Se ha hablado mucho en las últimas semanas de la Ley de Conciliación del PP. Los populares han sido objeto de debate por algunas de las propuestas que incluye el documento, como la eliminación de la obligatoriedad de coger las seis semanas de permiso de paternidad tras el parto o la educación gratuita a los alumnos de entre 0 y 3 años.
La gratuidad en las escuelas infantiles encuentra a su hermana pequeña precisamente en Galicia y, precisamente, con Feijóo como precursor. El ahora líder nacional del Partido Popular implementó esta medida hace ya tres años en la comunidad autónoma y, en la práctica, el gran beneficiado ha sido el sector privado.
Más de 45 millones a la educación privada
En datos, de los más de 32.000 pequeños matriculado en la región, una tercera parte lo está en la red autonómica, 7.000 en las escuelas infantiles y más de 13.000 en las privadas. Entretanto, la Xunta de Galicia cerró el pasado curso aprobando, a finales de junio, una partida superior a los 45 millones de euros para las guarderías privadas o de iniciativa social destinada a seguir financiando una cuestión que el sucesor al frente del Gobierno regional, Alfonso Rueda pretende mantener “para siempre”.
Uno de los términos que desde Génova ponen sobre la mesa para justificar que se trata de una buena idea es el de “ampliación progresiva” de dicho plan. En concreto, el Partido Popular plasma que “para garantizar a todas las familias el apoyo a las necesidades de conciliación y reducir las desigualdades en una etapa clave para la infancia y su desarrollo futuro, el Gobierno -el día que el PP vuelva, si lo hace, a Moncloa- en el plazo de seis meses, aprobará un Plan para extender la gratuidad del primer ciclo de educación infantil en toda España que será cofinanciado al 50% entre el Estado y las Comunidades Autónomas”.
Es ahí cuando la derecha habla de “ampliación progresiva” que “se adaptará a los modelos implantados en cada territorio, pudiendo establecerse ayudas directas a las familias que opten por no escolarizar a sus hijos en esa franja de edad”.
Sin tener en cuenta la renta
La mencionada evolución que propone el nuevo texto ya se implementó en Galicia, donde durante el curso 19/20 el curso fue gratis para las familias que tienen dos o más hijos. Tres años más tarde, con Feijóo ya en el PP nacional, la gratuidad llegó al total del alumnado. Así las cosas, el próximo curso será el primero en el que se igualen las condiciones de acceso y, en consecuencia, centros privados y públicos lleven a cabo los mismos criterios, que pasan por priorizar a las familias con hermanos en la misma escuela, a los hijos de los trabajadores del colegio o a los de las familias en las que trabajan todos los progenitores que forman parte de la misma.
El quid de la cuestión es que a la hora de proyectar la medida no se tiene en cuenta el nivel de renta, como evidencian los 45 millones que se aprobaron el pasado mes de junio para cubrir los costes de las escuelas privadas e iniciativa social que establecen 338 euros por alumno y mes; una cantidad que se sitúa diez veces por debajo en los conceptos públicos. En números, las guarderías municipales reciben una subvención de 4,6 millones de euros a los que hay que añadir otros algo más de 3 millones por gastos de mantenimiento que, además, tampoco aumentan.
Antes de que se implementara la escuela gratis de 0 a 3 años, el coste para las familias por alumno iba desde los 0 a los 169 euros al mes; y esto es lo que ha considerado la Xunta para el reparto de fondos.
La Federación de Galega de Municipios e Provincias (FEGAMP), viene reclamando desde julio la “gratuidad íntegra” de las escuelas infantiles y los puntos de atención a la infancia municipales al considerar que la “atribución de esta competencia de titularidad autonómica deberá ir acompañada de los medios económicos necesarios para su adecuado ejercicio”.
Según el estudio de la organización, la subvención media por estudiante de la Xunta a las guarderías privadas se eleva por encima de los 300 euros mientras que en las municipales con todos los servicios se queda en los 92’90. Asimismo, a los consistorios gallegos mantener las escuelas infantiles les supone más de 25 millones de euros al año, por lo que los 7’7 que aporta la comunidad apenas cubren un tercio del coste de un servicio que, a su parecer, es competencia autonómica.
En otro orden de cosas, este año a la Xunta la gratuidad le ha costado 105 millones de euros, todos ellos procedentes de fondos propios. Esto es destacable teniendo en cuenta la cofinanciación que propone el PP.