Con el calendario electoral apretando y con sus simpatizantes exigiendo que, aunque sea por una vez, se olviden de sus rencillas y naden en la misma dirección, Podemos y Sumar continúan conversando para lograr, antes del viernes, un acuerdo para presentarse unidos a las elecciones generales del próximo 23 de julio. Sin embargo, a diferencia de las infructuosas negociaciones de los comicios autonómicas y municipales -que provocaron un desplome de la izquierda a la izquierda del PSOE-, en esta ocasión Sumar y Podemos han optado por guardarse los cuchillos en público y llevar las negociaciones bajo un hermetismo máximo. Y no es para menos, puesto que ambas formaciones son conscientes de que, de no lograr un pacto, la izquierda saldrá al campo el decisivo 23J con una pierna atada.

Así, preguntados por el estado de las conversaciones, la respuesta de ambas formaciones es la misma. “No vamos a dar más información”, señalan unos. “No estamos dando detalles sobre las negociaciones”, subrayan los otros. Un secretismo que confirma dos hechos: en primer lugar, que Sumar y Podemos tienen sus discrepancias; y, en segundo lugar, que pese a esta disconformidad los dos partidos tienen la voluntad real de llegar a un acuerdo y evitar errores pasados.

Un hermetismo que también comparten el resto de formaciones llamadas a integrar Sumar, como es el caso de Más País. En este sentido, al igual que Podemos y Sumar, fuentes del bloque progresista que lidera a nivel nacional Íñigo Errejón ratifican a este medio que trabajan a contrarreloj “para alcanzar un acuerdo” que se antoja fundamental debido a la importancia vital que tiene la cita electoral del 23J por la amenaza de que pueda salir de ahí un gobierno de PP y Vox. En este sentido, Más País se muestra confiado de que “en privado” todos logren alejar sus discrepancias y logren aunar fuerzas.

Podemos defiende a Montero y alerta de que los “vetos” torpedean la unidad

Volviendo a las discrepancias, el principal escollo para lograr dicho acuerdo sigue siendo cómo integrar a Podemos dentro de la suma. Y es que, son muchas las voces que exigen que la cúpula de los morados dé un paso atrás puesto que entienden que son activos tóxicos y que desmovilizan al electorado. En concreto, estas fuentes apuntan directamente al portavoz de los morados en el Congreso, Pablo Echenique, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la secretaria de Estado para la Agenda 2030 y secretaria de organización de Podemos, Lilith Verstrynge.

Unas peticiones sobre las que se han pronunciado este lunes desde Podemos, alertando de que los “vetos” torpedean “la unidad” y cerrando filas en torno a la cúpula del partido. “Las exigencias, los vetos y las exclusiones torpedean la unidad”, ha subrayado la coportavoz de Podemos, Isa Serra, en la rueda de prensa que se ha celebrado después de la reunión de la ejecutiva del partido. Así, Serra ha instado a tener “prudencia con respecto a las conversaciones que está habiendo” y ha llamado a ser “discretos”, sin exponer ningún requisito concreto por su parte más allá de su deseo de conseguir una coalición, para remarcar que "cada minuto en el que no se logra un acuerdo es tiempo valioso" que se pierde para convencer al electorado de izquierda de "hay partido".

En este sentido, Serra ha defendido con especial ahínco a Irene Montero, identificándola con el “movimiento feminista” y asegurando que “no es casualidad” que la derecha la enfoque como su "principal enemigo" al movimiento y al Ministerio que dirige. "Creo que cualquier voz que refuerce esas críticas, esas campañas contra el feminismo, lo único que hacen y lo único que consiguen es poner una alfombra roja a la derecha y a la extrema derecha", ha insistido.

Serra defiende que Podemos es “necesario” y avisa a Compromís

Por otra parte, Serra también ha recalcado que tienen una "enorme responsabilidad" y que "sin más dilación" hay que lograr un pacto pronto, a la par que ha defendido que Podemos es una "fuerza necesaria" y en una organización política "valiosa" para aportar a la izquierda, como han demostrado en el Ejecutivo al propiciar los principales avales sociales de la legislatura.

Y cuestionada sobre la posición de Compromís y la Chunta aragonesistas de liderar las listas electorales en Comunidad Valenciana y Aragón, Serra ha respondido que está convencida de que las "exigencias", los vetos y las exclusiones" impiden la unidad, en la que ellos están centrados.

La cúpula de Podemos, señalados dentro y fuera del partido

Sin embargo, pese a las palabras de Serra, lo cierto es que cada vez son más los votantes y dirigentes de Podemos que exigen al partido cambios drásticos tras el batacazo electoral del 28 de mayo - los morados han desaparecido del espectro político en regiones claves como la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana, quedándose por el camino en torno a 300.000 votos sin representación-. Unas permutas que apuntan directamente a la cúpula de Podemos, a quienes reclaman dimisiones para evitar en las elecciones generales del 23 de julio “los mismos errores” que se han producido en los recientes comicios autonómicos y municipales del 28M.

“No entiendo cómo los responsables de un partido que ha desparecido del espectro político en Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid y Balears todavía siguen manteniendo sus responsabilidades. O no debe haber quien tome relevo o deben tener mucho apego a sus cargos en el partido”, criticaba recientemente el vicepresidente balear y miembro de Unidas Podemos, Juan Pedro Yllanes.

Un Yllanes que responsabilizaba directamente a Echenique, Belarra, Montero y Verstrynge de la debacle electoral, instándoles a dimitir para dejar paso a un nuevo organigrama: “Es sorprendente que no hayan desaparecido de la escena política. Deben tener intereses para seguir activamente en política”. “Un proyecto ilusionante hace ocho años lo han malbaratado quien ahora son sus responsables y agentes externos”, añadía, metiendo en el saco tanto a Pablo Iglesias como “a todos aquellos que, habiendo abandonado sus responsabilidades en el partido, han pretendido desde fuera seguir manejando el partido”.

Asimismo, Yllanes defendía que lo mejor para los morados es que se integran dentro de Sumar de cara a las generales “sin ningún tipo de imposiciones”: “Visto el panorama, creo que una candidatura separada de Podemos sería un suicidio”. “Los plazos son muy cortos y quedan pocos días -la fecha límite es este viernes 9 de abril- para presentar las coaliciones electorales y la única posibilidad que cabe es que Sumar encabece ese proyecto de izquierdas y que Unidas Podemos, sin ningún tipo de imposiciones, se disuelva dentro de Sumar”, sentenciaba.

En la misma línea se ha mostrado la candidata de Podemos a la Presidencia del Principado y diputada electa, Covadonga Tomé, quien ha reclamado a Belarra convocar a los candidatos y candidatas autonómicas de la formación morada para realizar una “profunda reflexión” y evitar cometer “los mismos errores” del 28M en las generales: “Estos comicios han demostrado que tenemos la responsabilidad de conformar candidaturas conjuntas. Lo intentamos en las autonómicas, pero la dirección interina de Podemos dinamitó todos los puentes tanto en la autonomía como en varios ayuntamientos, de los que desaparecimos”.

“La gestión desde la dirección del partido ha conseguido que hoy solo queden cinco concejales. En cambio, donde se mantuvieron o se hicieron nuevas confluencias como Carreño, el resultado fue un éxito”, ha advertido.

Unas reclamaciones a las que en las últimas horas también se ha sumado la dirección de Podemos Galicia, que ha mostrado su disposición a confluir con Sumar y configurar así una “candidatura amplia”.

En concreto, el coordinador de Podemos Galicia, Borja San Ramón, indicaba este domingo que la postura de la dirección es "evidente" sobre su relación con el proyecto de Yolanda Díaz y llamaba a configurar candidaturas "amplias" que sean "capaces de llegar al máximo espectro de la sociedad posible" para poder "revalidar" el gobierno de coalición de los últimos tres años y medio. Pese a todo, matizaba que la decisión final sobre la confluencia con Sumar corresponde a la dirección estatal que encabeza la también ministra Ione Belarra, con quien San Ramón mantuvo una conversación "esta semana" en la que le trasladó su postura.

Podemos anima a sus filas mientras figuras relevantes se hacen a un lado

El recuento de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo certificó dos cuestiones: la defunción política de Ciudadanos y la grave herida en Podemos. La formación de Ione Belarra e Irene Montero ha dejado de contar con apoyo popular y se ha quedado a las puertas de entrar en numerosos parlamentos autonómicos, un resultado que ha tenido especial repercusión en el PSOE, que no ha podido llegar a la mayoría absoluta en dichos territorios por la debacle protagonizada a su izquierda.

Fue este domingo cuando el portavoz morado en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, y las dos lideresas del partido trataron de levantar los ánimos en sus filas: “Hemos perdido una batalla, pero no la guerra”. Irene Montero, por su parte, apuntó que “a veces bajo un sol radiante” y “las más de las veces bajo una noche sin luna”, Podemos ha estado “siempre en equipo y siempre empujando un país más feminista, más justo, con derechos, más democrático”. “Salimos siempre a ganar, y cuando no lo conseguimos, lo volvemos a intentar”, añadía.

Ante esta caída en apoyos, hay rostros a la izquierda del PSOE que insisten en la necesidad de concurrir juntos a las elecciones. Del mismo modo, ante el problema de Podemos hay quien llama a que éstos accedan a no figurar en las listas, o no hacerlo en los primeros puestos. Por ejemplo, Alberto Garzón, ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida, ha lanzado un llamamiento a todas las fuerzas políticas de izquierdas a formar parte de la candidatura de unidad que impulsa Sumar para las elecciones generales, ya que “no hay tiempo que perder” y estar a la altura de la magnitud del “reto”. Al tiempo, explicaba que la renovación de cargos públicos es “sano”, pero anunciaba que en su caso ha llegado el momento de que “otros aporten”.

De esta forma, Garzón remarcaba que apoyaba la candidatura de Sumar pero que considera que otros compañeros “pueden aportar más que él”, ya que considera que en política prima más el proyecto colectivo que el personal.

Díaz, optimista ante el acuerdo

Por su parte, la impulsora de Sumar y ministra de Trabajo, así como vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se mostraba optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Podemos para el 23 de junio. “Soy una mujer optimista, sin lugar a dudas habrá acuerdo porque nuestro país nos está esperando”, dijo en rueda de prensa el pasado viernes, horas después de darse a conocer que el ministro Garzón no concurriría en sus listas.

Le doy las gracias hoy a una mujer que suma, se llama Ada Colau, ha tomado una decisión [no concurrir en las elecciones generales]. También la ha tomado Alberto Garzón, que sigue sumando. Y desde luego creo que esta pregunta, ¿sumáis?, hay que formulársela a cada persona”, añadía.