La mañana en la que se constituyen las Cortes está siendo de lo más interesante y polémica. El reparto de la Mesa, por parte de la derecha, coge tintes de novela de suspense. PP reprocha a Vox su veto a Ciudadanos y los ultras acusan a los conservadores de unirse al cordón sanitario del resto de partidos. Entre tanto, los liberales reprochan que el PSOE es quién está interesado en meter con calzador a la extrema derecha.

La constitución de la Mesa del Congreso ha traído un lío morrocotudo en la derecha española. A primera hora de esta accidentada mañana, Santiago Abascal publicaba un hilo en Twitter en el que acusaba al Partido Popular de sumarse al “cordón sanitario” a su partido. “Está en su derecho y tendrá que explicarlo a los electores”, señalaba el líder ultra.

Sin embargo, Abascal le reprocha a sus socios populares que amenace con un “cordón sanitario invisible” para que Vox “le regale su puesto a un partido que tiene diez escaños”. El líder ultraderechista esgrime que, como tercera fuerza política, le corresponden dos asientos en la Mesa del Congreso.

“Si el PP quiere que un partido con diez escaños tenga un puesto en la Mesa que lo ceda, pero que no obliguen a Vox a ceder uno de sus puestos para contentar a Ciudadanos, que son sus socios, no de Vox”, señala el líder de la ultraderecha visiblemente molesto con el modo de actuar de los populares.

El dirigente de Vox denuncia un “apartheid” contra Vox desde la izquierda y del separatismo, mientras que “otros se aprovechan de ese cordón sanitario para obtener ventaja y chantajear a Vox”. Advierte al PP que son los conservadores los que decidirán “si quiere una mesa con desequilibrio hacia la izquierda”.

La contestación de Egea

Vox no ha tardado en encontrar su respuesta. Teodoro García Egea, número dos de Pablo Casado, ha cogido su móvil para replicar al líder de la ultraderecha española. “Votándose a sí mismo en la Mesa, rechazando el acuerdo con Ciudadanos, Vox va a tener cero miembros y el centro derecha pierde”, señala el secretario general del PP.

Egea considera que, si Vox hubiera aceptado el acuerdo, la formación de extrema derecha tendría un miembro en la Mesa del Congreso con la fórmula 2+1+1. “El centro derecha gana”, continúa el número dos de los conservadores. “Algunos no entienden que España está por encima de los sillones”, reprocha.

Asimismo, Egea ha asegurado que este acuerdo deja al PP con los mismos puestos que tendría si se votara a sí mismo. “Este pacto lo hacemos por España y por sumar a todos contra el adversario común que es Pedro Sánchez. Vox se ha hecho un cordón sanitario a sí mismo”, explica un enfadado Teodoro García Egea, quien ha acusado a Vox de “no decir toda la verdad” al asegurar que Ciudadanos “no es necesario”.

Confrontación entre Ciudadanos y PSOE

Por otro lado, Ciudadanos, que vio cómo Vox se negaba a colaborar para que los naranjas tuvieran un puesto en la Mesa, ha acusado al PSOE de facilitar la entrada de los ultras. “Están dispuestos a que tengan dos puestos”, señalan desde el partido liberal, quienes explican que era estrictamente necesario que los socialistas dieran el visto bueno al acuerdo con el PP.

Los liberales habrían llegado a un acuerdo con el Partido Popular para estar presentes en la Mesa del Congreso, pero necesitaban la colaboración de un PSOE que se ha negado, según afirman desde Ciudadanos, a dar su apoyo a este pacto.

Por su parte, los socialistas han culpado a PP y Ciudadanos de la posible entrada de Vox en la Mesa del Congreso al no ser partícipes del acuerdo que el PSOE propuso a los dos partidos para hacer un cordón sanitario a los ultras.

Fuentes del PSOE afirman que su partido propuso un acuerdo que garantizaba cinco representantes socialistas y de Unidas Podemos, tres para el Partido Popular y el que queda para Ciudadanos. De esta manera se evitaría la entrada de la formación ultraderechista en la Mesa. Sin embargo, los socialistas han reprochado la negativa de conservadores y liberales a adherirse este acuerdo.