por otro lado, ha calificado las informaciones filtradas de “material confidencial altamente clasificado”.
En cuanto a las estrategias y estado de las operaciones en Ucrania, en palabras del secretario de Estado, Anthony Blinken, apunta a que su país solo proporciona a Kiev “consejos y apoyo armamentístico”, siendo Ucrania la que tiene la última palabra “sobre cómo proceder” en el conflicto contra Rusia.
Debido a la ‘explosión’ mediática y geopolítica que han supuesto estos hechos, las reacciones también se han sucedido al otro lado del planeta. El Kremlin, por su parte, ha roto su silencio valorando como “bastante interesante” el contenido de los documentos: "El hecho de que Estados Unidos iniciara hace tiempo la vigilancia de varios jefes de Estado, especialmente en capitales europeas, ha salido a la luz en repetidas ocasiones y ha causado varios escándalos", señaló al respecto el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, según recoge el medio ruso Izvestia.
Estados Unidos continúa poniéndose en contacto con los principales representantes de los aliados más cercanos para expandir un mensaje de tranquilidad. La principal afectada, Ucrania, en el momento de la filtración, adoptó un papel pausado, tildando de “farol” la filtración. En conversaciones del líder de la diplomacia norteamericana con su homólogo, Dimitro Kuleba, se reafirmó la “defensa de la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania”.