María Dorado Fariña, hija de Marcial Dorado condenado a prisión por narcotráfico, remitió en 2010 una carta a la editorial del escritor Manuel Rivas, dolida por la semblanza del protagonista de su libro Todo es silencio quetrata del mundo del contrabando y el narcotráfico. Para el escritor, según explicó a ELPLURAL.COM “esto muestra la susceptibilidad de estos personajes”. Parece que la carta defendía la inocencia del padre y ponía en cuestión la justicia y algunas instituciones.


Manuel Rivas había escrito en más ocasiones sobre Marcial Dorado. “Recuerdo una crónica que publiqué en El País en 1984 titulada La Navidad de los Reyes del Tabaco, cuando este hombre huyó a Portugal. Ahí se cuenta ya como es un personaje central en toda esta historia”, explicó el escritor a ELPLURAL.COM. En este artículo, Rivas cita a Dorado como presunto jefe del grupo contrabandista de Villagarcía, cuenta cómo escapa junto con otros contrabandistas al país luso y su posterior presentación ante el juez en Madrid. “La decisión había sido discutida en una reunión de los abogados de los procesados huidos, en la que surgieron discrepancias sobre la conducción de la defensa. La puesta en libertad de Marcial previo pago de una fianza de 20 millones, anunciada para este fin de semana, es la referencia que necesitaban los otros encausados para reconsiderar su situación. "Ahora sabemos a qué atenernos", relataba.


La novela del contrabandista
Después,  en el libro Todo es silencio, el escritor trató el tema de contrabandistas y narcotraficantes mediante la narración del irresistible ascenso social de Mariscal, un capo contrabandista de ficción en la también imaginada Brétema en la costa Atlántica, en que las redes de contrabando reconvertidas al narcotráfico acuñaban tanta influencia que estaban a punto de hacerse también con las instituciones y con el poder social. Rivas refería una historia de crimen y corrupción que fue llevada al cine.


“Cierto tono intimidatorio”
Esta historia es la que motivó el escrito de María Dorado Fariña, la hija de Marcial Dorado quien se dirigió a la editorial Xerais que había publicado el relato. Dice Manuel Rivas: “Recuerdo que hubo un primer e-mail con un tono algo intimidatorio, podríamos decir. Después, quería ponerse en contacto conmigo. El tema no tuvo mayor importancia. No hubo contacto y así quedó todo”.


Los hijos, a estudiar fuera
Por lo que ha podido saber ELPLURAL.COM, al parecer María Dorado defendía en el escrito dirigido a Manuel Rivas la inocencia de su padre en relación al narcotráfico y apuntaba hacia otras instancias poniendo en tela de juicio la actuación de la justicia y de algunas instituciones. “Esta mujer es abogada, estudió en Reino Unido y lleva los temas de su padre”, comentaba Rivas. “Muy inteligentemente, Dorado envió a los hijos a estudiar fuera mientras otros los dejaron aquí con el negocio familiar.” El juez Grande Marlaska de la Audiencia Nacional envió a prisión preventiva también a María Dorado cuando emitió la orden de presidio para su padre.