El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha decidido adelantar la celebración del Congreso Federal del partido para noviembre, pese a tener la posibilidad de organizar este evento hasta al menos otoño de 2025.
Según informa El País, la Comisión Ejecutiva Federal activará los procedimientos necesarios este lunes para preparar el congreso, que posiblemente se celebrará en Sevilla. Entre los objetivos está el revitalizar el partido en las distintas regiones y prepararlo a nivel territorial para el próximo ciclo electoral que comenzará en 2026 con las elecciones andaluzas y castellanoleonesas.
La ciudad elegida para organizar el que será el 41º Congreso Federal de los socialistas es Sevilla. El anterior Congreso Federal fue en octubre de 2021, en Valencia, y pretende organizar al partido para un posible superdomingo electoral con autonómicas, municipales y generales en mayo de 2027, si es que Sánchez y sus socios de gobierno consiguen culminar una legislatura más que compleja en la que de momento no hay garantizada la aprobación ni un techo de gasto ni mucho menos de unos Presupuestos Generales del Estado, con el no de Junts sobre la mesa, aún más agudizado tras la investidura del socialista Salvador Illa como president de Cataluña con el apoyo de ERC y los Comunes.
La ciudad elegida no es casualidad. Sevilla es la capital de Andalucía, comunidad que acudirá a las urnas como tarde en 2026 y que históricamente ha sido un feudo asegurado para los socialistas. Hasta 2018, cuando el PP se hizo con la Junta de Andalucía por primera vez en su historia. Una federación, la andaluza, con el liderazgo de Juan Espadas más que cuestionado de forma interna. La debilidad de la comunidad más poblada de España es uno de los factores claves para que Sánchez haya decidido dar aquí su último giro inesperado de guion.
La situación en La Moncloa y Ferraz es inquietante cuanto menos, siendo conscientes de que la investidura de Illa en Cataluña no es más que suficiente para recuperar el terreno perdido en los últimos meses de desgaste y con una oposición feroz por parte de los populares de Alberto Núñez Fejóo. Una crisis agudizada con los acuerdos con ERC sobre la financiación de Cataluña, que ha sido duramente criticada por numerosos barones socialistas, casi todos salientes, excepto el líder de Castilla- La Mancha, Emiliano García Page.
El adelanto del Congreso Federal le permitirá a Sánchez llevar a cabo una renovación profunda de la ejecutiva actual, a la que tanto sus más acérrimos como los más críticos achacan ser muy numerosa. El Gobierno y el PSOE ya profundizaron en enero, en la Convención Política de A Coruña, en la fusión por la que Sánchez apostó en Valencia con las incorporaciones de los ministros Óscar Puente y Elma Saiz, Jordi Hereu y Ana Redondo. Peros olo un Congreso Federal justificaría una remodelación a conciecia con la dirección socialista. Su celebración será la primera estación de la hoja de ruta que tienen pensada en el cuartel general del PSOE. La mirada es a largo plazo: activar la renovación de toda la estructura del partido, algo que solo se puede llevar a buen puerto con un Congreso Federal, pues así lo dejan registrado los estatutos del partido, que también establecen que los meses siguientes tendrían lugar, en cascada, los congresos regionales, comarcales y locales.
Aunque Andalucía es el territorio que más preocupa a los socialistas, no es el único. El movimiento de Sánchez tiene una explicación añadida: Javier Lambán, expresidente maño y secretario general de la federación de Aragón, ha anunciado que no se presentará a la reelección pero ha dejado claro que no convocará un congreso extraordinario para adelantar el debate sobre su sucesión.
La ejecutiva aragonesa rechazó el jueves, coin la ausencia de los integrantes de la provincia de Huesca, el acuerdo fiscal para Cataluña al considerarlo "lesivo" para los intereses de la comunidad. Otra expresidenta, la riojana Concha Andreu, cercana al secretario general Pedro Sánchez, también ha comunicado que no seguirá al frente de su federación, aunque no hay convocado aún un congreso.
