Los Mossos ponen en evidencia a la UCO de Balas con un rearme para investigar la corrupción

La sección de Anticorrupción de los Mossos d'Esquadra recibirá, en los próximos días, fuertes refuerzos. A la veintena de agentes que se desempeñan en esta área se sumarán otra docena de efectivos policiales de diferentes rangos que ayudarán al grupo ya existente. Entre los nuevos fichajes está el subinspector Juan Manuel Lazo, que ha llevado desde Tarragona el denominado ‘caso Montoro’ y quien hasta enero del 2022 estaba precisamente al frente de las investigaciones por corrupción. Regresa a la comisaría general de investigación con motivo de la voluntad de la dirección de los Mossos de dotar con más recursos a una unidad históricamente escasa de manos. Un movimiento, a su vez, que adelanta por la derecha a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en la que ha quedado patente su parsimonia a la hora de investigar ciertos casos. 

La UCO se ha convertido en uno de los principales protagonistas de la legislatura. El cuerpo de policía judicial ha sido el encargado de investigar y elaborar informes de la mayoría de las causas que afectan a la clase política de nuestro país, con muchos de esos avances de investigación convertidos en material mediático y sirviendo de metrónomo para la actualidad política. No obstante, un rasgo que también ha quedado patente en el modus operandi de este cuerpo es la diferencia de apremio en función de la causa judicial a investigar: celeridad o lentitud, publicidad o mutismo, en función de lo que se esté investigando. Es precisamente lo que ha señalado la Fiscalía en su último informe, poniendo diferentes ejemplos entre los que se encuentra el 'caso Montoro', para el que la UCO se lo ha tomado con calma. Fuentes que han seguido el caso de cerca, de hecho, valoran que la Unidad ha trabajado con "desgana", a diferencia de los Mossos D'Esquadra, "que han llevado con rapidez y rigor el peso de la investigación" al exministro de Rajoy. Una comparación que vuelve a ser odiosa a vista del refuerzo que va a recibir el cuerpo catalán frente al inmovilismo de la unidad de la Guardia Civil.

Diferentes rangos y velocidades de investigación

La sección de Anticorrupción de los Mossos d'Esquadra no investiga solo casos de corrupción política, sino que también lleva investigaciones relacionadas con presunta corrupción de funcionarios en las administraciones. Entre ambas líneas, existen una veintena de expedientes abiertos actualmente, sin que todos ellos estén judicializados.

La UCO, por contra, ha sido señalada por la Fiscalía por los parsimoniosos plazos de los agentes y ha negado las prematuras conclusiones obtenidas por los mismos ante el 'caso Montoro', ya que, "tras efectuar un análisis individualizado de los productos bancarios, se ha constatado que una mayoría significativa de estos carecen de relevancia para la investigación, razón por la cual no ha sido incorporados al cuerpo del informe, recogiendo dicho Cuerpo Policial en su informe solo el análisis efectuado a 10 cuentas de entre las más de 200 que fueron entregadas. Así que ninguna conclusión puede extraerse del mismo". ElPlural.com ha contactado con fuentes cercanas a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil para preguntar al respecto de esta desacreditación por parte del ministerio público, pero han optado por guardar silencio en disonancia a otras casuísticas anteriores en las que sí se pronunciaron. 

Dicho informe de la Fiscalía Anticorrupción detallaba que la UCO parece no haber apremiado en el caso Montoro, exministro de Hacienda durante el mandato de Mariano Rajoy, acusado de liderar una trama urdida para favorecer fiscalmente a empresas, sobre todo gasísticas, con la legislación de su cartera. La fiscal del caso, Carmen García Cerdá, ha apuntado que el informe de la UCO sobre la causa que afecta a la derecha política “tiene un alcance limitado”. Con ello sobre la mesa, Anticorrupción no ve verosímiles las afirmaciones sostenidas por las defensas de los investigados que exculpan directamente a Equipo Económico de los pagos y retribuciones irregulares, comisiones o dádivas a funcionarios. Se aprecian, así, dos maneras claramente diferenciadas de afrontar los problemas entre la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y la sección de Anticorrupción de los Mossos d'Esquadra.