La salida de Javier Ortega Smith de la portavocía adjunta del Congreso de los Diputados ha generado un auténtico cisma a la derecha más extrema del tablero político, haciendo más grande la grieta ya existente en este espacio, que venía más que resentido después de que personas de calado de la formación se fueran directamente de la formación, siendo los ejemplos más claros de ello el de Iván Espinosa de los Monteros y, previamente, el de Macarena Olona.

El sentimiento de abandono se ha trasladado a las redes sociales, donde las personas que históricamente han respaldado a la formación muestran opiniones dispares sobre la decisión de la cúpula del partido. Una de ellas ha sido la agitadora ultra Cristina Seguí, quien considera abiertamente que el último movimiento de Vox “no va de renovaciones, sino de egos”. “Cuando eligieron a Gil Lázaro en Valencia después de 40 años de militancia en el PP, de dejar a toda la comunidad valenciana en sus manos, y nombrándolo diputado, tras un intento de hacerlo presidente de la mesa del congreso, ¿era una ‘gárgola’?, pregunta.

Seguí se ha pronunciado de esta manera en respuesta al tuitero ultra Sr Liberal, quien también se hizo un hueco en redes sociales opinando sobre las actuaciones de la extrema derecha y criticando al gobierno de Pedro Sánchez. Para él, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento “ha sido punta de lanza de Vox y pilar fundamental, pero si el partido quiere abrir el electorado y ofrecer nuevas propuestas para atajar problemas nuevos es bueno que se den oportunidad a otras voces para pasar a la ofensiva”. “Precisamente en eso reside no ser una agencia de colocación y tampoco un museo de gárgolas”, precisa.

En lo que a caras conocidas se refiere, la propia Macarena Olona, entre otras, era muy crítica con la decisión del partido. “La derecha política española hoy se ha propuesto desviar la atención, porque hoy no debe de ser importante que arranca el juicio contra el fiscal general del Estado o que la UCO entrega el informe sobre el ministro Ángel Torres”, dictaba. “En Moncloa brindan por la oposición”, añadía.

Esta idea podía ir dirigida únicamente a la dimisión de Carlos Mazón, que coincidió con estos dos hechos, pero nada más lejos de la realidad, ya que respondía a un tuit de la periodista Ángela Vera en el que informaba de que Vox había quitado la portavocía adjunta de la Cámara Baja a Ortega Smith.

Otros tuiteros cercanos a Vox han mostrado el mismo sentimiento hacia la decisión de apartar a uno de los hombres fuertes del partido de su posición en el Congreso, cargando fuertemente contra el responsable de las siglas con sede en Bambú, Santiago Abascal. Así, no han dudado en tachar la formación de “secta peligrosa”.

“¿Pensabas que lo que decía de lo que le han hecho a un hombre, y se fueron, fuimos, asqueados, no iba por ti? ¿Qué no te iba a tocar? A su debido tiempo, todo llega, cuando tratas con un personaje como Santiago Abascal, es lo de San Martín y tal”, indica un usuario.

Otros se fijan, por ejemplo, en los canales de difusión de Vox, donde simpatizantes del partido se organizan. “Después de tirar por la ventana del Congreso a Ortega Smith, Abascal ha tomado posesión de los canales de difusión de Vox para cambiarlos a su nombre y poner una foto suya de perfil, y con cara de moneda”, señalan.

Muy descontento

Ortega Smith mostraba un claro descontento con el partido, concretamente con Abascal. El primero dejaba claro en una entrevista concedida en la Cadena Cope con Carlos Herrera que consideraba que se trataba de una decisión “equivocada e injusta. Mi intervenciones en el Congreso, en ningún momento, han sido polémicas para lo que defiende Vox. Nunca he subido a la tribuna a defender otra cosa que para lo que se fundó este partido. Siempre he recibido aplausos diciendo que mis intervenciones eran de alta calidad. No entiendo que se me retire la portavocía adjunta”.

En esa línea, defendía también al partido: “En ningún momento ha atacado al partido. Quiere trasladar propuestas. Es una fundación que quiere aportar ideas, y bienvenida sea”. También indicó, relacionado con sus afirmaciones de que Vox no tiene que ser un partido corrupto que “si alguien se da por aludido dentro del partido, mal vamos. No quiero pensar que eso sea así”. “Es como si yo afirmo que Vox no puede convertirse en una cueva de ladrones como el PSOE, y creo que nadie sienta aludido y molesto (…) Vox se ha convertido en una herramienta al servicio de España”.

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