El expresidente de Bankia Rodrigo Rato (c), a su salida ayer de la Audiencia Nacional, tras declarar ante el juez Fernando Andreu como imputado por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid. EFE



El topoderoso vicepresidente de Aznar, Rodrigo Rato, se sentó este jueves ante el juez por el escándalo de las tarjetas ‘black’. Hoy, Mariano Rajoy, al ser preguntado por la prensa, ha evitado mencionar el nombre de quien fue su compañero político durante años, y se desmarcó afirmando que fue su Gobierno el que ordenó abrir una investigación en Bankia.  No es para menos, el presente de Rato es oscuro e incierto. Aparte de las tarjetas, ayer tuvo que responder sobre el extraño ingreso de 6 millones de euros en una cuenta suya, en 2011, realizado por el banco Lazard, el mismo que contrató para que le asesora en la salida a Bolsa de Bankia.

Dos contratos a Lazard: uno de 3 millones y otro de 10,6
El asunto pinta muy feo. Según adelanta el periodista Carlos Segovia de El Mundo, Rato adjudicó a Lazar en 2011 un contrato de 3 millones de euros para que le asesorara en la salida a Bolsa de Bankia, que, significativamente, tuvo lugar ese mismo año. En 2012, antes de su dimisión, le adjudicó otro contrato de hasta 10,6 millones para que le asesorase en una fusión para salvar la entidad bancaria. El ingreso de los seis millones en la cuenta de Rato por parte de Lazar resulta más que sospechoso.

Rato trabajó en Lazard antes de entrar en Bankia
Conviene destacar que Rato trabajó en Lazard tras su salida del Fondo Monetario Internacional (FMI) y antes de llegar a Caja Madrid, y que el presidente del banco de inversión en España, Jaime Castellanos, es amigo personal suyo.

El exministro lo justificó como un pago por acciones
Cuando el juez Fernando Andreu le preguntó ayer a Rato por todo esto el expresidente de Bankia lo justificó como parte del contrato que tuvo con Lazard en 2008 y que corresponde a su trabajo en esa entidad, en particular el pago de unos derechos sobre acciones que no se podían cobrar hasta 2011, según dijo.

Rato y su amigo de Lazard fueron socios en negocios
Las explicaciones de Rato no aclararon las sospechas sobre la posibilidad de un trato a favor a Lazard por parte del entonces presidente de Bankia. El juez ya le había preguntado en 2012 al exministro sobre este asunto y él negó que tuviera relaciones económicas con su amigo Castellanos. Pero luego se lo pensó mejor y envió un escrito al magistrado “ampliando” su declaración. En éste admitía que él y el presidente de Lazard habían sido socios en una empresa disuelta poco tiempo antes de la comparecencia judicial y participaban en una comunidad de bienes. A pesar de esto, Rodrigo Rato no se inhibió en los consejos en los que se decidió adjudicar los contratos millonarios a Lazard.