Ante las preocupaciones expresadas por el juez Juan Carlos Peinado, que investiga la causa abierta contra la mujer del presidente, Begoña Gómez, el Gobierno se ha adelantado y ha preparado una corte de servicios para evitar más roces con el magistrado. El ministro de Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, ha sido el encargado de remitir una misiva al instructor en la que se le ofrece un coche oficial que le sirva como escolta hasta La Moncloa. Es en la sede de la presidencia hasta donde Peinado se deberá trasladar para tomar declaración a Bolaños como testigo el próximo miércoles 16 de abril.
Inicialmente, Peinado había propuesto que la declaración del ministro tuviese lugar en la sede ministerial de la calle San Bernardo, en el corazón de la capital. Sin embargo, fue el propio Bolaños quien sugirió desplazar el lugar de la declaración a la sede presidencial por razones de seguridad.
Sin embargo, el juez Peinado se ha encargado de acusar a La Moncloa de “poner en riesgo su integridad física” después de que, tras acudir a la sede presidencial para tomar declaraciones al presidente Pedro Sánchez el pasado mes de septiembre, su vehículo fuese retenido “un tiempo sensiblemente superior al necesario” para poder acceder al complejo residencial.
Es por este tipo de acusaciones que el Gobierno ha optado por seguir por la vía sencilla y tratar de amortiguar todas las quejas del magistrado. Para evitar una demora similar a la que el juez a la que fue sometido en su última visita al palacio presidencial, el ministro ha ofrecido un vehículo oficial “para facilitar el acceso y salida de la comisión judicial al Complejo de La Moncloa”. Desde el despacho del ministro se ha declarado también que se ruega a la oficina del magistrado “que nos envíen un correo electrónico concretando las necesidades requeridas”.
Por su parte, el juzgado de instrucción número 41 de Madrid ha solicitado los siguientes requerimientos técnicos para poder llevar a cabo la declaración del ministro Bolaños: tres portátiles, siete micrófonos, dos altavoces, dos cámaras de vídeo y dos rúters de 5G. En el texto donde se realizan estas especificaciones, se señala la asistencia de tres técnicos que se desplazarán hasta La Moncloa en sus coches personales.
La declaración de Bolaños
El interrogatorio a Félix Bolaños fue acordado después de que Alfredo González, quien ocupaba el cargo de vicesecretario general de la Presidencia del Gobierno en 2018, lo señalara como su superior jerárquico en relación con el nombramiento de Cristina Álvarez como asesora de Begoña Gómez.
Durante su comparecencia como testigo, González declaró que gestionó “muchos” nombramientos de personal eventual durante el cambio de Gobierno y que no recordaba si revisó el currículum de Álvarez. El juez, visiblemente sorprendido por la falta de control en estos procedimientos, lo interrogó reiteradamente sobre si propuso contrataciones sin conocer a los candidatos. González argumentó que este tipo de incorporaciones eran frecuentes para puestos de personal eventual, los cuales “no requerían los mismos requisitos que un funcionario de carrera”.
Al ser preguntado sobre a quién rendía cuentas en su día a día, González fue claro: señaló directamente a Félix Bolaños, a quien describió como su superior directo, asegurando que despachaba con él “todos los días”.