El Partido Popular y Vox rompieron en los gobiernos autonómicos, pero este miércoles han ido de la mano con severos ataques contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez. Tanto el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, como el presidente de la fuerza ultraderechista, Santiago Abascal, han renunciado al debate sobre regeneración democrática para dibujar al Palacio de La Moncloa como la “sede de los negocios familiares” del jefe del Ejecutivo. Presión de la pinza de la derecha y la extrema derecha en sede parlamentaria, mientras trataban de escenificar cierto distanciamiento tras el encontronazo por la derivación de menores migrantes no acompañados.

Complejo juego de equilibrios de la derecha y la ultraderecha. La ruptura de los gobiernos autonómicos ensanchó el margen entre Partido Popular y Vox. Posiciones separadas que han convergido de nuevo en la Carrera de San Jerónimo este miércoles, en la comparecencia a petición propia de Sánchez para rendir cuentas de los dos últimos Consejos de Europa, así como la presentación de las líneas maestras del Plan de Regeneración Democrática. En su intervención, el presidente del Gobierno apelaba a los grupos para abrir un canal de “diálogo” para la confección de esta batería de medidas. Debate del que se ha bajado el principal partido de la oposición y la extrema derecha.

Ataques a Sánchez

Tras la intervención del presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo se subía a la tribuna de oradores del Hemiciclo, por un tiempo limitado de 15 minutos. Un cuarto de hora instalado en el rechazando la mano tendida de Sánchez para confeccionar el plan de regeneración. El líder del principal partido de la oposición utilizó su turno inicial para retar al jefe del Ejecutivo a que aclare si el Palacio de la Moncloa se ha convertido en una “sede de negocios familiares”, calificando sus medidas de acción democrática como una suerte de “censura”.

Feijóo tildó de “sarcasmo” la palanca de 100 millones de euros en ayudas para la digitalización de los medios de comunicación, acusando al Gobierno de buscar una “pseudodemocracia” con sus medidas. “Yo le creo capaz de todo, así que no se ofenda, pero oírle a usted dar lecciones de regeneración democrática sería como oír al señor Otegi dar lecciones de derechos humanos”, espetó el líder del Partido Popular en sede parlamentaria, incidiendo en el acoso y derribo con la “corrupción” que atribuye al PSOE, al Gobierno y al entorno del jefe del Ejecutivo.

El relato de Sánchez es “falso” para el líder de la oposición, quién se preguntaba sobre por qué ni el presidente ni su círculo “lo denunció ante los tribunales”, colando en el debate una información del rotativo británico The Times. El medio inglés se ha hecho eco de las publicaciones sobre las reuniones de la esposa del jefe del Ejecutivo con el empresario Juan Carlos Barrabés en Moncloa. “¿También es fango?”, insistió.

En este sentido, para el conservador no es “ni ético ni estético” el comportamiento de Gómez en sus reuniones con empresarios, acusando a Sánchez de ocultarlo ante la ciudadanía. “Usted lo sabía y lo tapó. Lo tapó cuando se retiró cinco días a meditar ocultando que su mujer ya había designado abogado y procuradora. Lo tapó cuando se le preguntó si conocía las cartas”, subrayó el jefe de la oposición, quien instaba al presidente a que deje de “amenazar con la censura” que  a su juicio emana del plan de regeneración. “Conteste a cada una de las dudas que existen a su alrededor si tiene intención de hablar de regeneración democrática”, puntualizó.

Abascal y la “falsa oposición”

El ultraderechista recogió el testigo de su aún socio, aprovechando la ocasión para afearle su “falsa oposición” al pactar con el Gobierno cuestiones como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o la Junta Electoral Central (JEC), entre otros acuerdos de Estado. Santiago Abascal entiende que el consenso bipartidista no es “calidad democrática” y recrimina a Feijóo que hable de una pinza de Vox con el PSOE y de que la extrema derecha es el “mejor aliado de Sánchez”. “Que lo digan ustedes y que también encarguen a todos sus plumillas a que vayan a decirlo”, resumió.

Más allá del juego de equilibrios estratégico, Abascal recorrió la misma linde que Feijóo, retando a Sánchez a especificar “a cuantas empresas cotizadas que dependen de su regulación pública llamó personalmente para que recibieran”. El líder ultraderechista afea al presidente del Gobierno que “se atreva a hablar de regeneración” cuando su esposa “está imputada por corrupción”. “Este Gobierno está hundido en la corrupción económica, política e institucional”, ha arremetido un Abascal que acusaba al Gobierno y a Génova de “comprar a todos los medios de comunicación”. Lo que no ha hecho el dirigente de Vox, en cambio y al igual que Feijóo, es ponderar las medidas planteadas por el presidente.