Para empezar, y por si algo nos faltaba, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, debería rectificar inmediatamente su afirmación de que "lo que no está en la Constitución no existe". Todos sabemos que hay muchas cosas que no están en la Constitución y existen, por no recordarle que lo que no es democrático es negar hasta el debate ciudadano y político sobre las cuestiones que sean, incluido el modelo de Estado. A partir de ahí conviene recapitular algunos hechos.

¿Respetamos las reglas democráticas o no?
A cualquier ciudadano, de cualquier ideología, que se le pregunte si está de acuerdo en que se vote para elegir entre Monarquía o República contestará que sí. En eso estamos todos de acuerdo porque siempre nos gusta que nos consulten y escuchen, pero el hecho de que no estemos celebrando referéndums todas las semanas no quiere decir que no seamos una Democracia. Democracias son las Monarquías parlamentarias de Suecia, Noruega o Reino Unido, al igual que la  española. Y la Democracia tiene unas reglas que nos han permitido convivir 39 años en paz y libertad. La regla básica es que la soberanía nacional está representada en el Parlamento y que la mayoría parlamentaria la deciden las urnas. Está previsto cómo cambiar las normas y para celebrar un referéndum sobre el modelo de Estado hay que cambiar la Constitución. Y para cambiar la Constitución se necesita una amplia mayoría parlamentaria.

Requisitos: reforma constitucional y elecciones
Si estamos de acuerdo en que España es una Democracia, con Leyes democráticas que debemos respetar, debemos también respetar las normas establecidas para cambiar las cosas, porque se pueden cambiar. En primer lugar es necesario que un grupo parlamentario presente la propuesta, luego que consiga el apoyo como mínimo de un quinto de diputados (70) y a continuación se pone en marcha un largo proceso que culmina en unas elecciones generales.

Cambiar el modelo de Estado implica una reforma constitucional agravada porque afecta al título II de la Constitución aprobada en el referéndum de 1978. Para ello se necesitan que dos tercios del Congreso y el Senado acuerden que es lo que se pretende cambiar y someter a referéndum . Posteriormente habría que convocar elecciones generales de las que saldrían las nuevas Cortes Generales que elaborarían la propuesta, seguidamente esa propuesta debe obtener el voto a favor de los dos tercios del Congreso y del Senado y finalmente esa propuesta se somete a referéndum.

Se legitima el referéndum catalán
En Democracia todo es discutible y opinable, pero en una Democracia decide la mayoría, y actualmente no tienen mayoría parlamentaria los partidos a favor de la República. Si quitamos la legitimidad al Parlamento debemos ser muy conscientes de lo que hacemos. Y debemos ser muy conscientes también de que cambiar el modelo de Estado de Monarquía parlamentaria a República con argumentos que no respetan la legalidad democrática que tenemos legitima también el referéndum catalán. En definitiva, debemos de ser conscientes de si lo que queremos son reformas constitucionales que se adapten al siglo XXI o queremos una ruptura del sistema porque nada de lo construido hasta ahora vale.

Tribunal Constitucional
En un interesante artículo que publica hoy el diario El País se recuerda que el artículo 92 de la Constitución establece que "las decisiones políticas de especial transcendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos", pero como en todo país democrático son los Tribunales Constitucionales los que luego afinan y concretan. El 11 de septiembre de 2008 el Tribunal Constitucional anuló la consulta independentista que quería celebrar el lehendakari Ibarretxe, y señalaba que pretender preguntar a la población vasca si quería la independencia implicaba una "redefinición del orden constitutivo" y del "fundamento mismo del orden constitucional", lo que significa que no se respetaba el principio fundamental de la Constitución de 1978 (insisto, aprobada en referéndum): que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español y que proclamó la unidad de España. Como bien se recuerda en la información de El País, el Tribunal señaló que la convocatoria de ese referéndum no solo no la podía hacer el Gobierno vasco, sino que tampoco ningún otro órgano del Estado. Y esa misma doctrina fue por la que el Constitucional consideró nula la resolución del Parlamento catalán que declaró a Cataluña "sujeto soberano".

Lo que decida la mayoría
En definitiva ¿se puede celebrar un referéndum sobre la Monarquía? por supuesto, España es un país democrático gracias al esfuerzo de la generación que hizo la Transición y a que, hasta la fecha, todos hemos respetado las reglas. Pero para celebrar ese referéndum es necesario reformar la Constitución, y reformar nada más y nada menos lo que dice la Constitución sobre el modelo de Estado no es un artículo o Titulo cualquiera. Y reformar la Constitución exige una amplísima mayoría parlamentaria.

Por último, cada vez que en este país no se han respetado las normas democráticas ni la legitimidad democrática hemos acabado muy mal, por tanto todos los referéndums que se quieran, pero respetemos la legalidad que nos hemos dado.