Este viernes, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha firmado el indulto de 30 personas que fueron condenadas por "delitos relacionados con las protestas". Este acto llega cuatro años después de las masivas movilizaciones que desafiaron su victoria en las elecciones, marcando su sexto mandato desde que el país se independizó de la Unión Soviética. Según el servicio de comunicación de la Presidencia de Bielorrusia, entre los indultados se encuentran 14 mujeres y 16 hombres, algunos de ellos padeciendo enfermedades graves.
El comunicado oficial señala que "todos ellos admitieron su culpa, se arrepintieron sinceramente de sus acciones y se comprometieron a llevar un estilo de vida respetuoso con la ley". Este gesto de clemencia se produce justo cuando se cumplieron, el pasado 9 de agosto, cuatro años de aquellas controvertidas elecciones en las que Lukashenko obtuvo el 80 por ciento de los votos.
La situación de los presos políticos en Bielorrusia
Desde aquellos comicios, las protestas que siguieron y su subsiguiente represión han sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional. En respuesta, se han impuesto varias sanciones al gobierno de Lukashenko. La Unión Europea estima que actualmente hay unos 1.400 "presos políticos" en Bielorrusia. No obstante, esta cifra solo representa una fracción de los "miles de individuos que han entrado y salido de los centros de detención por motivos políticos desde el 2020", según fuentes europeas.
Este indulto podría ser visto como un intento de mitigar las tensiones tanto internas como externas, especialmente con la Unión Europea, que ha sido particularmente crítica con el manejo de la situación de derechos humanos en Bielorrusia por parte del gobierno de Lukashenko. Sin embargo, la liberación de estos 30 individuos es solo una pequeña parte del amplio espectro de personas que han sido detenidas por sus actividades políticas en los últimos años.