El PP de Extremadura ha planteado a Vox la posibilidad de presidir las Cortes, sin embargo, la ultraderecha no está por la labor y amenaza con la repetición electoral.

Así se ha pronunciado el partido que a nivel nacional lidera Santiago Abascal después de la segunda reunión que han mantenido los equipos de una y otra formación. Los populares, eso sí, esperan que Vox “recapacite” y que el acuerdo con los que se postulan para ser sus socios de Gobierno acabe por llegar, aunque el tiempo apremia, ya que la Asamblea de Extremadura se constituye el próximo martes.

El documento habla de un acuerdo programático sobre el que se ha negociado, pero; en el momento de redacción de estas líneas, no hay pacto. “Esperemos que recapacite (…) Este es nuestro planteamiento, el que consideramos más adecuado para Extremadura y los extremeños poniendo los intereses de la región en el centro y en el que se plantea la presidente del Parlamento para Vox”, apuntan desde el equipo de María Guardiola.

El texto del PP que ha podido leer ElPlural.com consta de quince puntos para los cuales se ofrece la presidencia de la Asamblea a la ultraderecha a cambio de su apoyo para investir a la candidata popular: “Votar al candidato presentado por Vox a la presidencia de la Asamblea de Extremadura en la sesión constitutiva que tendrá lugar el día 20 de junio de 2023. En relación con una de las Vicepresidencias y una de las Secretarías de la Cámara, votar al candidato que presente el PP a cada una de ellas, renunciando Vox a la presentación de candidatura a las mismas (…) La presidenta del Partido Popular de Extremadura ostentará libertad para la confección del gobierno de la Junta de Extremadura, debiendo someterse al seguimiento periódico del cumplimiento de los compromisos que las partes asumen mediante el presente acuerdo”.

Por su parte, entre los puntos del acuerdo destacan una “rebaja integral de impuestos” o la educación “sin sesgo ideológico”, mientras que no menciona nada sobre la violencia de género.

PP y Vox en Extremadura

El PP quiere tomar la delantera a Vox en Extremadura, pero parece ser más la extrema derecha quien marca el tono del debate. De ella depende la gobernabilidad de la Junta en última instancia y ésta quiere exhibir músculo.

La presidenta de los populares extremeños quiso separar este pacto del de la Comunidad Valenciana, que se ha convertido en la segunda región después de Castilla y León en la que se ha consumado un pacto PP-Vox. Así las cosas, Guardiola considera que “cada comunidad autónoma tiene sus peculiaridades” y que cualquier acuerdo no se tomará “desde una perspectiva nacional, puesto que esta región no es moneda de cambio de absolutamente nada”.

La lista más votada de Feijóo

Si se viaja más en el tiempo, a principios de junio Guardiola pedía a Abascal que “por favor” dejara “negociar ya” al responsable del partido en la comunidad, Ángel Pelayo Gordillo, “o venga él a negociar” para que se culminara un acuerdo que la permitiera ser la presidente de la Junta.

Esto chocaba frontalmente con la tesis mantenida por el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, quien antes de los pactos en regiones y ayuntamientos defendía que debía gobernar la lista más votada y que dentro del PP “con un 35% de los votos no sería alcalde en ningún caso”, sino “un derrotado”.

El gallego mantuvo sus palabras, incluso tras ser preguntado por el pacto en la Comunidad Valenciana, cuando mantuvo que tenía que ser la formación con más apoyos la que gobernase, pese a no cumplirlo él. De este modo, hace menos de una semana, Feijóo señaló que habían planteado “desde hace meses, sin trampa ni cartón, que gobierne la lista más votada” y que “se lo volvían a plantear” a los socialistas. Esto era antes de la constitución de los Consistorios, cuando luego, dicho sea de paso, alcanzó acuerdos con la extrema derecha incluso en lugares donde no los necesitaba.

El líder de la oposición llegó incluso a justificar el pacto con la ultraderecha en la Comunidad mediterránea como salvadora de la repetición electoral y cargando contra el PSOE. “Mi posición sigue siendo que cuando un partido gana, si el otro partido le facilita la investidura, haremos pactos puntuales de acuerdo al reglamento de la Cámara”, pero el PSOE “nos ha dicho que no, en ningún caso”, apuntaba; asumiendo de manera drástica que “si el PSOE pierde y el PP no sacar mayoría absoluta, hay que repetir las elecciones, porque el PP no puede pactar con nadie”.