A menos de cuatro días para que se debata la moción de censura presentada por el PSOE contra el Gobierno de Castilla y León que dirige el popular Alfonso Fernández Mañueco, este viernes han sonado las alarmas en el Partido Popular y en Ciudadanos, después de que la procuradora de la formación naranja por Salamanca María Montero Carrasco haya dejado su grupo parlamentario sin renunciar al acta –Cs ya se lo ha solicitado en base a la Carta Ética del partido-.

Una decisión que ha vuelto a resucitar la moción de censura, ya que PP (29) y Ciudadanos (11) tendrían garantizados 40 votos en contra –la mayoría absoluta está en los 41-, mientras que la maniobra de los socialistas ya cuenta con los votos favorables del PSOE (35) y Podemos (2).

Una aritmética en la que hay que sumar a los cuatro procuradores restantes –UPL, Por Ávila, Vox y la propia Montero- que todavía no han anunciado su intención de voto. En el caso de los dos primeros, ambos representantes se han mostrado abiertos a escuchar la propuesta del PSOE, y, según fuentes consultadas por ElPlural.com, se encontrarían muy cerca del ‘sí’.

Por su parte, la representante de Vox, Fátima Pinacho, ha anunciado este mismo viernes a través de las redes sociales que no votará a favor de la moción, pero tampoco ha señalado que lo hará a favor, con lo que podría decantarse por la abstención.

La dura despedida de Montero

Por último, también se desconoce cuál será el voto de Montero, pero la procuradora de Ciudadanos ha sido muy crítica tanto con los naranjas como con los populares en el comunicado con el que ha anunciado su decisión. “Me voy de un grupo sin liderazgo, en el que no existe el trabajo en equipo, en el que unos pocos deciden por todos y con continuos cambios de opinión respecto de las decisiones políticas, algunas de gran trascendencia respecto del futuro de la comunidad", ha aseverado.

Asimismo, Montero ha subrayado que en 2019 se presentó a las elecciones "con ilusión, pensando en que el cambio y la regeneración llegarían" a Castilla y León "después de más de tres décadas de gobiernos del Partido Popular". “Sin embargo, se pactó con el PP y dos años después compruebo con tristeza que no ha sido así”, ha lamentado.

La procuradora salmantina ha justificado su decisión argumentando que no podía seguir perteneciendo a un Grupo Parlamentario “que no ha cumplido con las promesas hechas a los ciudadanos de Castilla y León". “Espero y deseo que mi decisión sea respetada y que no se someta a ningún tipo de acoso por parte de quienes no la compartan”, ha sentenciado la dirigente naranja.

De esta manera, si finalmente los dos representantes de UPL y Por Ávila, y la propia Montero se pasan al ‘sí’, la moción de censura llegaría a los 40 votos favorables, con lo que el Gobierno de la Junta de Castilla y León dependería de que ninguno de los 11 procuradores de Ciudadanos siguiera el camino de su compañera.