Jon Iñarritu vuelve al Congreso de los Diputados. El que fuera diputado con Amaiur en la X Legislatura ha vuelto a la Cámara Baja en esta Legislatura bajo las siglas de EH Bildu. Las mismas con las que, en la anterior Legislatura, se granjeó fama en el Senado, una cámara marcada por el sambenito de ser un cementerio de elefantes a los que Iñarritu resucitaba en cada sesión. Unas veces con intervenciones polémicas, como cuando llamó "hooligans" a los senadores de derechas que le abucheaban e interrumpían; otras veces con un incansable ejercicio de control a los dos gobiernos, el de Mariano Rajoy y el de Pedro Sánchez, en forma de preguntas escritas y orales que llegaban allí donde muchos periodistas no lo conseguían.

Una pauta que podría marcar su estrategia ahora que ha vuelto al Congreso, aunque en la cercanía habla de manera sosegada, pero sin esquivar ni preguntas ni temas peliagudos. Pero para eso, antes tiene que haber gobierno y echar a andar la Legislatura en todo su esplendor. Sobre el futuro de Pedro Sánchez y el papel de Bildu en la investidura, pero también sobre Cataluña, la independencia de Euskadi, ETA y Vox hablamos en esta entrevista, en las oficinas que Bildu tiene en el Congreso de los Diputados.

Pregunta: En Bildu dicen que no van a dar un cheque en blanco a Pedro Sánchez, pero tampoco impedir su investidura para que gobierne la derecha. ¿Cuál es el punto medio? ¿Qué pueden negociar con el PSOE que responda a los intereses del votante de Bildu?

Respuesta: Estamos en una cuestión política de que el PSOE, por una cuestión que creemos que es un mero paripé, dice que no va a hablar con Euskal Herria Bildu cuando, durante estos ocho últimos años, la relación ha sido cordial y de normalidad tanto en Euskal Herria en el País Vasco, como aquí en Madrid. Suponemos que por un posicionamiento de ficción política y cara a buscar la abstención de Ciudadanos ha decidido que no va a hablar con nosotros. Nosotros hemos hecho varios llamamientos a que actúe con sentido común, que actúe con lógica y obedeciendo también al mandato ciudadano de la sociedad vasca, sin olvidar que él es presidente gracias, entre otros muchos votos, al voto de Euskal Herria Bildu. Pero también hemos dicho que no actuaremos con las tripas y actuaremos obedeciendo a cuál es el beneficio mayor para la sociedad vasca y también para el conjunto de la Sociedad del Estado y esto supone que no vamos a bloquear. Se puede decir más claro, se puede decir más o menos claro, pero no vamos a bloquear esa investidura.

P: ¿Y qué significa no dar cheques en blanco?

R: Cuando decimos que tampoco vamos a dar cheques en blanco es que no vamos a dar un voto positivo sin saber para qué se va a constituir un gobierno, en qué eje va a pivotar la legislatura. Hemos visto un PSOE al que los militantes le decían claro en Ferraz "con Rivera no", y hemos pasado a “con un Rivera no ha sido posible”. Hay un grave problema cuando las izquierdas españolas, cuando las izquierdas del Estado no son capaces de ponerse de acuerdo y proponer otro modelo de país, otro modelo de Estado. Cuando las derechas son capaces de pactar y en cambio las izquierdas tienen una dificultad estrepitosa. Hemos visto también algo kafkiano, como es buscar la abstención del Partido Popular bajo la cuestión de Estado. Con los diputados socialistas que se abstuvieron con Rajoy, reclamando a los 66 diputados del PP que hagan lo mismo, cuando el punto fuerte y álgido del señor Sánchez fue el no votar en esa investidura y su "no es no".

El discurso político de Marimar Blanco no es de recibo para los votantes de Bildu

Lo que no entiendo es como, si Pedro Sánchez, no por una cuestión de Estado sino por una cuestión europea, se sintió en la obligación de sentarse en una mesa y pasarse una noche en vela para elegir a los mandatarios de la Unión Europea, por qué no es capaz de hacer lo mismo y sentarse con el señor Iglesias, o con quien sea, las horas que haga falta, los días que haga falta, más allá de las reuniones puntuales de sacarse una foto y luego dirigirse por los medios de comunicación mensajes, que no hace falta ser un especialista en Ciencia Política para saber que eso no es lo más inteligente ni lo que suele dar beneficios a la hora de llegar a acuerdos con diferentes. Que actúen con responsabilidad, que se sienten, que acuerden fuera de los focos fuera de las cámaras, y que después digan a la ciudadanía a qué punto de acuerdo han llegado. En el País Vasco en general, donde siempre ha habido un sistema multipartidos, sí hay esta tradición de llegar a acuerdos con diferentes porque no te queda otra.

P: ¿Qué parte de responsabilidad tiene Pablo Iglesias? Porque en ERC, con los que ustedes que tienen un acuerdo, son bastante críticos con Podemos y con Iglesias.

R: Yo no voy a decir si la responsabilidad es de Pablo Iglesias, si la responsabilidad es del señor Sánchez. Estoy viendo que son incapaces de ponerse de acuerdo y eso es un drama. Creo que quien tiene la responsabilidad de arreglar esto es el señor Sánchez, porque es quien tiene los votos para ser el próximo presidente del Gobierno del Estado. Entonces lo normal es que llame al señor Iglesias y que se sienten las horas que hagan falta para dirimir esas desconfianzas que tienen. Y lo siguiente, lo de quién está o no está en el Consejo de Ministros o cuál es el acuerdo. Yo creo que el gran problema en este momento es la desconfianza mutua que invalida e imposibilita que lleguen a un acuerdo entre ambos.

P: Bildu es la segunda fuerza política en Euskadi. ¿Pero ustedes comprenden que fuera de Euskadi, a Bildu la mayoría de los ciudadanos del Estado español les resulta muy difícil verles como un partido político normal?

R: Desde mi punto de vista sí, pero vivo en Madrid desde hace ocho años y soy consciente de cómo se percibe y cómo percibe la mayoría de la sociedad española a Euskal Herria Bildu. Es cierto que hay voces de todo tipo. Madrid no es uniforme ni la sociedad española, pero sí somos conscientes de cuál es la imagen que se quiere representar de Euskal Herria Bildu, por gran parte de los mass media y por algunos partidos políticos. Somos perfectamente conscientes de cuál es esa imagen que se quiere dar, unida a un pasado de violencia y conculcación de derechos humanos, algo tan ilógico cuando la coalición nació con unos estatutos claros y clarísimos sobre su rechazo frontal a cualquier tipo de violencia, incluida la de ETA. En muchos medios de Madrid se le da la vuelta y se nos intenta representar unidos a un pasado de violencia y un pasado oscuro que afortunadamente ya pasó en Euskal Herria. Sí soy consciente de que las cosas se ven diferente, pero la sociedad vasca tiene una agenda política, unas prioridades y una lectura diferente, pues vota diferente. La primera y la segunda fuerza de España son la cuarta y la quinta en la Comunidad Autónoma Vasca. Eso no nos impide seguir trabajando con normalidad, intentando ser el altavoz de la izquierda soberanista del País Vasco. Pero eso tampoco es óbice para que tomemos medidas beneficiosas para la mayoría de la sociedad vasca, y también para la sociedad española, en medidas sociales, en medidas que tienen que ver con el derecho a decidir, en medidas que tienen que ver con las libertades y los derechos políticos. Nadie puede olvidar que algunos de los decretos sociales fueron aprobados gracias al voto de Bildu. Y hay que recordar las llamadas del PSOE para que votáramos a favor, lo que íbamos a hacer sin esa llamada, pero no hubo ningún problema para que los socialistas contactaran con nosotros.

P: Euskadi, el País Vasco, tiene ahora mismo la mayor cuota de autogobierno de toda Europa, si no recuerdo mal, superior a Escocia por ejemplo. Y tiene también un sistema de financiación sin parangón. Teniendo en cuenta que Euskadi disfruta ahora mismo con una cuota de autogobierno y financiación única, y si no es la más de Europa desde luego está empatada. ¿Qué quiere Bildu para Euskadi?

R: Yo quiero desmontar ese mito que se dice que Euskal Herria, o incluso Cataluña a veces, son los territorios con más autogobierno o con más soberanía en territorios no estatales de Europa. Dependiendo de qué materias estemos hablando, podemos ir desde las Islas Feroe, desde las regiones de Bélgica, desde los territorios del Reino Unido o incluso los Länder alemanes. De hecho, el señor Carles Puigdemont fue puesto en libertad por un Tribunal de un Land alemán que tenía un sistema de Justicia propio. Tenemos a regiones de Europa donde tienen selecciones deportivas propias. Hemos visto recientemente a España jugando al fútbol contra las Islas Feroe, no contra Dinamarca.

Hay sectores reaccionarios como la Jefatura del Estado que quieren dar una lección a los catalanes

Es cierto y es verdad que tenemos un sistema de autonomía amplio. También es cierto que, tras 40 años, ese sistema de autonomía está incompleto. Tanto el PSOE como el PP han incumplido algo que era parte del bloque constitucional, han estado continuamente haciendo un chalaneo y un chantaje para que algún partido vasco, sin dar más nombres, votara a favor de leyes y presupuestos, para ir completando una a una las competencias pendientes. A día de hoy quedan 36 competencias pendientes del Estatuto de Gernika, que tiene 40 años. Y 25 competencias del Fuero Navarro, desde hace 38 años. Han pasado cuatro décadas y ninguno de los dos grandes partidos han sido capaces de cumplir algo que era parte del bloque de constitucionalidad. Es falso que el País Vasco es uno de los territorios con más autogobierno de Europa y mucho menos del mundo. ¿Qué quiere Euskal Herria Bildu? Nosotros somos una fuerza independentista, esto lo decimos claramente no andamos con medias tintas. Ahora bien, creemos que la sociedad vasca sólo puede ser independiente si la inmensa mayoría de sus ciudadanos así lo elige democráticamente.

P: ¿Cuál es esa inmensa mayoría?

R: La mitad más uno es la inmensa mayoría, la mitad más uno. Ahora bien, tenemos un problema mayor en este momento que es que hay una imposibilidad de llevar a cabo un referéndum en condiciones de normalidad. En este momento vemos como tres cuartos de los votantes de la Comunidad Autónoma Vasca, y tres cuartos de sus representantes en el Parlamento vasco reclaman el derecho a decidir de la ciudadanía vasca. Y eso cada uno tiene diferentes postulados, diferentes teorías. Nosotros decimos, somos radicales en democracia, vayamos a establecer cuáles son los criterios para que se pueda celebrar una consulta o un referéndum con garantías. Si es posible, lo prioritario es que sea acordado con el Estado, que se busque esa bilateralidad, vayamos a buscarlo. Ahora bien, que ese veto, que esa negación continua, lo hemos visto en Cataluña, lo hemos visto también con el Estatuto conocido como Estatuto Ibarretxe aquí hace una década, que eso no sea un veto ni una barrera para que la ciudadanía vasca decida cuál debe ser su futuro institucional. Nosotros eso sí, abogamos por el sentido común y que se establezca un acuerdo de buena fe.

P: Si algún día llegara a celebrarse el referéndum y en un territorio, por ejemplo, Álava, sale el no a la independencia ¿respetaría Bildu que Álava dejara de formar parte de una Euskal Herria independiente o se obligaría a Álava a formar parte?

R: Bildu está abierta a ese debate, sin ningún problema, porque cree en el principio democrático. Pero tampoco podemos ir al absurdum que sería el argumento del vecino del quinto. Porque esto empieza en la provincia, luego pasa al municipio, luego pasa al portal y luego acaban en el vecino del quinto. Creemos que debe ser el principio democrático el que establezca los criterios. ¿Qué en vez de comunidades autónomas deben ser los territorios históricos? No hay problema, vayamos a ese debate. Establezcamos las bases, vayamos a hablar. No hay ningún problema. Para nosotros Euskal Herria representa siete territorios, cuatro en el Estado español y tres en la República Francesa. Sabemos que cada territorio, porque está situado institucionalmente y tiene una historia en un lugar diferente, tendrá sus ritmos y tendrá derecho a decidir cuál debe ser sus ritmos. Estamos abiertos a ese debate. No lo negamos, pero creemos que debe ser el principio democrático el que establezcan los ciudadanos y ciudadanas, y con un acuerdo en este caso con el Estado, que establezca cuál deben ser los pasos a dar.

P: ¿Os habéis fijado un límite temporal para empezar a reivindicar la independencia o tenéis una estrategia política tranquila tras lo ocurrido en Cataluña?

R: Nosotros somos gente tranquila y sosegada no montamos lío. Pero por otro lado es cierto que nosotros somos igual de independentistas que cuando nacimos. Ahora bien, nos amoldamos a la situación. Ahora estamos debatiendo sobre la reforma del Estatuto vasco. Estamos sumando mayorías, ha habido un acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco. Y hay un grupo de trabajo sobre esa propuesta que se puede abrir a formaciones como Unidas Podemos o también al Partido Socialista. Es más positivo llegar a acuerdos con más que con menos.

 

En otra sociedad, Otegi, Eguiguren y Zapatero habrían sido reconocidos por acabar con décadas de violencia

Respecto a Cataluña, es al contrario. La situación de represión, criminalización y judicialización de lo que desde nuestro punto de vista es un problema político nos lleva a querer cuanto antes conformar una institución diferenciada porque creemos que, lamentablemente, en el Estado español a día de hoy es materialmente imposible que sea reconocida esa pluralidad y que se lleguen a soluciones políticas a lo que son problemas políticos. Nos parece un sinsentido la judicialización del procés, que haya presos políticos, y digo bien presos políticos, en el Estado español del siglo XXI. Y cambiar el paradigma del problema político convirtiéndolo en uno policial nos parece un error de libro. Creo que el PSOE en este caso debería ser valiente, no ser preso de sectores reaccionarios que quieren dar una lección al soberanismo catalán, que los hay en el Poder Judicial, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y creo que también en la Jefatura del Estado. Hay, desde mi punto de vista, una intención de dar una lección y un aviso a navegantes a la sociedad catalana. El Estado español, desde mi punto de vista, siento ser duro, ha intentado llevarlo más por la vía Erdogán que por la vía británica, y eso no es positivo ni para la sociedad catalana de sociedad vasca. Pero creo que tampoco para la sociedad española.

P: En el último homenaje a las víctimas del terrorismo, usted acudió en nombre de Bildu. ¿Eso provocó alguna tensión dentro de la coalición? ¿Y por qué no se quedaron en el discurso de Marimar Blanco?

R: Desde que estoy aquí, desde 2011, todos los años hemos debatido si acudíamos a ese acto. Si hasta ahora no hemos acudido ha sido única y exclusivamente porque tenemos un principio en Bildu que no acudimos allí donde creemos que nuestra presencia puede generar más tensión, dolor, o puede ser percibido por algunas víctimas como incluso una provocación o como un agravio. Este año, a pesar de que una vez más iba a ser la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que pide públicamente nuestra ilegalización, quien hiciera el discurso, decidimos que era el momento de dar un paso y demostrar a todas las víctimas del terrorismo, a todas las víctimas de la violencia, nuestro cariño, respeto y reconocimiento. Pero, a la vez, no acudir a la parte del acto donde estábamos seguros, y no nos equivocamos, que se iba a menospreciar y se iba a calumniar a nuestra formación política. Entonces lo que hicimos simplemente es no estar en esa parte del discurso de la señora Blanco, que merece todos nuestros respetos como víctima, pero que su discurso de cariz político creo que no es de recibo para los votantes de Bildu. Y, al mismo tiempo, no queríamos con nuestra presencia tensionar ese momento y le dejamos hacer su discurso con total tranquilidad ¿Que en el futuro podamos acudir a otros actos? Pues si se hacen en otro contexto, y ya digo, nuestra presencia no es vista como una provocación o un agravio, sino que es un paso positivo en el reconocimiento de todas y cada una de las víctimas que han existido, pues estaremos. Yo estuve sinceramente, porque era el único representante Bildu que estaba en ese momento en Madrid. Si no hubiera estado la portavoz o algún otro compañero, pero fui yo en representación de Bildu.

P: ¿Qué opina de las recientes declaraciones del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en Onda Cero, cuando comentó que Bildu todavía tenía que dar más pasos en el reconocimiento y comprensión del dolor de las víctimas?

R: Yo en esa afirmación del señor Zapatero estoy de acuerdo. Ahora bien, sin entrar en el y tú más, porque no es constructivo. También creo que el PSOE debería hablar sin complejos del daño causado, del dolor causado de las víctimas del terrorismo del Estado, de las víctimas del GAL, de la guerra sucia. Sin complejos, tiene que dar un paso. Hay que dar pasos en sentido común, en aras de una normalización y un reconocimiento a todas las víctimas, cada cual en su responsabilidad. Pero también creo que el PSOE, si hacemos un análisis de lo que ha sido en ciertos momentos históricos, también tiene que hacer autocrítica y tiene que dar que dar pasos. Dicho esto, ojalá el señor Sánchez compartiera los análisis que hace el señor Zapatero, porque vemos al señor Sánchez que quiere ser el más progresista pero hasta ahora ha ganado en todo el señor Zapatero, tanto en medidas sociales como en normalización política. Es el mismo señor Zapatero quien defendía que se tenía que hablar con nosotros con total normalidad. Y a colación de la entrevista con Arnaldo Otegi en TVE, yo creo que en otro contexto y en otra sociedad, tanto el señor Otegui, como el señor [Jesús] Eguiguren, como el señor Zapatero hubieran sido reconocidos y hubieran tenido un reconocimiento social importante por haber sido quienes consiguieron acabar con décadas de violencia. Pero en vez de eso se les criminaliza a los tres, en diferente medida, por haber dado pasos valientes en favor de la paz y de la normalización.

P: ¿Cómo analiza la entrada de Vox en el Congreso, y que vayan a sus vecinos el gallinero?

R: Veo con preocupación cómo se ha intentado normalizar a la extrema derecha una rapidez que a mí me asombra. Y en algunos casos el PSOE nos quiere equiparar con ellos, con una formación que no respeta los Derechos Humanos, que es abiertamente machista y homófoba. A mí esto me preocupa. No entiendo cómo su discurso se ha homologado tan rápidamente, tanto en medios de comunicación como a nivel político. Y ya sé que es una escisión del Partido Popular, pero me parece incomprensible cómo en algunos discursos que estamos viendo se hacen homenajes a Primo de Rivera. Esto se pasa con total normalidad, nadie protesta porque se entreviste a estos señores y tengan horas y horas de televisión que no les corresponden respecto a sus votantes. Y que luego se genere tanta polémica por una entrevista en la que un portavoz de una formación como es Bildu habla por los Derechos Humanos, por la paz y por el reconocimiento a las víctimas. Creo que hay una doble vara de medir, y vuelvo a insistir, creo que la sociedad española tiene un problema, y yo creo que lo tiene más allá del mito de la Transición. Un problema en el que estas corrientes de opinión han estado vivas en alguna formación política y en algunos sectores. Y no es casual el voto que ha obtenido JUSPOL en las elecciones en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o en algunos sectores de las Fuerzas Armadas, en algunos sectores del Estado que 40 años después tienen fuerza e influencia.