Tal y como ha publicado 'eldiario.es' en exclusiva, una residencia de mayores concertada de la Comunidad de Madrid está colando a familiares de sus trabajadores en el plan de vacunación contra el coronavirus.

Se trata de la residencia concertada de mayores Casablanca Valdesur, gestionada por el grupo empresarial Casablanca, y desde la mañana del martes ha evitado seguir el plan de vacunación aprobado por el Gobierno autonómico y ha inyectado las vacunas a los familiares de los trabajadores a pesar de que no les correspondía según el orden establecido previamente por las autoridades sanitarias.

El geriátrico se encuentra en un polígono industrial entre Pinto y Valdemoro y se trata de uno de los primeros centros en recibir una remesa de vacunas contra el coronavirus.

El medio digital añade también declaraciones de alguno de los trabajadores, quien ha confirmado la mala praxis del centro: "Sí, sí, sí. Han ofrecido a familiares", ha confirmado una trabajadora. A pesar de la confirmación de varios testigos y trabajadores, la empresa niega lo ocurrido: "No se están vacunando familiares". 

Por otra parte, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha asegurado que su departamento dispone de un "registro nominal de la administración de la vacuna que se comunica a la Dirección General de Salud Pública". Según dicha fuente, el registro les permite tener "información completa de la persona vacunada" en aras de conocer "si se trata de un residente o de un trabajador".

Madrid "tomará las medidas pertinentes" en caso de confirmarse

Tras la polémica que ha suscitado la información, la Comunidad de Madrid ha anunciado que están investigando el caso y que en caso de confirmarse, "tomarán las medidas pertinentes, como no puede ser de otra manera". 

En un comunicado, el grupo Casablanca, al que pertenece este geriátrico concertado con la Comunidad, ha reconocido que han detectado algunas anomalías en la selección de las personas vacunadas de Covid-19 no residentes en la residencia para mayores Casablanca Valdesur, "pero que sí pertenecen a su entorno".

"La vida útil de una vacuna una vez reconstituida es de dos horas y si no se utiliza se pierde. Con el único ánimo de aprovechar el 100 por cien de las dosis recibidas y proteger al máximo a los mayores de nuestras residencias, se ha vacunado a varios sacerdotes que nos asisten espiritualmente en los centros del grupo, voluntarios que están en contacto con los mayores de forma habitual y algunos mayores de riesgo familiares de algunos empleados", ha explicado.

No obstante, la dirección médica del grupo Casablanca ha informado de que se ha vacunado correctamente a todos los residentes del centro que estaban previstos para el día de ayer, "siguiendo escrupulosamente los protocolos establecidos".

Además, han recalcado que se ha abierto un proceso de investigación interno para esclarecer los hechos, analizar las causas de los mismos e informar a las autoridades sanitarias y de Asuntos Sociales sobre la situación creada.

"Hasta el momento, los casos identificados son muy reducidos y afectan a muy pocas personas sobre un total de más de 1.600 vacunaciones previstas. De todas las personas vacunadas, se han volcado los datos a través de la aplicación informática establecida por las autoridades sanitarias", ha indicado el grupo geriátrico, que "asume la responsabilidad de lo ocurrido y lamenta las consecuencias que estas anomalías en el proceso de selección hayan podido causar".