Quedan algo más de cuatro meses para las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo y las aguas se enturbian en el río socialista. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, presentará batalla a Pedro Sánchez precisamente a cuenta de este elemento, vinculado al trasvase Tajo-Segura, del que se nutre la agricultura de Alicante desde hace más de 40 años. Sus declaraciones alumbran una posición templada, a la par que contundente, frente al Gobierno central para defender el territorio valenciano después de que Moncloa diera por enterrado el acuerdo rubricado en noviembre para que el trasvase se extendiera más allá de 2025.

Pese a todo, Puig ha manifestado su postura en pos del diálogo y la negociación con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico con respecto al futuro del trasvase. Eso sí, el president ha dejado patente que no aceptará “imposición” alguna por parte del Gobierno central. Por el momento, ha solicitado a la Abogacía de la Generalitat que prepare alegaciones al proyecto de decreto sobre el plan hídrico, que remitirá al Consejo de Estado, organismo que estudiará la norma antes de su aprobación en el Consejo de Ministros.

Diálogo, pero con firmeza

Tan solo restan cuatro meses para unos comicios autonómicos que serán el entrante para las elecciones generales de finales de año, con todo lo que ello conlleva. Una cita crucial para todas las formaciones, por lo que cualquier disrupción puede ser clave en el devenir del resultado. Desde el entorno del president valenciano, según desvela El País, Puig velará por los “regantes valencianos” y mantendrá su “firmeza”. Eso sí, lo hará “sin quemar etapas antes de tiempo”. El propio mandatario regional recordó en una entrevista concedida a Onda Cero que lo acordado “tiene que mantenerse” y si no es así porque Moncloa precisa que hay que cambiarlo, “debería hacerse en el Consejo Nacional del Agua”. Bajo ningún concepto, sostiene, no se debería plantear en clave “enfrentamiento territorial”.

Los planes del Gobierno valenciano pasan por el restablecimiento del pacto de noviembre con el departamento que dirige Teresa Ribera. Una estrategia sustentada por el argumento de los miles de puestos de trabajo que genera la agricultura en la vertiente mediterránea, amén de su aportación a la alimentación del país. No quiere saltarse pasos y acudir a los tribunales de buenas a primeras, aunque no se descarta este paso en un medio plazo. De hecho, la Generalitat ya jugó la baza judicial en anteriores ocasiones.

Tranquilidad a los regantes

En clave monclovita, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha optado por rebajar los niveles de tensión. “Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a los regantes. Ha sido muy importante para nosotros a la hora de elaborar los planes hidrológicos ser realistas respecto a los riesgos porque queremos garantizar una economía solvente, que disponga del agua necesaria, no solo hoy, sino también en el futuro”, destacó. Según la titular del ramo, el real decreto contiene un aumento gradual del caudal del Tajo para asegurar que las inversiones en infraestructuras que permitan el trasvase de mayores niveles de agua a las cuencas receptoras no impriman un incremento de costes para los agricultores.

Ribera recoge el guante del diálogo e incluye en el articulado hídrico la creación de comisiones bilaterales con cada una de las comunidades que perciben agua del trasvase. Así, ha manifestado que su compromiso es que dicha comisión entre la cartera de Transición Ecológica y la Generalitat valenciana “pueda celebrarse antes de que acabe el mes de enero”.

Conflicto entre administraciones

El choque Puig-Moncloa no ha levantado la más mínima suspicacia en la ejecutiva federal del PSOE. A pesar de la cercanía a la cita electoral, en el cuartel general de los socialistas resuelven que el tira y afloja es algo "habitual" entre las diferentes administraciones del Estado, pues cada una defiende sus intereses. 

Confían en que Generalitat y el Gobierno central limen asperezas con prontitud. Lo demás, según apuntan voces autorizadas del PSOE a ElPlural.com, es "ruido que viene de donde viene". "Buscar otros problemas en estas cuestiones es algo interesado y solo busca titulares", precisan desde el entorno de la cúpula socialista.