El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este jueves su candidatura a liderar la Internacional Socialista.

La Internacional Socialista es un partido vertebrado por formaciones socialdemócratas de todo el mundo, y que está previsto que los próximos 25 y 27 de noviembre se celebre el XXVI Congreso de la Internacional Socialista en Madrid.

El jefe del Ejecutivo español ha dado la noticia a través de sus redes sociales, donde se ha mostrado totalmente comprometido con la causa: "Somos los socialdemócratas quienes hemos apostado siempre por avanzar, por conquistar nuevos derechos y libertades y lo seguiremos haciendo. Juntos, juntas, y con fuerzas renovadas", ha prometido. 

 

No obstante, el anuncio lo ha dado en primicia en la reunión con la dirección de la propia organización que ha tenido lugar en Nueva York, ciudad donde también ha acudido en los últimos días a la Asamblea General de la ONU: “No podría haber causa más alta ni más querida para los que nos sentamos aquí. Por eso, será un privilegio contar con el empuje de todas y todos vosotros para llevarla a cabo”, reza el comunicado de Ferraz al respecto.

Reformas internas

Sánchez se ha comprometido con su candidatura a llevar reformas internas a la Internacional Socialista si es elegido líder: “Aspiro a aportar mi experiencia para iniciar un nuevo tiempo en esta organización”, continuando así el legado de expresidentes como Willy Brandt, Yorgos Papandreu o el actual Antonio Guterres, también secretario general de Naciones Unidas.

La socialdemocracia es la única alternativa viable tanto al individualismo del orden neoliberal como al retorno de los extremismos”, ha defendido, poniendo el acento así en la protección y la mejora del Estado del Bienestar. Los ideales de la socialdemocracia son “los responsabes de las mayores cotas de progreso y bienestar alcanzados en las sociedades contemporáneas”, según Sánchez.

Por estas razones, el presidente del Gobierno llama a luchar por “la democracia, los derechos y las libertades civiles con más fuerza que nunca”. De tal magnitud ha sido su discurso que ya ha recibido las primeras impresiones optimistas, como la de Antonio Costa, su homólogo portugués.