El Poder Judicial de Perú ha condenado a Alejandro Toledo, quien fuera presidente de Perú entre 2001 y 2006, a una pena de 20 años y seis meses de prisión. La sentencia responde a su participación en los delitos de colusión y blanqueo de capitales, relacionados con el caso "Interoceánica Sur", tramos II y III, que conecta Perú con Brasil. Según el fallo, Toledo se coludió con la empresa brasileña Odebrecht, facilitando mediante un soborno de 35 millones de dólares la adjudicación de la construcción de estos tramos carreteros, causando un grave perjuicio al Estado peruano.
La jueza Inés Roja Contreras, del Segundo Juzgado Penal Colegiado Nacional, ha impuesto nueve años de cárcel por el delito de colusión y once años y seis meses por el de lavado de activos. Además, Toledo deberá pagar una indemnización por reparación civil que asciende a 1.375 millones de soles peruanos (unos 338 millones de euros) y 463 millones de dólares (aproximadamente 427 millones de euros), y estará inhabilitado para ejercer cargos públicos durante tres años.
Durante el juicio, que contó con la participación de casi 120 testigos y más de 175 audiencias, se verificaron más de un millar de pruebas documentales. En su última intervención, Toledo, de 78 años, reiteró su inocencia y solicitó poder pasar sus últimos días en casa, mencionando que padece cáncer y problemas cardíacos. La jueza Roja destacó la responsabilidad de Toledo como "primera autoridad administrativa del Estado" en velar por la correcta administración y los intereses patrimoniales públicos, subrayando su deber de actuar con neutralidad e imparcialidad.
Toledo defiende su inocencia y alega problemas de salud
La defensa del exmandatario, liderada por el abogado Roberto Su, ha anunciado que apelará la decisión judicial, criticando lo que consideran "errores de tiempo" en la sentencia y cuestionando la competencia de la jueza. Su argumenta que no se ha demostrado que Toledo haya intercedido directamente, y confía en que una revisión en segunda instancia pueda revertir la condena.
Con esta decisión judicial, Alejandro Toledo se convierte en el primer expresidente de Perú en ser sentenciado en relación con la operación Lava Jato, un escándalo de corrupción que comenzó en Brasil y que implicó a la constructora Odebrecht en una red de corrupción institucional que afectó a varios países de América Latina. La lectura integral de la sentencia está programada para el 31 de octubre, fecha en la que se espera que la defensa formalice su apelación.