El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado que el Estado ha corregido un "error" tras aprobarse este jueves en el Congreso la Ley de Amnistía que permitirá, a su juicio, negociar con mayor igualdad.
"Hoy el Estado Español, a través de su parlamento, corrige un error. No es el único a corregir en la larga lista de errores. El error de la sentencia contra el Estatut, por poner un ejemplo. Pero era imprescindible corregirlo para poder negociar desde una cierta igualdad de condiciones y sin la amenaza del Estado", ha sostenido en una declaración telemática sin la presencia de medios de comunicación desde su residencia en Waterloo (Bélgica).
Una vez constatado que la amnistía formaba parte del acuerdo de investidura de Sánchez, Puigdemont ha asegurado que, tras poco más de medio año, este jueves se han cumplido una de las condiciones que pactaron y ha vaticinado que el camino a recorrer no será, literalmente "de rosas, empezando por la aplicación de la misma ley".
"Pero hoy nos hemos quitado una de las espinas de los pies que nos impedían avanzar", ha añadido el expresident, tras calificar de hecho histórico la aprobación de la Ley de Amnistía, de forma definitiva, en el Congreso para todos los encausados y dirigentes del procés, ya sea desde las instituciones e incluso desde la sociedad civil.
Carácter histórico
En la opinión de Puigdemont, lo que da carácter histórico a la aprobación de la norma es que sea la primera vez, en más de 45 años, que se concede "por razones políticas" y también por el hecho de que los socialistas la descartaban hace menos de un año, ha apuntado.
Además, ha celebrado que haya salido adelante "por la voluntad tozuda del pueblo de Cataluña" expresada a través del Parlament, lo que demuestra que se ha mantenido en la posición, ha dicho.
"Esto nos enseña que, por más que cueste tiempo e incompresiones, hay que mantener la posición y saber aprovechar las oportunidades" más allá de los sacrificios e incertidumbres que pueda haber, ha subrayado el también candidato de Junts a las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo.
De hecho, según dice Puigdemont, él mismo lleva seis años y medio viviendo fuera de España junto con otras personas, lamentando así que lleven "el estigma de la persecución judicial, la marca de los señalados por los poderes del Estado, incluidos sus principales partidos".
"Miles de represaliados durante años en procesos hinchados de carácter penal, administrativo o contable, que han visto afectada su vida y su libertad simplemente porque eran simpatizantes del movimiento independentista", ha apuntado.
Pese a todo, ha opinado que "la estrategia de la muerte civil" a la que les querían condenar ha sido combatida y derrotada con su fuerza, y defiende que esto lo sabe el PSOE así como el resto de España y Europa.
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