El Partido Popular sigue empeñado en aprovechar el debate que existe en la sociedad española sobre la amnistía para intentar sacar rédito político. En este sentido, los populares han iniciado este martes unas jornadas parlamentarias bajo el lema 'Frente a la amnistía: igualdad, libertad y dignidad', con las que pretende cuestionar la propuesta del PSOE de conceder una amnistía a los líderes independentistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo por el proceso soberanista de 2017. El PP acusa al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de pactar con ERC una medida de gracia que considera inconstitucional, ilegal e inmoral, y que supondría una humillación para el Estado de derecho y una traición a los españoles.

Las jornadas, que se celebrarán los días 7, 8, 15 y 16 de noviembre en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados, contarán con la participación de diputados, magistrados, catedráticos, periodistas y representantes de la sociedad civil, tanto de ámbito nacional como internacional, que expondrán sus argumentos contra la amnistía y a favor de la unidad de España, la soberanía nacional y la legalidad vigente. Entre los ponentes destacan el ex presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, el eurodiputado portugués Paulo Rangel, o el ex magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Javier Borrego.

Así lo demuestran las manifestaciones ultraderechistas que se están produciendo en diferentes sedes del PSOE, donde grupos de simpatizantes de Vox y otras organizaciones afines han protagonizado escenas de violencia y acoso, insultando y amenazando a los dirigentes y militantes socialistas, y lanzando consignas contra la amnistía, la inmigración y el feminismo. Estas protestas, que han sido convocadas y alentadas por las redes sociales y los medios afines a la derecha, han obligado a intervenir a la policía para evitar males mayores y han generado una gran alarma social.

De hecho, fruto de este incesante acoso a los socialistas, el PSOE ha cancelado todos sus actos en todas sus sedes de España. “A la vista de las convocatorias de concentraciones frente a las sedes PSOE que se están sucediendo estos días y por el ánimo agresivo de sus llamamientos, rogamos seguir el criterio de suspender las actividades durante la tarde en las sedes, ya sean tertulias, reuniones de trabajo, etc., y extender esta recomendación a todo el ámbito nacional. En el caso de trabajadores-as de las sedes, también se debe seguir la recomendación de finalizar la jornada laboral presencial a primeras horas de la tarde. Estas consideraciones son preventivas y confiamos serán en breve innecesarias, pero nos mantendremos atentos porque la seguridad personal es prioritaria para nosotros, como es muy importante la seguridad en las sedes”, recoge el comunicado del PSOE.

El PP, lejos de condenar estas acciones antidemocráticas y de desmarcarse de la extrema derecha, ha optado por mirar hacia otro lado y por seguir calentando el ambiente desde el Congreso, con unas jornadas que no buscan el debate constructivo, sino la confrontación y el enfrentamiento. De esta manera, los populares han renunciado a ejercer una oposición responsable y moderada, y han abrazado el populismo y el nacionalismo más excluyente y reaccionario.

Así, el PP, con sus jornadas parlamentarias y con su discurso incendiario, no está defendiendo la igualdad, la libertad y la dignidad de los españoles, sino que está atacando la convivencia, la democracia y el Estado de derecho. El PP está haciendo un flaco favor a España y a los españoles, y está contribuyendo a agravar la crisis política, social e institucional que vive el país. Los populares deberían reflexionar sobre su papel y su responsabilidad, y dejar de calentar el debate sobre la amnistía.

Sigue la deriva ideológica de Feijóo

Un ejemplo de esta deriva es la actitud del líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que ha pasado de ser un referente del centrismo y el diálogo dentro del PP, a convertirse en un abanderado de la crispación y la deslealtad institucional De esta manera, Feijóo, que aspira a ser el próximo presidente del Gobierno, ha demostrado con su actitud que no tiene ningún interés en defender la convivencia, el diálogo y el respeto a la pluralidad política de España. Por el contrario, ha optado por abrazar el discurso más radical y extremista de su partido, que busca confrontar y dividir a los españoles en función de su ideología o de su origen, y que solo busca el poder a cualquier precio.

Feijóo, que se presentó como el renovador del PP, ha demostrado que es un mero continuador del viejo PP, el que recurre a los exabruptos, las manifestaciones subidas de tono, la negación de la realidad y la apelación al miedo y al odio. Un PP que no puede gobernar la España de 2024, porque vive anclado en el pasado y en el rencor. Un PP que no respeta la voluntad de los españoles, que han elegido mayoritariamente un gobierno progresista y dialogante. Un PP que no tiene nada que ofrecer a España, salvo más crispación y más confrontación.