El grave ataque de neumonía que sufrió la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, la pasada semana, ha servido a la derecha más rancia para acusarle de hipócrita por ingresar en una clínica privada. Nadie se molestó en reparar en el hecho de que se trataba de una urgencia y, como tal, Valenciano acudió al centro más cercano a su casa. Pero, al parecer, a la dirigente socialista las críticas que más le han dolido han sido las de Esperanza Aguirre, quizá por el hecho de que la expresidenta madrileña es una de las que más se ha significado activamente contra la Sanidad Pública.

Es por ello que Valenciano ha utilizado su cuenta de Facebook para ponerle a la lideresa los puntos sobre las íes. Por su interés, reproducimos íntegro el mensaje de Valenciano:
Esperanza Aguirre ha tenido el cinismo de llamarme cínica por el hecho de haber estado unos días ingresada en una clínica privada. Y lo ha hecho como suele: con ignorancia, porque desconoce los hechos, y con el descaro oportunista que la ha hecho famosa.

Primero, los hechos:

Hace unos diez días, estando en mi domicilio, en Altea, sufrí una insuficiencia respiratoria aguda; como después se comprobó, se trataba de una neumonía que afectaba a los dos pulmones. Consulté a quien tenía que consultar, y la respuesta fue contundente: eso es una urgencia que requiere atención inmediata. No pierdas un minuto y dirígete al centro sanitario que tengas más próximo.

No pregunté más, simplemente, hice lo que se me indicaba; lo que cualquiera hubiera hecho. El centro sanitario más próximo a mi domicilio resultó ser la Clínica Benidorm, en la que se hicieron cargo de la gravedad de la situación y me atendieron al instante; y en la que he permanecido durante unos días hasta que los médicos han decidido darme el alta hospitalaria para continuar mi recuperación en casa.

Por cierto, tengo que agradecer a todo el personal de esa clínica la dedicación y la profesionalidad con la que me han atendido desde el primer al último momento de mi estancia.

¿Qué tiene que ver la defensa política de la sanidad pública, en la que siempre he creído y siempre creeré, con la reacción inmediata ante una emergencia médica? ¿De quién es aquí el cinismo?

Deseo, por supuesto, que Esperanza Aguirre no se vea en un momento de urgencia como ese. Pero si ocurriera, me parecerá muy bien que acuda al lugar que tenga más a mano para que la atiendan cuanto antes, sea público o privado; y le aseguro que no trataré cínicamente de obtener ventaja política de ello. Siempre he deseado buena salud a Esperanza Aguirre cuando he sabido que estaba enferma.

Por eso somos tan distintas.

Mientras tanto, yo seguiré luchando por defender la sanidad universal, pública y gratuita y ella seguirá tratando de destruirla.

También por eso somos tan distintas.