La entrega de despachos a los nuevos jueces, que se ha celebrado este viernes en Barcelona, ha sido la antesala de la última disparidad de opiniones dentro del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. El presidente del  Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha sido el hilo conductor de la polémica, después de exponer con vehemencia el malestar del CGPJ por la ausencia del Rey Felipe VI: "Nuestro lamento no solo obedece al hecho de que se rompe con una tradición de más de 20 años, sino también, y sobre todo, porque la presencia de Su Majestad el Rey, del Jefe del Estado, en la ceremonia de entrega de despachos a los nuevos jueces responde al especial vínculo constitucional de la Corona con el Poder Judicial, vinculación que forma parte de nuestra tradición histórica desde la Constitución de Cádiz de 1812, y que sirve además para resaltar la dignidad de nuestra función".

Asimismo, minutos después de su discurso, Lesmes mantenía un encuentro con los integrantes de la última promoción de la Carrera Judicial, a los que comunicaba que Felipe VI le había telefoneado y le había trasladado que le “hubiese gustado” acompañarle en el acto.

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Cabe destacar que en una primera instancia, la Casa Real había confirmado la asistencia de Felipe VI, pero después decidían declinar esta invitación del CGPJ. Una negativa que respaldaba el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en una entrevista reciente concedida a la Cadena Ser: "La decisión se ha tomado analizando todas las variables y la ha tomado quien la tenía que tomar". Preguntado por los motivos, Campo eludía a la “ponderaciones de bienes” y a que había que “sacrificar algo en pro de algo más seguro”. "Creo que en la mente de todos están toda una serie de circunstancias y variables que podrían cuestionar todas y, por tanto, creo que la mayor obligación que tiene el Gobierno es proteger las instituciones y, sin duda, la monarquía lo es", añadía, en alusión a unas posibles protestas de los independentistas por la inminente publicación de la sentencia sobre la inhabilitación de Quim Torra.

Críticas de Unidas Podemos

No obstante, la llamada de Felipe VI a Lesmes ha generado un enorme malestar en las filas de Unidas Podemos. En este sentido, el portavoz de los morados en el Congreso, Pablo Echenique, escribía el siguiente mensaje a través de Twitter: “Para que la noticia se entienda bien, añadamos la legitimidad democrática de cada uno. El Rey (no le ha votado nadie) llama a Lesmes (mandato caducado hace dos años) para quejarse juntos del gobierno de coalición (fruto de la mayoría parlamentaria tras elecciones generales)".

Sin embargo, el mensaje más duro corría a cargo del titular de Consumo, Alberto Garzón, quien cargaba contra Felipe VI y le acusaba de “maniobrar contra el Gobierno”. "La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la Constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible", escribía, también en Twitter.

Y por último, el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, también daba su punto de vista y apuntaba que “respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado”, junto a la “renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma”.

El PSOE guarda silencio

Por su parte, el PSOE apostaba por el hermetismo y ningún ministro socialista valoraba las declaraciones de Lesmes. Un silencio que solamente se ha saltado el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien trasladaba su “apoyo total” a la Constitución y a su expresión máxima que es el Rey. "Desestabilizar la monarquía es desestabilizar irresponsablemente la Constitución", escribía.

Casado y Arrimadas piden a Sánchez que defienda al Rey

Tras los mensajes de los dirigentes morados, pesos pesados del Partido Popular y de Ciudadanos se han lanzado a las redes sociales para exigir a Sánchez que defienda a Felipe VI y que desautorice a Iglesias y Garzón. “Los ataques del Gobierno al Rey son intolerables. Si Sánchez no desautoriza inmediatamente a su vicepresidente y ministros será responsable de la más grave crisis institucional de nuestra historia reciente”, señalaba el líder de los populares, Pablo Casado. “Quieren que el Rey sea fuente de discordia hasta acabar con lo que hemos construido juntos. Pretender destruir lo que funciona y no solucionar lo que va mal. Ahora más que nunca, con el Rey y con la España de todos”, apuntaba por su parte la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

“Lo que daña verdaderamente a la democracia son estos ataques del populismo a las institucionales que son de todos. Unas palabras inadmisibles e impropias de los miembros del Gobierno de España. Sánchez debe desautorizarles de inmediato y defender al Jefe del Estado”, escribía por su parte la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Zarzuela tilda la llamada de “cortesía”

Por último, tras toda la polémica suscitada, y varias horas después de las palabras del presidente del CGPJ, fuentes de la Casa del Rey calificaban la llamada de Felipe VI a Lesmes “de cortesía” y “sin consideraciones institucionales”: "Ha sido una llamada de cortesía al presidente del CGPJ con el objeto de trasladar su felicitación personal a la nueva promoción de la carrera judicial, sin consideraciones institucionales respecto del acto ya celebrado".