La manifestación del Orgullo de Madrid recorrerá este sábado 6 de julio el Paseo del Prado de la capital con diferentes reivindicaciones: por una educación en diversidad, contra la LGTBIfobia y con los ojos puestos en el genocidio palestino. A esta marcha asistirán diferentes representantes políticos, como la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la exministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, y la vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Políticas sociales del Partido Popular, Ana Alós, entre otros políticos. Vox, por su parte y como era esperable, no enviará ningún representante.

Este año, la manifestación concurrirá bajo el lema 'Educación, derechos y paz: Orgullo que transforma', y dará comienzo a las 19:00 horas en la glorieta de Carlos V, frente a la estación de Atocha. La columna concluirá en la Plaza de Colón, donde las entidades organizadoras, la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTBI+) y el colectivo LGTBI de Madrid (COGAM), leerán un manifiesto para destacar las reivindicaciones de esta edición. De acuerdo a las propias entidades, la manifestación recorrerá el centro de Madrid para "reclamar la implantación de la Educación en Diversidad de manera generalizada como vehículo para combatir la LGTBIfobia", así como para "reivindicar el desarrollo de la Ley LGTBI y exigir el cese de la violencia contra el pueblo palestino".

Respecto a la representación política que acudirá al Orgullo de Madrid, por el PSOE, además de Redondo y Marlaska, los socialistas también enviarán a la marcha al secretario de Políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez. Sumar, por su parte, además de Díaz, enviará al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, a la eurodiputada Estrella Galán y a la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso, Esther Gil de Reboleño. Podemos, desde sus filas, acompañará a Irene Montero con Ione Belarra e Isa Serra. Por su parte, los 'populares', además de Ana Alós, enviarán al secretario de Cultura y portavoz de Igualdad del Partido Popular, Jaime de los Santos.

Polémica por la absolución de un agresor homófobo

Por otra parte, ha surgido otra polémica que ha derivado en indignación desde Barcelona. La Audiencia de la Ciudad Condal ha tenido a bien absolver al hombre que acosó con insultos homófobos a un joven en un McDonalds durante el orgullo de Barcelona de hace cinco años. "Tápate que das vergüenza ajena y hay niños", le dijo. "Ahora, cuando salgas, te voy a dar tal hostia que la mariconería se te va a quitar. Vamos fuera que voy a hacerte hetero a hostias", añadió.

La Fiscalía acusaba al agresor de un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas, en su modalidad de lesión de la dignidad de las personas por motivos de discriminación relativa a la orientación sexual, pero la Audiencia ha decidido absolverle y no ha visto el delito. Aceptan totalmente la versión del acusado, que asegura que lo que le molestaba era la vestimenta de la víctima, no su orientación sexual, a pesar de sus comentarios homófobos. "Las expresiones del acusado son intolerables y debemos rechazarlas sin paliativos", expone la sentencia, palabras pese a las cuales no se contempla condena para el agresor.

Así de barato ha sido para este agresor insultar de manera homófoba y amenazar a una persona únicamente por su condición sexual y su vestimenta. La justicia aún tiene escollos de importancia en cuestiones LGTBI, siendo capaz de admitir versiones en las que se niega por completo el aliciente del delito, a pesar de estar claramente manifiesto. Sigue siendo importante avanzar en materia de igualdad, también en el ámbito judicial, para que no se repitan casos como este.

Recientes decisiones polémicas de la ultraderecha

A su vez, otro frente que sigue abierto en relación con el colectivo LGTBI es el relacionado con la derecha y la ultraderecha y sus faltas de respeto al símbolo principal de esta lucha: la bandera arcoíris. Por ejemplo, uno de los casos más flagrantes fue el de Valencia, donde la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, quien afirmó que el consistorio no colocará la bandera LGTBI en su balcón durante el mes del Orgullo, alegando que "no cuelgan banderas en la fachada" y que no lo harán con la bandera LGTBI "como no lo hacemos con el día de la ELA, ni el día del Alzheimer, ni el día del Cáncer". A su vez, Catalá puso una segunda excusa aún más rocambolesca: que la bandera que tienen "es de plástico".

"Decidimos hace muchos meses transformar esas banderas, que dicho sea de paso, era de un material que era plástico y queríamos dar un ejemplo también la Capitalidad Verde Europea transformando ese tipo de materiales en material electrónico", argumentó, antes de concluir: "Respeto mucho la libertad de mi oposición de poner en sus despachos lo que considere, pero yo si pongo la bandera del Orgullo también pongo la del Alzheimer, la del ELA, la del Cáncer y también pongo la de todas las banderas y necesidades sociales que tiene esta ciudad".

Otro caso de gran polémica fue el del Parlament Balear. El presidente de esta institución, Gabriel Le Senne, interpuso un recurso ante los tribunales solicitando que se ordenase la retirada de la bandera LGTBI de la fachada del Parlament balear como medida cautelarísima, después de que el Parlament ordenase colgar la bandera de una de sus ventanas de la fachada que da a la calle Conquistador.

En el escrito ante el Juzgado, Le Senne -que aparece como promotor de la demanda como diputado de Vox- recalcaba que la bandera arcoíris "no corresponde con las banderas institucionales que prevé la legislación". La enseña fue desplegada después de alcanzar un acuerdo de la Mesa a instancias de MÉS per Mallorca, con los votos a favor de PSOE y PP y en contra del único miembro de Vox, el presidente Le Senne. Desde la formación ultraderechista tacharon este movimiento de "provocación del Partido Popular".