El think tank de José María Aznar, FAES, ha aseverado que “Cayetana Álvarez de Toledo puede estar tranquila” ante las acciones judiciales que prepara el padre del vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, por llamarle “terrorista” desde la tribuna del Congreso. Y para explicar el motivo por el cual no tendrá recorrido judicial, FAES ha recurrido a un ejemplo de Arnaldo Otegi.

“El Tribunal Supremo condenó en su día a Arnaldo Otegui a un año de prisión por injurias a la Corona después de que Otegui dijera del rey don Juan Carlos que era ‘el jefe de los torturadores’”, recuerdan.

No obstante, añaden que “el Tribunal Constitucional confirmó la condena” pero “Otegi recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y en marzo de 2011 la Corte falló que calificar así al Jefe del Estado no era injurioso sino un ejercicio de libertad de expresión”.

“Es más, el Tribunal de Estrasburgo fijó una indemnización de 20.000 euros a favor de Otegui. Si calificar al Rey de ‘jefe de los torturadores’ es un comentario simplemente molesto u hostil, como decía la sentencia del TEDH, recordar que alguien militó en una organización que practicó la violencia terrorista sería, pongamos por caso, un ejemplo del derecho a difundir libremente información veraz”, concluyen.

A través del mismo comunicado, el think tan reprocha a Iglesias “su búsqueda constante de la provocación” y le acusan de ser “un tipo creado políticamente en la bronca y el escrache”: “Sus modelos no pertenecen a la historia de la democracia parlamentaria sino a los que la han combatido. Como populista agresivo que es, no busca más que la quiebra social, el antagonismo y la demonización de sus adversarios para convertirlos en enemigos. Es la expresión de una práctica de asalto a la democracia y de desestabilización de sus instituciones representativas”.

FAESA califica al vicepresidente de “chulesco” al acusar al PP de promover la insubordinación de la Guardia Civil mientras él “ha recorrido las herriko tabernas rindiendo homenaje a ETA y a la denominada izquierda abertzale por ser los primeros en conjurarse para destruir el sistema democrático de la Constitución; él, que elogia a los golpistas catalanes como demócratas y se inventa una teoría conspiratoria contra la derecha”.