Rezaron rosarios, se pelearon con la policía, llevaron muñecas hinchables, se comieron las uvas y contaron con la presencia de buena parte de la política patria del país, desde Santiago Abascal hasta Javier Ortega-Smith, Juan García Gallardo o Esperanza Aguirre. Los ultras que se manifestaron a las puertas de Ferraz en noviembre de 2023, en unas protestas que arrancaron por las negociaciones de amnistía y acabaron repletas de inconexas reivindicaciones, volverán a ocupar la calle en la que se encuentra el cuartel general del PSOE este noviembre, en una reedición de unas marchas que obligaron a los socialistas a huir de su propia sede, acordonar y perimetrar la zona, temer por su propia seguridad y reclamar a todo el arco parlamentario que condenase un escrache continuado y violento.
Son ya varias las fechas que se han puesto sobre la mesa, aunque, por el momento, la más sonada y compartida es la de Núcleo Nacional. Concretamente, tal y como ha compartido este portal a través de sus redes sociales, la gran marcha contra Ferraz que rememorará las de 2023 se producirá el sábado 9 de noviembre. “Vuelta al origen, vuelta a Ferraz. Tic, tac”, escriben los convocantes.
Además, estas palabras vienen acompañadas de un vídeo de algo más de un minuto en el que, junto a música de batalla, exponen imágenes oscuras de las últimas marchas en las que mezclan reivindicaciones, símbolos religiosos y cargas de la Policía Nacional que en aquel momento trataba de mantener la paz y detener a los violentos. “Podemos dejar que acaben con lo grande que nos queda o salir a la calle. Depende de cada uno de nosotros”, especifica el vídeo con una voz en off.
La marcha arrancará en Plaza España a las 20.00 horas, desde donde emprenderán el camino hasta la sede del PSOE, donde culminará con las protestas por la corrupción que a su juicio envuelve a todo el Gobierno, encabezada por Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, encausada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios en una bizarra instrucción liderada por el juez Juan Carlos Peinado.
Un grupo con vínculos fascistas
Los convocantes, conocidos como Núcleo Nacional, se dieron a conocer de manera oficial este pasado 14 de abril de 2024, durante una presentación en el Espacio Ardemans, local en el que operan diferentes corpúsculos de la extrema derecha como Facta o Falange; aunque su canal en Telegram comenzó a hervir a partir de enero, dando pie al surgimiento de otros grupos en diversas comunidades autónomas a raíz de las manifestaciones contra la ley de amnistía.
Uno de los promotores del grupo definió este proyecto como una herramienta para alcanzar el objetivo que no es otro que “la conquista del Estado para devolver las leyes naturales, el orden, la defensa de la propiedad privada y la familia”. “Hay que abandonar ese buenismo de la paz porque hoy la paz supone la muerte de la nación”, abundó. Una ruina que a ojos de sus líderes está encarnada por homosexuales, trans, inmigrantes, la OTAN, las políticas liberales, los judíos, las élites globalistas, entre otros.
Un discurso que evidencia el calado de sus líderes o de la mayoría de sus miembros, que ocultan el rostro tras bragas o pasamontañas, aunque algunos de sus portavoces sí han revelado su cara. Por eso, trascendió que la cúpula de este movimiento ultra está compuesta por un conglomerado de falangistas, conspiranoicos o antiguos miembros de España 2000, aunque también un concejal de un pueblo de Madrid que sale del partido Hacer Nación.
