Con motivo de las elecciones catalanas del 14F y con el objetivo de arañar un puñado de votos, Pablo Casado se aventuró a una suerte de revisionismo sobre la gestión de Mariano Rajoy para con Cataluña y, concretamente, por el referéndum del 1-O.  En una entrevista en RAC 1 el presidente del Partido Popular aseguró que no compareció aquel día porque no compartía la visión del entonces presidente del Gobierno y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. La hemeroteca le retrata, tal y como publicamos en ElPlural.com; y su nueva postura acarrea una nueva fisura con Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta salió a defender la actuación del Ejecutivo liderado por Rajoy durante el 1 de octubre de 2017 después de que Casado la echara a los pies de los caballos.

En una rueda de prensa celebrada este jueves, Feijóo dijo desconocer “cuál era la escaleta” de las comparecencias del 1-O. En cualquier caso, "a ningún español le gustó lo que pasó en los colegios" donde "aparentemente se votaba un reférendum ilegal”, afirmó; y añadió que “a nadie le gusta que los políticos intenten subvertir el orden constitucional de su país. Y tampoco a nadie le gusta ver los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado teniendo que disolver las manifestaciones. Pero lo que está claro es que ante un ataque al Estado, el Estado tiene que defenderse", ha manifestado Feijóo.

"La obligación de un Estado es defender la legalidad. Y eso fue lo que se hizo en Cataluña ese domingo", insistió el líder del PP gallego.

Cisma a la vista

La antigua cúpula del PP no da crédito a las declaraciones de Casado. “Aún estoy con la boca abierta y flipada”, recoge El País de un miembro de aquel equipo de dirección en el PP sobre la intervención de Casado. A juicio de esta persona, se trata de un “error” fruto del nerviosismo y la “inseguridad” generada por el previsible mal resultado del 14-F.

Además, varios ministros del Gobierno de Rajoy han negado que ese día Casado tuviera comparecencia alguna puesto que ya hicieron lo propio tanto el presidente como la vicepresidenta.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también optó por reivindicar el legado de Rajoy. Durante su intervención en un acto de campaña en Barcelona, ensalzó los “cuatro millones de puestos de trabajo” creados por José María Aznar así como que Rajoy “evitó la quiebra” y llevó a España prácticamente al “pleno empleo”.

Sus palabras no tardaron en interpretarse como una contraposición a la estrategia emprendida por Casado y que no solo ha generado una fractura con el antiguo PP, sino también con algunos de sus barones.