Íñigo Errejón (Madrid, 1983) vive a medio caballo entre la política nacional y la madrileña. Presume de marcar la agenda al Gobierno, del que dice que vive en un “ensimismamiento” continuo, acercando las preocupaciones de la gente al debate público. La jornada de cuatro días, la Estrategia Nacional de Salud Mental, la búsqueda de transparencia en el plan de vacunación y la moción de censura a Isabel Díaz Ayuso.

Intranquilo, mira de reojo para quitarse la mascarilla el minuto que ElPlural.com le pide para fotografiarle frente al Congreso. De ahí, a su oficina, donde el tiempo aprieta porque a las 19.00 horas tiene que estar presente en la manifestación convocada en San Jerónimo a favor de la ley Trans. Precisamente esas prisas obligan a que esta entrevista se posponga del viernes 5 al martes 9 de marzo -24 horas después de las manifestaciones feministas-, para acabar contestando por teléfono este mismo jueves a la pregunta del momento: ¿qué pasará en Madrid?

Sobre esto y mucho más, el líder de Más País responde a nuestros interrogantes, quedando alguno de ellos desactualizado por una actualidad incesante que parece cosa del pasado en 48 horas.

PREGUNTA: Se avecina lío en los tribunales. El entorno de Ayuso dice que prevalece la disolución de la Asamblea, ustedes que lo hacen las mociones presentadas. ¿Está incurriendo en prevaricación el núcleo duro de la presidenta?

RESPUESTA: La normativa es clara y tiene pocas vueltas. Su interpretación es cristalina. La ley dice que la convocatoria de elecciones, y por tanto la disolución de la Asamblea, entra en vigor cuando se publica en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Nosotros publicamos la moción de censura antes de que se cumpliera esta condición y eso significa que la moción debe tramitarse, tal y como han reconocido los letrados de la Cámara y los miembros de la Mesa de la Asamblea de Madrid por mayoría, incluyendo a su presidente.

Lo contrario, lo que quiere Ayuso, es un fraude democrático, porque intenta saltarse las normas para evitar el relevo democrático que ya era posible en la Asamblea desde hace un año y medio, y que solo la falta de visión de Ciudadanos impidió. En este momento solo la señora Ayuso, con su irresponsabilidad característica, está pensando en ir a las urnas en un momento en el que no hemos vencido a la pandemia, en el que no hay una mayoría clara alternativa porque la derecha está sumida en una crisis sobre qué quieren ser y qué quieren hacer.

Además, plantea que la jornada se celebre en martes. Es un disparate, un despropósito que demuestra que mientras Ayuso únicamente está pensando en votos, el resto creemos que existe una alternativa y un relevo democrático, cumpliendo la norma, diciendo muy claro que las elecciones deben celebrarse cada cuatro años. Esto significa que el Gobierno que se formase sería interino. Un Gobierno para derrotar al virus y convocar elecciones en 2023 con garantías de salud.

P: Ustedes fueron los primeros en registrar la moción de censura. De fructificar, ¿estarían dispuestos a apartarse si Ciudadanos decidiese de esta forma derribar a Ayuso?

R: Se debe respetar la ley y nosotros no contemplamos otra posibilidad. Se tienen que tramitar las mociones y nosotros ya hemos dicho que seremos muy flexibles. Registramos la primera para evitar la irresponsabilidad de Ayuso. Fuimos los primeros en ver que esta vía era posible, pero esto no es una carrera.

En junio de 2019 dijimos que había una alternativa que no pasaba por el PP, sus casos de corrupción ni por doblegarse al chantaje de la extrema derecha de Vox. Esa alternativa era un entendimiento entre el PSOE, Cs y Más Madrid. En aquel momento Ciudadanos nos dijo que eso no era posible porque nosotros queríamos estar en el Gobierno, a lo que respondimos que si ese era el problema que no se preocupasen, que nos echábamos a un lado y hacíamos prevalecer la alternativa a la búsqueda de sillones.

Unidas Podemos dijo que aquello era absurdo y no tenía sentido. Ahora parece que votarán a favor de una presidenta de Ciudadanos en Murcia y, finalmente, año y medio después de nuestra propuesta, se comprueba que no solo era posible, sino que es la única opción que puede sacar a Madrid de un desgobierno que los madrileños hemos sufrido teniendo los peores datos de contagios de toda España, con Filomena, con las peleas en el seno del Ejecutivo regional…

P: Estamos ante una oportunidad histórica. Bien sea en forma de moción o en adelanto electoral. ¿Está más cerca que nunca el fin del PP en la Comunidad de Madrid?

R: Insistimos en que se debe cumplir la ley. Las mociones deben tramitarse acorde a lo que dicen los letrados, la Mesa y la propia ley. Una vez tramitadas, queda claro que existe una alternativa que es de sentido común.

Si se consumara el fraude de Ayuso, nosotros no le tenemos ningún miedo. Todo el mundo sabe que Más Madrid es la alternativa al PP tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. Ni el PSOE ni Unidas Podemos han ejercido de alternativa, tal vez estaban a otras cosas, y creo que nosotros somos nítidamente la alternativa en los dos sitios. Además, este año y medio, lamento decirlo por el alto precio que hemos pagado, pero el tiempo nos ha dado la razón.

Es evidente que hemos pagado un precio muy alto por mantener al PP de la corrupción y del fanatismo, que, además, ha contado con los anabolizantes de la extrema derecha. Mantener ese disparate cotidiano que es Ayuso en el Gobierno ha hecho que Madrid haya pagado un precio carísimo: cuando confinó a los barrios del sur, cuando Ayuso y Almeida nos dejaron solos en medio de la tormenta, cuando han sido incapaces a hacer frente a la pandemia por su obsesión frente a lo público, cuando han maltratado a los profesores, cuando su única receta es volver a los pelotazos, a los regalos a los millonarios y a hacerle la vida más difícil a la gente sencilla.

Se debe tramitar la moción, pero, si no es así, pondremos fin al desgobierno de Ayuso en las urnas.

P: Ayuso se ha entregado directamente a Vox, sin esconderse, haciendo inútil cualquier esfuerzo de Casado por girar al centro político. ¿Por qué cree que Ignacio Aguado y Ciudadanos asumen todos los sapos que le ha hecho tragarse Ayuso?

R: ¿Qué saca Ciudadanos de todo esto? Está en peores condiciones, ha cedido en todo a Vox, tiene su existencia electoral amenazada y queda claro que decidió un mal camino. Desde que se hizo la foto de Colón y decidió ser la comparsa de la extrema derecha, se lo están comiendo. Decidió mal para todos los españoles, pero especialmente para ellos. Si quieren corregir el rumbo y evitar que haya un Gobierno de la ultraderecha en Madrid que los fagocite, deben aplicar las mismas decisiones que en Murcia. Nadie entendería que lo mismo no fuese válido en Madrid o en Andalucía.

P: ¿Cómo llega Más Madrid a nivel interno a este proceso después de la escisión de cuatro concejales en el Ayuntamiento de la capital? ¿Era el momento?

R: Han tomado una decisión que yo no entiendo muy bien. Nadie duda de que la oposición a Almeida es Rita Maestre y la oposición a Isabel Díaz Ayuso es Mónica García. Frente al PP está Más Madrid. Yo creo que PSOE y Podemos han renunciado a Madrid. Nosotros no lo vamos a hacer, y seguiremos luchando contra el Gobierno del fanatismo y la irresponsabilidad, que ha puesto en riesgo la salud de los madrileños por estar más pendiente de hacer oposición a toda costa al Gobierno nacional.

Desde que Ciudadanos se hizo la foto de Colón y decidió ser la comparsa de la extrema derecha, se los están comiendo

P: PSOE y Podemos difieren. Con la escisión le han recordado que ‘de aquellos polvos nacen estos lodos’. ¿En qué se diferencia lo ocurrido con lo que hicieron usted y Manuela Carmena poniendo en marcha Más Madrid?

R: Yo creo que habría hecho falta más apoyo e implicación detrás de la candidatura de Manuela Carmena, que ganó las elecciones y se quedó muy cerca de poder revalidar su mandato. Obtuvimos un resultado excepcional en la Comunidad de Madrid.

El problema fundamental es que hay mucha gente que quiere transformaciones políticas y solo recibe ruido. A veces, las discusiones dentro del Gobierno nos pueden distraer de una cosa fundamental, que es que este gobierno salió por poco y debe acordar con muchos. Y creo que nosotros estamos haciendo un trabajo que nadie hace, obligando al Gobierno a acordarse de problemas que están en la calle, como la jornada de cuatro días y la Estrategia Nacional de Salud Mental.  Yo vuelvo a ver, como hace 10 años, un divorcio entre el país real y el país oficial.

íñigo Errejón, frente al Congreso de los Diputados. / Fernando Coto Marín
Íñigo Errejón, frente al Congreso de los Diputados. / Fernando Coto Marín
 

P: ¿Cómo se vivió en Más País y Más Madrid un 8M tan atípico como el de este lunes?

R: Nosotros no lo vivimos de forma muy diferente a cómo lo vivió España. Este 8M había más razones que nunca para el feminismo, ya que la pandemia y el confinamiento han puesto de manifiesto que nuestros cuerpos son frágiles, que hay que cuidarse y que debemos restablecer los vínculos sociales para protegernos.

La covid ha demostrado que el feminismo venía teniendo razón desde hace mucho tiempo. Hay que reorientar nuestras prioridades hacia una sociedad no tan depredadora, donde el esfuerzo recae sobre los hombros de las mujeres de nuestro país. ¿Quién ha sostenido los hogares y los trabajos esenciales? Las mujeres.

P: Entendiendo que no están a favor de la decisión de Delegación del Gobierno y teniendo en cuenta que pudimos ver a policías municipales fotografiando a manifestantes, ¿cómo va a actuar Más País frente a ese doble rasero?

R: Es muy preocupante. Hemos pedido explicaciones al ministro de Interior [Fernando Grande-Marlaska] y al delegado del Gobierno [José Manuel Franco]. Queremos que se nos explique por qué se aplican normas diferentes al feminismo.

A mí me parece bien que las autoridades sean muy concienzudas en la lucha contra la pandemia, pero no me parece tan bien cuando utilizan este pretexto para combatir un tipo de movilizaciones porque no les gustan. Aquí se ha manifestado todo el mundo, y con el feminismo hemos visto medidas que no se le aplican al resto y me parece que es un claro caso de discriminación. El Gobierno del PSOE, que es de quién depende el Ministerio de Interior y la Delegación de Gobierno, se está equivocando, ya que los que le acosan por la derecha no van a parar porque ellos le hagan el trabajo sucio. Pedirán el doble.

P: Este tipo de ataques se producen cada vez con más asiduidad. ¿Qué parte de culpa tiene el ascenso de Vox y el blanqueamiento de PP y Ciudadanos?  

R: Macarena Olona dijo algo así como ‘frente a vuestros murales, nuestra brocha’. Y la extrema derecha obedeció. Hace falta tener una existencia muy triste. Si uno analiza el tipo de ciudadano que es el que organiza un sábado por la mañana, con sol, a plena luz del día, con niños, una actividad vecinal para pintar un mural feminista que enseñe a las niñas que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, y lo compara con la actuación de cuatro infelices que tiran pintura negra por la noche y a escondidas, pues hay una ciudadanía que crea y otra que destruye.

Es normal que haya una ciudadanía que siente odio, pero los representantes políticos no deberían echar gasolina al fuego, ya que además estos actos no son representativos de nuestra sociedad. España es un país puntero en donación de órganos, puntero en reconocer el matrimonio a personas del mismo sexo, que ha asombrado al mundo con sus movilizaciones feministas.

Quienes creen que pueden detener el reloj de la historia, o mucho peor, hacerlo retroceder 40 o 50 años, lo único que hacen es prolongar dolores o injusticias con los que tarde o temprano vamos a acabar. Una idea que es cierta no se tapa con pintura.

P: Siendo España puntera en la consecución de derechos como los que referenciaba, también lo es en la pillería. Más País pide que se investiguen las estructuras de tráfico de influencias en la vacunación.

R: Está claro que algo ha fallado en el proceso. Nosotros registramos una solicitud de comisión de investigación en el Congreso por dos razones: una, porque España no tiene mayor reto que la vacunación; y la segunda, porque el proceso de vacunación es un examen para medir cuánto tenemos de sociedad y cuánto de ley de la selva.

La vacuna es un perfecto ejemplo de democracia. La vacuna nunca hubiese funcionado si se vacunaran los que más dinero tienen. El criterio del plan de vacunación antepone el bien general al bien individual, por mucho dinero que tenga. ¿Eso qué significa? Pues que cuando vienen mal dadas, todos asumimos que lo que nos cuida y salva es una lógica en la que actuamos como comunidad.

Si este es el mayor desafío para nuestra sociedad, corroe mucho ver cómo algunos pocos se saltan la cola. Últimamente se escucha menos a los negacionistas, cuando han visto que los poderosos se vacunan cuando pueden.

Íñigo Errejón, frente a los leones del Congreso de los Diputados. Fernando Coto Marín
Íñigo Errejón, frente a los leones del Congreso de los Diputados. / Fernando Coto Marín
 

P: Como las infantas, por ejemplo.

R: Lo de las infantas es terrible. Se han vacunado en una dictadura teocrática donde además es ilegal vacunarse a no ser que estés empadronado allí. Además, dicen que se les ofreció y simplemente lo cogieron. Esta frase sirve como claro ejemplo de quién no es un ciudadano, quién no está acostumbrado a comportarse como el resto de los mortales.

Es evidente que algo ha fallado en nuestros controles institucionales: alcaldes, altos mandos militares, altos mandos de la jerarquía eclesiástica, miembros de la Casa Real. Ha habido mucha gente que se ha saltado el turno para vacunarse antes que reponedores, médicos, conductores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad… Esto es corrosivo para la sociedad, ya que algunos, por el dinero y el poder que ostentan, se creen por encima de los demás.

Queremos investigar cuántos se han saltado las normas, por qué ha sido tan fácil. Y también queremos investigar los contratos de las diferentes empresas farmacéuticas, porque es evidente que España y la UE se han visto muy débiles frente a estas grandes empresas, que se han permitido el lujo de no entregar las vacunas acordadas. Para nosotros esto señala que necesitamos una farmacéutica pública, que nos dé protección, soberanía y que retenga talento aquí.

Quienes creen que pueden detener el reloj de la historia, o mucho peor, hacerlo retroceder 40 o 50 años, lo único que hacen es prolongar dolores o injusticias con los que tarde o temprano vamos a acabar

P: Hay partidos políticos que van a votar a favor de esta comisión pese a no cesar a dirigentes de su propia estructura que se han saltado el proceso.

R: Eso es un poco insólito. En la comisión pasaremos lista y a mí me parece que una de las premisas debería ser exigir a todos los partidos que sean ejemplares. Todo el que representa una situación de influencia o de poder debe ser ejemplar y demostrar a los ciudadanos que las reglas también van con los fuertes, porque si las reglas solo van con los débiles no hay razón para cumplirlas.

P: Incidiendo en esta idea de poder y estatus social, leía el otro día que Compromís ya había pedido en 10 ocasiones que se investigaran los negocios del rey emérito. Ustedes llevarán otras tantas. ¿Por qué cuesta tanto hincarle el diente a la monarquía en el Congreso? ¿Qué frena al PSOE?

R: Es una estupenda pregunta, porque la Casa Real no le devuelve los favores. Las peticiones de información y transparencia a la Casa Real no deberían ser únicamente una reclamación de los republicanos. Yo no soy monárquico, pero los que lo son deberían ser los primeros interesados en que la institución los trate como ciudadanos y no como súbditos.

No es verdad que la monarquía esté cuestionada por los republicanos, sino por sus propias actitudes. Antes de enredarnos en la forma de Estado, tenemos que abrir un debate sobre la transparencia de las instituciones públicas. Cualquiera puede encontrar mi declaración de bienes -no lo puede hacer, por cierto, con los diputados de Vox, que se lo han saltado-, pero no puede ver las de otras instituciones que también paga.

Hay que delimitar cuándo el rey es inviolable. ¿Lo es cuando se va de viaje a matar elefantes? Proteger a la institución puede tener cierto sentido, pero proteger al ciudadano privado cuando hace el golfo no tiene ninguno. Hemos pedido que esto cambie, pero nos hemos encontrado con un muro que se justifica hablándonos de cosas de hace 40 o 80 años. ¿A mí qué más me da? A mí no me basta con que me convenzan de que Felipe es mejor que Juan Carlos.

En mi colegio estaba colgado un cuadro con la imagen de Juan Carlos I. Era una especie de prohombre al que había que parecerse. ¿Qué garantiza que los errores no se vuelvan a cometer? ¿Confiar en que éste no se parecerá a su padre?

P: El choque del bloque de la investidura con el Gobierno no se produce únicamente con la monarquía. Podemos ejemplificar este debate con la ley Trans, la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la regulación de los alquileres. ¿Se sienten ninguneados?

R: El reloj cuando se está en el Gobierno va más lento que en la calle. Los gobiernos tienden a ensimismarse y este le está perdiendo el pulso a la calle, a la sociedad española, que está en una situación durísima en términos de falta de esperanza. Cuando se sigue la política oficial, no ven nada que no tenga que ver con sus vidas. Ven una discusión completamente extemporánea.

 

La segunda parte de esta entrevista, centrada en la jornada de cuatro días y los cambios necesarios en el Plan Nacional de Salud Mental, será publicada por este medio el próximo sábado 13 de marzo.