Este 11 de septiembre de 2021 se cumplen 20 años del día más trágico que se recuerda en Estados Unidos: el atentado contra las Torres Gemelas en Manhattan (Nueva York), que dejó a su paso más de 2.750 víctimas mortales y miles de familias destrozadas.

La otra cara de la moneda se encuentra en los supervivientes que, aunque consiguieron escapar del horror del atentado de 2001, las secuelas psicológicas persisten a día de hoy. La historia de Brian Clark, vicepresidente ejecutivo de Euro Brokers, es uno de los más conocidos. Además de relatar sus problemas aquel fatídico día para contactar con los servicios de emergencia 911, Clark se encontraba en la torre sur, concretamente en la planta 84, cuando se produjo el primer impacto. Al ir a ayudar a una de sus compañeras acompañándola baño de mujeres, impactada por el horror que veían a través de las ventanas, le salvó del segundo impacto que se produjo en la fachada sur de su torre, sólo unas pocas plantas por debajo de donde él se encontraba.

Esta historia se correlaciona con la de Ron DiFrancesco, quien coincidió con el vicepresidente de la compañía en los momentos más tensos antes del impacto del Vuelo 175 de United Airlines. Debido a la conmoción, todos sus compañeros intentaron ascender a la azotea del edificio, sin embargo, el humo, el fuego y la aglomeración impedían el paso. Una voz a lo lejos lo llamó, avisándole de que volviese a la planta 81; el desconocido siguió guiándole desde lo lejos hasta que consiguió descender hasta la planta 76, fuera de la zona del impacto. Ron se desmayó tras la huida y, tres días después al despertar en un hospital, comprendió que aquella voz anónima le salvó la vida.

Entre los supervivientes se encuentra Shumi Brody, una joven de 22 años que nada más comenzaba su primer día de trabajo pudo narrar después los terribles momentos del atentado en primera persona. En aquel momento, Brody se encontraba en la planta 44 rumbo a la 56 subida en un ascensor, lo que le permitió escapar. Al ver a los bomberos acceder al edificio y ayudarla pensó que se trataba “de un incendio en la cocina”, pero al ponerse a salvo comprendió la magnitud de la grave situación: "Fue uno de los días más oscuros que jamás conoceré", confesó a Daily Mail.

Imagen de una de las Torres Gemelas  durante el atentado del 11 S en Manhattan (EE.UU). EP
Imagen de una de las Torres Gemelas durante el atentado del 11-S en 2001 en EE.UU (Europa Press).

Tan solo un año después del atentado, Michael Wright relató su experiencia como superviviente por medio de la revista Esquire. “Vi cuerpos por todas partes, y ninguno estaba intacto. No puedo concretar cuantos. ¿Cincuenta o así? Recuerdo que me llevé una mano a la cara para bloquear esa visión. Mientras corría le gritaba a la gente que no mirara por las ventana, que estaban salpicadas de sangre porque alguien de los que había saltado al vació había caído demasiado cerca”. Además, también recordó cómo su huida al salir se frenó en seco al ver el edificio de 110 plantas desplomarse en cuestión de segundos: “La explosión fue brutal. Empecé a llorar. Es duro para mí imaginar ahora ese momento en el que estaba esperando mi destino final, escuchando ese ruido de miles de personas muriendo”.

El libro Un ángel en los escombros es la dura experiencia plasmada de su puño y letra de Genelle Guzman. La mujer fue la última superviviente que los bomberos encontraron con vida después de 27 horas bajo los escombros, pero fue rescatada por un hombre llamado Paul que no dudó en tenderle su mano para ayudarla. “Desde entonces soy una persona totalmente diferente. Antes solo pensaba en divertirme y en ir de fiesta, pero aquello cambió mi vida. Encontré a Dios en el desastre”, relató en una entrevista a La Vanguardia.

Por último, y a pesar de que no fue una superviviente directa del atentado contra las Torres Gemelas, en la memoria de Carmen aún persiste el impacto psicológico de las imágenes del horror. “Ya estoy más que acostumbrada porque han pasado muchos años, pero cada vez que lo revives es como si estuviese pasando. Es una historia que te marca de por vida, pero obviamente no es lo mismo los primeros años que estás más compungida”, se sinceraba en una entrevista con La Voz de Galicia.

El terror que se vivió en las calles de Nueva York aquel día y que aún persiste en la memoria de millones de personas se hace más latente cada vez que cada 11 de septiembre se acerca en el calendario. Cabe destacar que, 20 años después, no todas las víctimas han sido identificadas tras el terrible suceso, aunque este año sí que las autoridades forenses han podido reconocer a Dorothy Morgan, una empleada de seguros de la ciudad de Hempstead, y otro hombre, del que sus familiares han pedido guardar el anonimato.

"No importa cuánto tiempo pase desde el 11 de septiembre de 2001, nunca lo olvidaremos, y nos comprometemos a utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos de que todos los que desaparecieron puedan reunirse con sus familias", destacó la directora forense de la ciudad de Nueva York, la doctora Barbara A. Sampson, en un comunicado oficial.