El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha sido condenado a 51 años y 11 meses de prisión por los delitos de prevaricación, continuado de fraude, cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales.

Correa es el cabecilla de la trama, de hecho, su apellido da nombre al caso, ya que “Correa” en alemán es “Gürtel”. Según la Audiencia Nacional, el cabecilla creó un entramado con las empresas de su Grupo que mantenía "un auténtico sistema de defraudación del erario público”.