Aceptemos que haya crisis de gobernanza en las democracias representativas y ya hay una cierta fascinación, también por desconocimiento, respecto del modelo del mandarinato. ¿Por qué? Porque si los dirigentes chinos dicen que van a hacer una cosa que rechazan mucha gente -diez centrales nucleares en los próximos quince años- todo el mundo dice 'la hacen seguro'. Si Obama dice que va a hacer una reforma del sistema sanitario y del sistema financiero, decimos '¿la hará?' Más bien creemos que no lo hará. Igualmente en California dicen 'vamos a hacer una política energética A o B o C'. ¿Y quién la va a hacer? ¿Quién se fía de un dirigente? Da igual, en cualquier país. En España hemos reducido todo el programa político de los próximos años a la reducción del déficit. El resto, si alguien me lo identifica, que lo diga.