Seis años después de su emblemática concentración con el ahora moribundo Ciudadanos, el Partido Popular y Vox vuelven a desfilar conjuntamente en una manifestación convocada este sábado para exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La protesta, convocada por un centenar de asociaciones, contará con una presencia discreta de los líderes populares', que no incluye, a su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ya que, según informa Génova: “El presidente solo acude a manifestaciones que nosotros convocamos”.
La movilización será muy similar a la organizada por las tres formaciones de la oposición hace ya seis años, aunque sin el apoyo del ahora desaparecido Ciudadanos. Sin embargo, esta vez, el PP tratará de mantener distancias aparentes con Vox, y se prevé que Feijóo evite la infame foto de Pablo Casado junto a Santiago Abascal.
La situación ahora es diferente a la de hace seis años. Por 2019, Vox se propulsaba como un cohete y desde Génova se preparaban para futuros pactos autonómicos con los ultraderechistas. Más de un lustro después, el PP ha cambiado. Su anterior líder, Pablo Casado, fue decapitado en favor de Feijóo. Los pactos autonómicos que se veían entonces como un futuro incierto, son ahora un pasado incomodo. Aún así, las distancias entre ambas formaciones conservadores son confusas. Mientras que el líder popular no quiere mostrar una sintonía abierta con Abascal, los presidentes autonómicos pactan con los de extrema derecha en las regiones gobernadas por el PP, como es el caso del president de la Generalitat, Carlos Mazón.
A pesar de la distancia aparente que quieren mostrar, el PP no podía perder la oportunidad de estar presente en una manifestación tan masiva. La posibilidad de que los de Abascal monopolizasen la protesta ha sido motivo suficiente para que desde Génova se decida mandar una discreta comitiva conformada por el portavoz de los conservadores en el Congreso, Miguel Tellado, y la vicesecretaria de Movilización y Reto Digital, Noelia Núñez.
Quien tampoco se dejará ver este sábado en la movilización de la Plaza de Colón será la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien calificó este jueves en la Asamblea de Madrid a su autonomía como “la única región, y sobre todo el Gobierno, que más se parte la cara por los interese de todos”. A su vez, la lideresa madrileña quiso distanciarse de Vox criticando que la formación es “irrelevante” y carece de un proyecto político. "Lo que está claro es que ustedes no tienen ningún proyecto y lo único que tratan es de no pasar por irrelevantes, atacando constantemente al PP en todos sus plenos con mentiras [...] Lo que hace el PP o lo insulto o lo manipulo”, ha sentenciado la presidenta madrileña.
Sin embargo, Vox se ha hecho notar en los llamamientos a la movilización. El enganche tardío del PP ha servido a la extrema derecha para monopolizar la protesta. Además, la Plaza de Colón se ha convertido con los años en un lugar de especial significancia para la formación de Abascal, donde celebraron los cierres de campaña de 2019 y 2023. La apropiación de esta plaza no es algo sin relevancia, la proximidad a la sede nacional de los populares pretende simbolizar un desplazamiento de los populares respecto a los ultras.
Destaca también la participación en la concentración de Neos, una organización de extrema derecha que busca la unión entre Feijóo y Abascal para derribar al “frente popular” conformado por el gobierno de coalición. Puede que la presencia de esta organización este sábado devuelva a la vida una nueva versión de la foto que retrataba el cónclave derechista de 2019 contra Sánchez.