Un informe de sanidad de la Xunta de Galicia realizado en el colegio público Rosalía de Castro, en Carril (Vilagarcía de Arousa-Pontevedra), ha evidenciado que los 303 niños con los que cuenta el centro (hasta sexto de Primaria) han estado expuestos a niveles de hierro que duplican los valores máximos permitidos para el ser humano. Lo escandaloso, además de la precariedad en la que se encuentra la escuela, es que la actuación del Gobierno autonómico llegó después de la reiterada denuncia de las familias y no gracias al control de la Consellería de Educación.

"Color amarillento y partículas flotantes"
El demoledor informe de la Xunta llegó un mes después de que las familias denunciaran ante el Departamento provincial de Educación y la Consellería de Sanidad que el agua que salía de los grifos presenta “un color amarillento y con partículas flotantes”. Un primer análisis levantó la alarma entre los padres y se prohibió el consumo del agua del colegio a los niños. El Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa, que preside el socialista Alberto Varela, decidió suministrar agua embotellada, una medida que mantendrá hasta que se efectúe el cambio de tuberías.

Más del doble legal permitido
La primera prueba realizada al agua, en febrero, reflejó que el nivel del hierro superaba los límites permitidos, como temían las familias. Un segundo análisis disparó las cifras registradas hasta los 1.293 microgramos. La Consellería encargó un tercer examen, ya en marzo, que elevó la presencia de hierro hasta los 1.440 microgramos, más del doble legal permitido para el consumo humano. El resultado se ha conocido ahora.

La Xunta dice que la reforma será "inmediata"
Según ha respondido la Xunta de Galicia a las preguntas de El Plural se “va a poner en  marcha de forma inmediata las obras de reforma de los tubos del CEIP Rosalía de Castro de Carril (en Vilagarcía), ante los resultados de las analíticas practicadas en el agua del centro”.

La Xunta reconoce que “los resultados dan una elevada presencia de hierro en el interior del centro, aunque también en algunas acometidas exteriores (pero con niveles inferiores) por lo que es necesario cambiar los tubos por los que circula el agua”.

“Las obras, que ahora mismo están evaluando los técnicos de la Consellería- se harán por la vía de emergencia y consistirán en la sustitución de los tubos que se encuentren en mal estado”, dicen las fuentes autorizadas de la Xunta, que añaden que “para garantizar la seguridad, desde la Jefatura Territorial de Educación se mantiene, por el momento, la prohibición de consumir el agua del grupo y, por lo tanto, se seguirá suministrando agua embotella al alumnado”.

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Uno de los baños. Foto cedida a El Plural por 'Diario de Arousa' (Gonzalo Salgado)

Aseos sin puertas y con baldosas rotas
Las mismas fuentes han explicado que “fruto del acuerdo entre Xunta y Concello, se acordó que ambas administraciones van a colaborar para afrontar, en una segunda fase, las obras de reforma de los aseos del colegio”.

Hasta hace dos años, en baños de niñas había urinarios de pie. Los retiraron, pero taparon los huecos sin alicatar y por los huecos se colaban los malos olores. “Los váteres de los baños del colegio carecen de tapas, las tuberías están a la vista, las baldosas rotas y los suelos, irregulares; los cubículos no tienen puertas y los tabiques que separan los váteres tienen sus bases carcomidas”, denuncian las familias.

La reforma de los aseos es competencia de la Xunta
La reforma de los aseos (alrededor de 15) es competencia de la Xunta y no del Ayuntamiento, según ha explicado el alcalde de Vilagarcía de Arousa, el socialista Alberto Varela, en respuesta a las preguntas de El Plural. “Se intenta cargar obras que requieren inversión a los ayuntamientos, que deben asumir trabajos menores, como el cambio de la cerradura de una puerta, la rotura de un cristal o pintura”.

Varela ha indicado que no es la primera vez que la Xunta exige a su Ayuntamiento financiar al 50% obras en colegios públicos del municipio y recuerda como ejemplos los casos de un gimnasio en un centro en Rubiáns y de un comedor en Piñeiriño. “Si no estamos dispuestos a cofinanciar, te dicen que no, que no tienen dinero, y, claro, primero están los niños”.

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Fuente de agua clausurada en el patio del colegio para evitar que los niños beban. Fuente: familias

Feijóo "tiene poca querencia por lo público"
El alcalde ha decidido realizar con los medios del Ayuntamiento controles en los nueve colegios públicos del municipio ante “la alarma social” generada por la situación en el Rosalía de Castro de Carril.

Sobre la situación de la Educación pública en Galicia, el alcalde socialista afirma que el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo “tiene poca querencia por la Educación y la Sanidad públicas, a los que castiga con “recortes de presupuesto para su mantenimiento y con falta de personal”, mientras aumenta “los conciertos con las empresas privadas”.

La precaria situación del Rosalía de Castro evidencia que la Xunta no pone mucho empeño en la educación pública y que fallan los controles. Según han explicado las familias a El Plural, el delegado territorial de Educación, César Pérez Ares, “tiene en su poder desde hace tres años, al menos, un dossier enviado desde el colegio del mal estado de los baños y de la instalación de suministro de agua”.

Techos sujetos con cinta adhesiva 
Las familias denunciaron, además, el año pasado, que los techos de seis aulas estaban cubiertos por placas sujetas con tiras de cinta. La Xunta actuó después de que los medios de comunicación nos hiciéramos eco de la denuncia.