Desde los primeros rumores que indicaban que la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, podría enfrentarse a delitos de tráfico de influencias, el Partido Popular no a perdido la oportunidad para atacar al Ejecutivo bajo este pretexto, llegando incluso a establecer una comisión de investigación para tratar de esclarecer si se dio un trato de favor a la hora de crear una cátedra con Gómez a la cabeza. Hasta el momento, las acusaciones de los populares no han probado nada.

El pasado mes de junio, el PP madrileño de Isabel Díaz Ayuso impulsaba esta comisión de investigación en la que no llamaba tan solo a declarar a Begoña Gómez, sino que solicitaba las comparecencias de rector de la Universidad Complutense (UCM), Joaquín Goyache, y la interventora, María Elvira Gutiérrez-Vierna. Cuesta abajo y sin frenos, liderando una comisión de investigación que parecía conducir a ningún lugar, el PP decidió sacar pecho y anunciar que se citaría a Pedro Sánchez.

Como consecuencia del circo mediático orquestado por los populares, PSOE y Más Madrid se desmarcaron del todo de la comisión. Según contaron fuentes socialistas a este medio, el objetivo de la comisión “no se trata de investigar ni de saber la verdad, sólo buscan una caja de resonancia para esparcir bulos y mentiras contra otras formaciones políticas”.

Lo que prueba la comisión de Ayuso

Ahora, tras meses de investigaciones que no han probado nada, los socialistas han sacado nueve conclusiones que ponen de manifiesto los poco sutiles métodos del PP para desprestigiar al Gobierno.

Según explican desde el Partido Socialista, los comparecientes en la comisión han demostrado que no existe ningún tipo de irregularidad. Según los testimonios aportados, la narrativa de que Begoña Gómez cometió un delito de trafico de influencias, ha sido rebatida con cada declaración. Además, los alegatos de los testigos ponen de manifiesto la situación de infrafinanciación que sufren las universidades públicas en la Comunidad de Madrid de Ayuso. Entre los comparecientes se han presentado diferentes rectores de la UCM que han probado la situación de asfixia que atraviesan sus facultades.

Para los socialistas, la creación de esta comisión de investigación prueba como la derecha y ultraderecha conformadas por PP y Vox han utilizado su mayoría en la Asamblea de Madrid para “manosear” la institución y ponerla al servicio de sus exigencias. También se ha demostrado la hipocresía del partido conservador tras rechazar todas las peticiones de la oposición para que comparecieran figuras como la propia Díaz Ayuso. En esta línea, sostienen que la investigación tenía el objetivo de alejar el foco mediático de los escándalos que rodean a la presidenta madrileña.

El PSOE califica de “basura” la comisión montada por Ayuso y asegura que ha señalado “con el dedo a personas honestas con acusaciones falsas sobre su trayectoria profesional, tal y como ha quedado probado con los testimonios de los comparecientes que han ido desmontando una por una todas las invenciones del Partido Popular”.

Además, advierte de la descabellada cantidad que Ayuso ha gastado en mantener con vida la moribunda comisión que tan solo ha dado vueltas en círculos, una cifra total de 300.000 euros. Una cifra que, como bien señalan desde el partido de Sánchez, se podría haber empleado en becas educativas o becas comedor.

Por último, los socialistas cargan contra la “vergonzante” escena que PP y Vox han puesto en marcha con la comisión, recordando que esta herramienta “es un instrumento del parlamento regional para controlar al gobierno regional”. Incide también en que es “una burla al parlamentarismo, a los ciudadanos y a la Constitución” que nadie del Gobierno regional haya comparecido.

Reiteran una vez más que, es por “esta pantomima”, que su formación abandono la comisión “basura” que “solo tenía el objetivo de tapar los escándalos de corrupción que acorralan a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a su Gobierno”.

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