Durante los últimos días los vecinos prácticamente de toda España colaboran para retirar la nieve, ya convertida en hielo, que Filomena ha dejado a su paso. A pesar de ello, hay localidades que han sido capaces de gestionarlo mejor, ya que están acostumbradas a lidiar con este tipo de temporales, mientras que sufren aún sus consecuencias. 

En la línea de lo segundo se encuentra, por ejemplo, Madrid. Los vecinos de la comunidad de Isabel Díaz Ayuso todavía retiran los bloques de hielo que impiden el acceso de vehículos y viandantes a los locales. 

Tanto la presidenta regional como el vicepresidente, Ignacio Aguado, han llamado de manera reiterada la colaboración ciudadana. Sin embargo, ésta, que ahora es voluntaria, fue obligatoria en otro tiempo.

En concreto, fue durante la legislatura de Alberto Ruiz Gallardón cuando se planteó la posibilidad de que, en caso de nevada, los vecinos tuvieran, necesariamente que quitar la nieve.

El artículo 10 de la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y Gestión de Residuos, aprobado en 2009, regulaba la obligación de los ciudadanos a retirar la nieve de las calles en función de la altura de ésta en sus fachadas. 

La normativa fue anulada por tras dos sentencias, una del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y otra del Tribunal Supremo. Por lo tanto, actualmente los madrileños no están obligados a recoger a nieve de la calzada.

El TSJM sentenció en 2010 que este artículo, así como el 76 (que habla de inspecciones de limpieza) y el 78.3 (que regula la limpieza de las zonas comunes de las comunidades de vecinos), quedan anulados al "no se conformes con el ordenamiento jurídico". Por su parte, la sentencia del Supremo estipula que estos últimos artículos sí están sujetos al Derecho, pero no así el 10.